Federico Aguer | [email protected]
El titular de una importante metalmecánica alemana con sede en Argentina hizo el balance del 2018, alertando por el impacto productivo de la falta de inversión en el mantenimiento del parque de la maquinaria agrícola local.
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En el marco de una nueva “Experiencia Forrajera” realizada en Sunchales, Campolitoral conversó con el titular de Claas Argentina, quien se mostró escéptico respecto de la actualidad productiva. Más allá del éxito de una nueva edición de la ya tradicional muestra realizada a la vera de la Ruta 34, criticó la falta de cambios de fondo para revertir la crisis.
“El trabajo en equipo con las otras empresas permite realizar esta dinámica -que si bien es chica- el productor año a año va viendo la importancia que tiene, porque se van mostrando los nuevos productos en materia de cultivos y de maquinaria agrícola”, sostuvo.
A la hora de analizar la situación, hizo énfasis en la necesidad de un cambio en las reglas de juego para producir. “Estamos en un mercado con condiciones difíciles, estamos muy complicados, pero el trabajo a campo la preparación de los cultivos ha sido impecable. Acá mostramos tecnologías que van llegando al país a pesar de las dificultades”. Y disparó una frase lapidaria: “El 2018 fue un año para sepultar y no para brindar”. También apuntó a los cambios de fondo: “esperamos que haya un cambio, necesitamos mejorar la educación y recortar los gastos del Estado. Acá seguimos manteniendo costos enormes en la política, cuando no es necesario. Hay que empezar a poner los pies en la tierra porque todo eso requiere mantenerse con impuestos que paga el sector productivo, y hoy el sector productivo está atado de pies y manos, porque no tenemos herramientas para poder crecer. El sistema está roto, nadie va a depositar dinero al banco, necesitamos cambios de verdad. Hoy el productor sólo cree en sus bolsas. Estas cosas hace 70 años que se vienen haciendo mal”, expresó.
En cuanto a las estrategias aplicadas desde la empresa para “dar una mano”, manifestó que están viendo “cómo podemos ayudar a cada cliente, financiarlo, reparar las máquinas. Este año no se están reparando las maquinarias antes de salir a cosecha y esto genera pérdidas”. E insistió con el concepto del gasto público: “el sector productivo es cada vez más chico y el Estado es cada vez más grande, no hay relación. En Alemania (el pueblo donde está radicada la fábrica de Claas) cuenta con 28.000 habitantes y 16 empleados públicos, y acá la relación es inversa: lo vemos como una salida laboral, pero esos costos los paga la producción y el trabajo. El Gobierno se está endeudando para mantener esta estructura inviable, la gente de afuera está cansada que los argentinos cambienos las reglas de juego todo el tiempo”, disparó.