El Litoral / [email protected]
En Costanera Este, la laguna ya comió parte de las playas. Los dueños esperan que empiece a bajar el nivel de agua y que cedan las lluvias, en un verano que vino con un clima complicado.
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Los titulares de la concesiones de los paradores de las playas de la ciudad están mirando muy de cerca los niveles de crecida del río Paraná. Es que la Setúbal creció, las lluvias intempestivas no cesan y todo esto genera intranquilidad en los empresarios: al no acompañar el clima, se teme por una temporada “floja en trabajo”, aunque aún se esperan que las condiciones meteorológicas e hidrológicas mejoren. Si eso ocurriera, la gente irá a la playa y habría más trabajo, tanto en la Costanera Este como la Oeste.
Esa es la opinión coincidente de varios titulares de los paradores playeros consultados por El Litoral. Martín Salemi, de Sunset Coast (Costanera Este), admitió que si bien los datos que les dieron desde el Municipio es que tras tocar el nivel de alerta el río ahora empezará a bajar, la situación hoy “es preocupante. En este sector nos quedaremos sin playas, seguro; aquí quedará sólo la parte de césped”, relató.
Pero por ahora, “no habría una eventual inundación de los paradores, de acuerdo a los datos que vamos manejando”. En la misma línea, desde Parador Santa Fe (también en Costanera Este) aseguraron que “las construcciones no corren peligro de inundarse. Sólo se perdió el solarium”.
Salemi admitió que la situación de río se está monitoreando toda la semana. “El agua está a unos 80 centímetros del parador, pero éste está en altura”. No obstante, contó que la preocupación no es tanto por la crecida de la laguna como por las lluvias.
“Va a mermar el trabajo si no viene gente, es cierto —añadió—. Pero la Costanera Este tiene una explanada muy extensa, y en los días de calor muchos santafesinos vendrán a sobrellevarlo de cualquier forma. Tampoco es cuestión de asustar a las personas para que no disfruten de las playas. La Costanera está hermosa, hicimos una gran inversión y la gente hasta ahora nos respondió. Hay vida de día y de noche. Yo sigo con buenas expectativas y siempre creyendo que será una buena temporada”, se entusiasmó.
Lucas Dansieri, del parador Pinta (Costanera Este), también expresó su preocupación: “A nosotros nos afectan mucho las lluvias. El otro día estábamos trabajando muy bien, con mucha gente, de repente se largó a llover y se nos fueron los clientes. Eso nos pone en la disyuntiva de estar todo el tiempo viendo el pronóstico del clima, si damos de baja o no las reservas, o hasta último momento pensando si abrimos (el parador) o no. Es complicado”, agregó el titular de Pinta.
Desde Parador Santakite (Espigón II, Costanera Oeste), Martín Caspani (responsable de ese puesto) contó que está permanentemente monitoreando los niveles del río según los datos del Prefectura. “Para que me llegue el agua al container faltan 70 cm. No hay más playa acá. Está complicado”, expresó. “Si el clima es malo, la gente no viene y el trabajo es flojo. Así de simple. Un día de sol como el domingo pasado, estaba lleno. Pero con una lluvia, se nos complica. Ya hay otros paradores que no tienen más playa, literalmente. Esperemos que la situación del clima y la crecida se revierta, para que la temporada sea buena”.