Bonfatti prefiere consenso pero Lifschitz cree saludable la interna

Ivana Fux | [email protected]

“No he tenido ningún cortocircuito con Miguel en estos años que nos conocemos”, afirmó Antonio Bonfatti respecto de su sucesor y actual gobernador. Pero a renglón seguido emergió una discrepancia con Lifschitz respecto de la estrategia que debería escoger el Frente Progresista para las elecciones del año que viene.

“Ustedes saben mi posición histórica -respondió a los periodistas-: siempre he planteado la necesidad de encontrar acuerdos”, recordó el actual presidente de la Cámara de Diputados, relegando la instancia de una primaria sólo si “hay matices o visiones (diferentes) dentro del propio Frente”.

Lifschitz, en cambio, alentó la posibilidad de que haya PASO en la coalición. “Siempre la competencia interna es buena porque permite contener distintos sectores del electorado; permite representar mejor a un Frente Progresista que es plural y que integran distintas fuerzas”, afirmó. E intentó públicamente quedarse al margen de esas definiciones aclarando que “eso lo tienen que decidir las fuerzas políticas y quienes se sientan candidatos. Yo, desde mi lugar de gobernador, voy a acompañar a todos los candidatos del Frente Progresista”, sentenció.

Lifschitz y Bonfatti hicieron declaraciones el mismo día, aunque en circunstancias diferentes. El primero, después de presidir un acto en le Casa de Gobierno; el segundo, después de participar de la apertura de un encuentro sobre Seguridad Vial.

Cada cual su juego

Bonfatti camina la provincia como pre candidato a gobernador por el Socialismo. “Estoy recorriendo, hablando con referentes de nuestro espacio y con todos; vemos las prioridades y hablamos sobre el futuro, que no tiene que ver con candidaturas sino con proyectos. Estamos cumpliendo de alguna manera un ciclo de doce años -sorprendió-; hemos garantizado derechos básicos en la provincia y podemos hablar de muchas herramientas que logramos para garantizarlos. (Pero) podemos dar ahora un salto hacia otras temáticas que hay que abordar, y darle impulso nuevamente a la provincia de Santa Fe”, afirmó.

Bonfatti habla como candidato y promueve un replanteo para recuperar el “impulso” (¿perdido?) de la provincia. Lifschitz quería su reelección y este jueves volvió a decirlo: “Yo no puedo ser candidato. Me hubiera gustado; me hubiera gustado”, repitió el mandatario cuando un periodista lo indagó sobre la posibilidad que quedó sepultada después de que fracasara la reforma de la Constitución. Es sobre esa base que cobran fuerza las versiones respecto de que sería el propio Lifschitz el impulsor de una candidatura a gobernador para disputar la interna con Bonfatti; hasta deslizó que “cualquiera” de los integrantes de su gabinete estaría en condiciones de competir. Lo elogió a Maximiliano Pullaro, midió a Claudia Balagué y Gonzalo Saglione, y se autoinscribió en la posible lista la ministra de la Producción, Alicia Ciciliani.

“La mejor estrategia es presentar buenos candidatos y poder contarle a los santafesinos todo lo que hemos hecho en estos cuatro años”, sostuvo. “Confiamos en que los santafesinos van a valorar esto y nos van a dar la oportunidad de seguir gobernando por otros cuatro años”, se entusiasmó. “Lo de las postulaciones (en su caso, para otras categorías) será un tema que lo discutiremos cuando llegue el momento. No lo tengo definido todavía”, concluyó.

Cronograma

El gobernador confirmó que “en los próximos días” firmará el decreto de convocatoria a elecciones para 2019. Dijo que “van a ser en el primer semestre” por lo que las fechas probables serían primarias en abril y generales en junio, con cierre de listas en febrero.

Llegan fondos de ANSES

La provincia recibió este jueves una partida de 895 millones de pesos proveniente de Anses. Se trata del desembolso de la primera cuota que el organismo nacional se había comprometido a girar después de firmar un acuerdo con el gobierno de Santa Fe a mediados de setiembre. Mediante ese convenio, Nación aceptó financiar la totalidad del déficit previsional de Santa Fe -en el marco de lo estipulado en la ley de Reparación Histórica- correspondiente al año 2017. Se trata de una suma global de 4.600 millones de pesos que se cancelarán, según lo pactado, en cuatro cuotas. La primera -de 895 millones- debía ser girada “contra firma”, es decir, a la semana de suscripto el acuerdo, pero recién ingresó este jueves. Las restantes se cancelarán después de que el acuerdo haya tenido el aval de la Legislatura provincial.