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Los acusados prestaron declaración en el tercer día de audiencia. El viernes serán los alegatos finales.
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En el tercer día del juicio oral y público que se sigue por el capítulo santafesino de la triple fuga de General Alvear, los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci pidieron declarar ante el tribunal que integran los jueces Eduardo Pocoví -presidente-, Sandra Valenti y Pablo Busaniche.
“Estábamos con miedo a que nos maten. No estábamos contentos, sino asustados”, dijo el menor de los acusados Schillaci, quien recordó que “cuando estábamos en la casa del ingeniero (en Santa Fe), Martín (Lanatta) nos dijo que teníamos que tratar de entregarnos con las TOE porque no estaban metidos con los de Gendarmería”.
La versión refuerza la teoría del caso del defensor Regional, Leandro Miró, quien junto a su colega, la Dra. Magalí Mazza, sostienen que los prófugos escapaban en medio de un estado de “necesidad justificante” desde el 27 de diciembre de 2015, cuando les facilitaron la fuga del penal de General Alvear, en la provincia de Buenos Aires.
Por contrapartida, el fiscal Estanislao Giavedoni se mantuvo firme en su acusación por graves delitos contra la propiedad y las personas, cometidos por los acusados entre el 7 y el 11 de enero de 2016, por los que adelantó que pedirá 15 años de cárcel para cada uno de ellos.
Tercer juicio
El juicio oral que se inició este lunes en los tribunales provinciales, es el tercero en el año relacionado con la fuga. El 1° de octubre fueron condenados por el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata a la pena de 7 años y 6 meses de prisión por el delito de evasión y el robo del armamento del personal del Servicio Penitenciario bonaerense.
El 20 de noviembre, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe impuso penas de entre 8 y 10 años de cárcel por el enfrentamiento mantenido con los gendarmes, así como el robo y daño de un vehículo oficial, las armas, radios y chalecos del personal, en zona rural del departamento Las Colonias, la mañana del 7 de enero de 2016.
Ahora se los juzga por la privación de la libertad de un ingeniero agrónomo cordobés que residía en Santa Fe y que esa misma mañana del jueves 7 de enero realizaba sus habituales tareas a campo. También por el robo de la camioneta de la empresa para la que trabajaba el ingeniero, que fue utilizada para escapar de Santa Fe y emprender su huida por el camino de la costa. En su derrotero se encontraron con otras tres víctimas, un matrimonio de Campo del Medio y un empleado de la planta arrocera Spalleti de Cayastá.
Todos ellos declararon en condición de testigos durante la primera jornada del juicio y ratificaron los hechos tal cual fueron contados oportunamente y tuvieron amplia repercusión pública en medios locales y nacionales.
Pidieron disculpas
A propósito de esos relatos, este miércoles los tres imputados pidieron disculpas a las víctimas. “Mis más sinceras disculpas a los terceros que generamos problemas” dijo Cristian Lanatta. En esa línea, Schillaci se refirió “a las cuatro víctimas: el ingeniero, Ferreyra y la mujer y el chico Franco de la arrocera”, dijo. “Quedó claro que nunca se los maltrató, queríamos comida y nada más”, completó.
Pero también y a pedido de la defensa, los imputados destacaron el rol de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de la policía de Santa Fe, que fueron quienes los escoltaron hasta que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, les garantizó que no iban a ser puestos a disposición de la Gendarmería sino que sus traslados los iban a realizar Policía Federal (PFA) y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), tal como sucedió.
“No sabíamos en quien confiar”, destacó Cristian Lanatta que recordó ese lunes 11 de enero cuando junto con Schillaci -Martín Lanatta ya había sido capturado-, decidieron dejar las armas en uno de los casilleros de la arrocera cuando se vieron cercados por efectivos de la policía santafesina.
El propio Martín Lanatta, que se entregó mansamente tras el vuelco de la camioneta sufrido la mañana del sábado 9 de enero en un camino paralelo a la ruta N° 1 -tenía un fuerte traumatismo de cráneo-, recordó que “había una orden estricta del jefe de las TOE de no permitir el acceso de Gendarmería”. Además resaltó que en todo momento intentaron “huir del lugar” porque “no podíamos confiar en ninguna fuerza”.
Alegatos finales
Los acusados, que siguen el debate a través del sistema de videoconferencia, desde el Complejo Penitenciario de Ezeiza, pidieron autorización al tribunal para retirarse de la sala y no presenciar el resto del debate, sino hasta el día de los alegatos finales, cuando regresarán a “la pantalla” del recinto. Este miércoles estaba prevista la declaración de los últimos testigos, la gran mayoría personal de Gendarmería Nacional que ya prestó declaración en el juicio del fuero federal el mes pasado por su participación en el operativo que dio origen al último tramo de la fuga que terminó con la recaptura en la localidad de Cayastá, en el departamento Garay, el 11 de enero de 2016. Tras la declaración de los testigos el tribunal pasará a un cuarto intermedio hasta el viernes a las 9.30 de la mañana para los alegatos de clausura.