Federico Aguer | [email protected]
Tres Cooperativas agrícolas del sur santafesino se asociaron con otra de base tecnológica para prestar servicios de Agricultura de Precisión y manejo de big data. La iniciativa, inédita a nivel latinoamericano, apunta a generar un manejo más eficiente de los insumos.
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A fines de octubre hicieron la presentación en sociedad en la remozada sede de San Jerónimo Sur, con la presencia de funcionarios del Ministerio de la Producción de la Provincia. En el reciente “Silicon Valley Forum” de Argentina realizado en Rosario se mostraron por primera vez al público en un evento sin precedentes para el agro de Argentina. Y esta semana ya concretaron su primera jornada de capacitación para productores.
Para Dataterra, todo es tan rápido como la irrupción de las nuevas tecnologías para el agro. Pero no es más que la concreción de un sueño hecho realidad, sustentado en la mística cooperativista. Según el Ing. Agr. Lucio Valacco, referente de la flamante empresa, el emprendimiento tiene una firme base Cooperativista, justamente porque está integrada por 4 Cooperativas que se asociaron (3 del agro y una de tecnología): la local de San Jerónimo Sur, la de Álvarez y Piñeyro, y la de Armstrong, y por otro lado Tecso limitada, con base tecnológica de Rosario.
“Estamos dando servicios de gestión general para el productor con vuelos y monitoreos con drones. Hacemos el seguimiento con las capturas de las imágenes satelitales, hacemos el procesamiento de toda la información que generan las máquinas agrícolas, y todo eso lo colocamos sobre una plataforma para poder acopiar y aplicar la información tipo capas”, le explica a Campolitoral.
Bases sólidas para crecer
Valacco asegura que el esquema cooperativo y el espíritu asociativo “los fortalecen”, y que también hay una gran necesidad de formación y capacitación para los productores. “Vemos que están receptivos a estas tecnologías, y por eso creamos este centro, como un espacio que nuclee empresas que generan eventos tecnológicos y que podamos capacitar a técnicos y productores principalmente”, dice en referencia al Centro de Innovación y Tecnología Aplicada desde donde funciona el nuevo emprendimiento.
“Queremos sacarle el problema al productor a la hora de analizar toda la enorme cantidad de datos que se generan”, dice. Y explica que ahora “tenemos la posibilidad de trabajar por ambientes con variabilidad intralote, y de esa manera bajar la carga de insumos y de aplicaciones, repartir mejor los insumos dentro del lote en función a la mayor productividad de forma diferenciada, y de ese modo, hacer una gestión mucho más eficiente”.
Actualmente, la unión de la entidades permite agrupar a unos 800 productores asociados en los padrones de las 4 Cooperativas. “La receptividad es buena, si bien el productor es un poco tímido, ya están viendo los resultados y como se reducen los costos de producción. Queremos instalar fuerte la empresa desde el CITA y seguir apostando a la capacitación de manera directa a los productores”.
Animarse a crecer
Por su parte, Oscar Bucher, pte. de la Cooperativa de San Jerónimo Sur, remarcó que “es un sueño cumplido. Comenzamos hace dos años con este proyecto que surgió de un grupo de productores de las Cooperativas de Álvarez, Armstrong y San Jerónimo Sur, con quienes ya integrábamos un grupo de Cambio Rural, y empezamos a buscar alternativas para fidelizar al asociado y buscar productores nuevos y productores jóvenes que se acerquen a la Cooperativa a través de un servicio distinto”.
Bucher admite que desde el primer momento con en contacto con los profesionales de la UNR de Zavalla. “Entonces vimos que no eran sólo drones lo que hacía falta, sino relevamiento satelital, las cartas digitales, etc. Y también descubrimos que en la zona hay muchos productores que tienen maquinaria con una tecnología bárbara (cosechadoras, tractores o aplicadores) y que muy pocos interpretan esa información. Vimos que había algunos centros para leer esa información, y además otros que trabajaban con drones. Entonces se nos ocurrió aplicar todo el servicio integrado a través de la Cooperativa, para que los productores accedan a toda esa información”, afirma.
La pata tecnológica
El presidente de la cooperativa recuerda que empezaron a trabajar entre los tres “y quiso el destino que se incorporara la gente de Tecso y eso cerró el círculo, con una articulación que nos sorprende. Empezamos a reunirnos, y ya estamos trabajando en algo que a algunos al principio les parecía una locura, pero ya tenemos este centro CITA, donde tuvimos el apoyo de la gente el Ministerio de la Producción. Vimos que en Santa Fe no hay antecedentes, en el país y en Latinoamérica tampoco.
Los productores están sorprendidos, estamos dando los primeros pasos, tenemos muchas consultas y muchos ya están tomando el servicio, pero estamos en la primer campaña con algo de trigo y soja; y los resultados los tendremos al final de la campaña”.
Finalmente, nos cuenta que el promedio de productores de la zona es de 60 has, por lo que todo lo que tenga que ver con reducir costos de producción es estratégico. “Además, el servicio se paga a cosecha en kilos de soja por hectárea. Hay varios abonos, y el más caro incluye hacer el doble cultivo, con el asesoramiento técnico incluido”.
El apoyo académico
El Ing. Agr. Néstor Di Leo es docente de la FCA UNR, y del Centro de Estudios Territoriales del Instituto de Investigación de Ciencias Agrarias del Conicet. “Esta tecnología apunta a robustecer la Agricultura de Precisión, eso implica la adopción de decisiones técnicas de manejo del cultivo no a nivel de todo un lote, sino a nivel de ambientes dentro del lote”, manifestó.
“Ese concepto que no es nuevo, ahora con el acceso o la facilidad tecnológica de acceder a aeronaves no tripuladas, mediante su uso con cámaras multiespectrales, nos permiten obtener imágenes que nos hablan de distintas condiciones del cultivo, y a partir de ese conocimiento nos permite tomar decisiones más ajustadas, que un poco apuntan a evitar la sub aplicación de insumos o la sobre aplicación. Con la primera podemos tener problemas económicos por el impacto en el rendimiento, y con la segunda, al sobreaplicar terminamos perjudicando el ambiente. Entonces la Agricultura de Precisión sintetizada con el empleo de drones tiene dos costados positivos: la eficientización económica en el empleo del insumo, y la minimización del impacto ambiental”.