Juan Carlos Haberkon | Javier Díaz
Hay una idea rondando la cabeza de las autoridades sancarlinas: jugar dos derbys entre Argentino y Central, los últimos campeones de la Liga Santafesina y Esperancina, respectivamente. El atacante autor de un gol clave para el título de los rojinegros, ya los palpita.
Juan Carlos Haberkon | Javier Díaz
Solamente hace falta ponerse de acuerdo entre las partes, porque la idea está planteada y a todos los entusiasma. Dos amistosos entre Argentino y Central, los dos equipos que pusieron a San Carlos Centro en la primera plana del fútbol regional, al quedarse con los títulos de la Liga Santafesina y Esperancina, respectivamente.
Es un sueño de las autoridades sancarlinas y replicó en las dirigencias de ambos clubes, así como de las respectivas Ligas. Todavía no hay nada confirmado y queda mucho desde lo organizativo para resolver, en caso de que finalmente se disputen esos partidos, pero para estos casos siempre hace falta buena voluntad y que esta haya aparecido de entrada ya es un buen indicio.
Pasión Liga habló con Ignacio Fogliatti, atacante de Central San Carlos que fue el héroe en la consagración del rojinegro, porque convirtió el gol de la victoria en la final de ida, que le permitió ir con la confianza necesaria a la revancha y concretar la vuelta olímpica en Franck.
Además de hacer un repaso por su trayectoria, el futbolista se refirió a esa posibilidad de disputar los clásicos y, como no podía ser de otra manera, se mostró expectante por esa alternativa.
Estirpe futbolera
Iniciado en Floresta de Santo Tomé, tiene 28 años y un amplio recorrido en el fútbol de la región. Pasó muchos años en el club santotomesino y a los 14 pasó a Ateneo Inmaculada, donde finalizó la etapa formativa y se dio el gusto de debutar en Primera División, con tan sólo 16 años, bajo la dirección técnica de Carlos Lanzaro.
Con dos en la división máxima del club colegial, sufrió una severa lesión de rodilla pero las ganas de aferrarse al fútbol le permitieron regresar casi en tiempo récord. La vuelta se dio en la Liga Esperancina, con la camiseta de Atlético Franck, donde buenas actuaciones le valieron la posibilidad de emigrar a Cippoletti de Río Negro, donde quedó a un paso de ascender a la Primera B Nacional.
Después de un año regresó a la provincia a estudiar y continuó desandando su trayectoria por el fútbol de la Región. Tras un paso por Sastre, regresó a Atlético Franck para salir campeón, donde más adelante tuvo una tercera etapa y finalmente recaló en el rojinegro de San Carlos, club con el que consiguió su segundo título a nivel personal.
“Logramos este campeonato después de un proceso que se inició en 2017. Ese año hicimos una buena primera etapa del torneo pero nos quedamos afuera en cuartos de final. Afortunadamente en aquella oportunidad los dirigentes apostaron a la continuidad y se dieron los resultados”.
“Este año nos hicimos muy fuertes en la etapa final del torneo, que siempre se dice que es un campeonato aparte. Nos tocó cruzarnos con equipos esperancinos en octavos de final, cuartos y semis, y en la final nos tocó un gran rival como Atlético Franck”.
“Me tocó convertir el gol del triunfo en la ida, que fue un partido muy parejo y que incluso podrían haber ganado ellos, pero tuvimos la suerte de que no nos conviertan y mantenernos 1 a 1; sobre el final marqué el 2 a 1 que nos sirvió para consagrarnos en la vuelta”.
“En los festejos me di cuenta de la grandeza que tiene Central San Carlos. La vuelta desde Franck hasta San Carlos se armó una caravana inmensa, marca un poco lo que se necesitaba este título para esta institución”.
“No tengo previsto qué voy a hacer en el futuro. Quiero disfrutar este campeonato y después con el paso del tiempo veré qué hago. En Central vivimos cosas extraordinarias que quedarán por siempre en mi memoria. Estoy muy bien allá y todo dependerá de los objetivos que nos planteemos personalmente y como equipo para el futuro”.
“Sé que está la posibilidad de jugar dos clásicos entre los dos campeones de las ligas Esperancina y Santafesina. Me parece una idea excelente porque son dos clubes de gran convocatoria y dentro de una ciudad muy futbolera. Ojalá se dé, no sé qué tan difícil será, pero sería muy lindo”.
Balance sabalero
“Considero que Colón no tuvo un mal año porque cuando asumió Paolo Montero hace unos años estaba a cuatro puntos del descenso y en esta etapa de Eduardo Domínguez engrosó el promedio, clasificó a copas internacionales, tuvo hazañas deportivas como ganarle al San Pablo en el Morumbí y en los clásicos le tocó ganar uno y no perder”.
“Ahora está a pocos puntos de la zona de las copas otra vez. No creo que haya una situación de gravedad, sino más bien un momento de transición que se puede revertir en poco tiempo”.
La posibilidad de River
“Tuve una prueba de esas masivas que muchas veces hacen los clubes y me tocó pasar algunas instancias. Sin embargo no pude seguir avanzando porque me lesioné la rodilla. Como no fue algo demasiado concreto lo tomo como algo que no se dio y que sirvió para mi crecimiento”.