Festival de Cosquin: Santa Fe presente en la noche inaugural

La primera de las lunas, se encendió cuando el repicar de las campanas, el saludo oficial de su maestro de ceremonia Claudio “Pipulo” Juárez y los fuegos de artificio se combinaron a la perfección generando esa emoción a flor de piel en todos los presentes.

A pesar de todos los pronósticos, el mal clima que estaba anunciado para esta jornada, dio un respiro a todos aquellos que de una manera u otra, estaban involucrados en el festival, desde la organización, los artistas, el público, la prensa. Un cielo que dejaba ver más estrellas que nubes, se brindó al espectáculo, con generosidad.

En la apertura, el ballet Camin brilló con contundencia, como preludio de lo que continuaría pasando sobre el escenario, el homenaje a Mercedes Sosa. De la mano de León Gieco, Peteco Carabajal, Liliana Herrero, Julia Zenko, Víctor Heredia, Teresa Parodi, Bruno Arias, Mónica Abraham, Nahuel Pennisi, La Bruja Salguero, José Luis Aguirre y Nadia Larcher, el Tributo “Traigo un Pueblo en mi voz”, hizo vibrar a un público participativo, que coreando “Gracias a la vida”, “Sólo le pido a Dios”, “Cuando tenga la tierra”, entre otros, disfrutó a pleno. “Sube, sube” fue el tema que cerró el homenaje, en un marco de profunda emotividad compartida entre los artistas y la gente.

Enseguida, la presencia de Emiliano Zerbini marcó la continuidad del espectáculo. “Cueca del carnaval”, “El pamperito”, entre otros, fueron los temas elegidos por el cordobés para la ocasión.

Más tarde, Guido Encinas, el ganador del Pre- Cosquín 2019 en el rubro Solista Vocal Masculino, pisón con fuerza el escenario. El primero de sus temas fue “Mi oración”, a la que le siguió “Ahí viene el Moncho” y “Lejana flor”. El joven correntino se mostró cómodo sobre el escenario, el cual caminó con seguridad acercándose a la platea y llevando su mensaje musical.

La Mención Especial de Cosquín 2018, el Cuarteto Karé trajo temas como “Mi abuelo tenía un violín”, “Mosaico de zamba”, entre otros. Los rosarinos recibieron calurosos aplausos desde principio hasta el final de su actuación.

Presencia santafesina

Faltaban 20 minutos para la 1 cuando llegó la Delegación de Santa Fe presentando La Trova Rosarina y su celebración a los 35 años de democracia. Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Rubén Goldín, Jorge Fandermole, Fabián Gallardo y Adrián Abonizio, rompieron el hielo con “Era en abril". Le siguieron "Yo vengo a ofrecer mi corazón", "Oración del remanso", "Historia de Mate Cosido", "La vida es una moneda", "El témpano" y "Canto versos". Temas que fueron aplaudidos de pie .

Acompañados musicalmente por Claudio Cardone (Dirección musical/ teclados), Adrián Charras (teclados), Juancho Perone (percusión), Leonardo Introini (bajo/contrabajo), Julián Baglietto (batería), los rosarinos hicieron emocionar con su arte a toda una plaza que les seguía acompasadamente el ritmo con sus brazos en alto.

Sobre el final, se acercaron al pie del escenario para recibir más de cerca el cariño y el respeto de la gente, momento en el cual solo se podía escuchar el pedido de bis que los demoró unos minutos más. La plaza Próspero Molina los escuchó interpretar "La tristecita" y se quedó con ganas de más.

También formaron parte de la Delegación, Salvi, Ianina Canalis, Hernán Interlandi, Silvio Pellis y Marcos Ferrufino en la técnica, y Alicia Cevoli en la producción.

Ya sobre la madrugada del domingo, Román Ramonda, pianista, bandoneonista y cantante pampeano, destacado de la Peña Oficial, se presentó ante un público que seguía atento y participativo.

Enseguida, Los Fuelles Correntinos trajeron su repertorio chamamecero e hicieron bailar a la gente en cuanto espacio libre de la plaza encontrara.

La responsable del cierre de esta primera luna coscoína fue Soledad Pastorutti, quien comenzó su show a las dos de la mañana. Música y fiesta, fanáticos cantando sus canciones y prolongando su felicidad en cada nuevo tema que la santafesina interpretaba.

Noche marca por la gran presencia santafesina que, pudo lucirse y compartir su música con un público conocedor del buen folclore.