Enrique Cruz (h)
Se planteaba una dura exigencia de arranque: Boca, River y Belgrano. En los tres partidos, el equipo respondió, demostrando que ha recuperado la memoria. Una vez más, Madelón lo hizo: tiene una estrella especial con este club.
Enrique Cruz (h)
Es un escenario que, para muchos, resulta cuanto menos sorpresivo. No sé si impensado. Pero el arranque del año no era sencillo para Unión. Por un lado, porque el cierre del anterior fue malo y generaba argumentadas dudas. Y por el otro, porque eran Boca, River y Belgrano, en 10 días, tres pruebas de fuego durísimas para el equipo. En siete días, Unión le ganó a los dos finalistas de la histórica Libertadores del año pasado; los dos equipos que acapararon el interés mundial. Y después llegaba otra dura exigencia ante Belgrano. No era un comienzo propicio ni cómodo para un equipo que necesitaba “reinventarse”. Y salió todo bien. Primero, porque Unión pudo recuperar la memoria perdida en el cierre de 2018. Y segundo, porque los resultados fueron más positivos de lo esperado, con una cosecha casi perfecta.
La pregunta es: ¿qué habría pasado si era al revés?, algo que se podría haber dado teniendo en cuenta la categoría de los adversarios, ya que ni siquiera se puede relativizar el amistoso con Boca: era el debut de Alfaro y la vuelta a la actividad de un equipo que sólo puede mitigar el dolor de la final perdida, ganando y ganando.
Le fue bien en todo a Unión. Porque recuperó la memoria futbolística, se regeneró, volvió a las fuentes y logró resultados. La levantada individual llevó al mejoramiento colectivo. Ya no es el equipo que ahogaba en la salida del rival, pero tiene el mismo nivel de intensidad y ahora tiene frente a sí el desafío de volver a ser implacable como local, condición en la que no le fue bien en el cierre del año pasado (empató con Patronato y perdió con Godoy Cruz, Vélez y Banfield).
Es otro de los grandes logros de un Madelón que focalizó sus energías y su capacidad en dos frentes: 1) recuperar a los jugadores que habían perdido el nivel y que formaban parte de una base casi inalterable de titulares; 2) traer los refuerzos apropiados. En este último rubro, sus esfuerzos apuntaban a dos volantes y dos delanteros. Por eso había apunta a Menossi, Gudiño (los dos volantes), Cuadra y Walter Bou (los dos delanteros). Llegaron cuatro jugadores que cubren esas necesidad, pero, salvo Cuadra, ninguno de los que había marcado como prioridades. Javier Méndez y Darío Bottinelli hacen las “veces” de Menossi y Gudiño, mientras que Mazzola es el que se pudo traer en el lugar de Bou. Pero lo mejor de todo, es que a la base titular la reconstituyó internamente. Acevedo volvió a ser el de antes, Mauro Pittón levantó, la defensa recuperó solidez (apenas le convirtieron un gol a Unión y fue en contra), Zabala y Fragapane volvieron a darle fútbol y cambio de ritmo por los costados, mientras que ahora el foco está localizado en encontrar agresividad, penetración y profundidad para que Unión vuelva a ser un equipo punzante.
La del domingo es una prueba, porque está claro que a Unión le sienta bien achicar espacios del medio hacia atrás y jugar de contra. Tiene jugadores para desarrollar ese juego. El tema es cuando hay que asumir la iniciativa a partir de la mayor tenencia de pelota en el campo rival. Cuadra es un jugador al que le gusta arrancar de atrás y Troyanski tiene movilidad pero no es un delantero para buscarlo por arriba. Entonces, si hay desborde por afuera debe ser con la precaución de saber que no existe un Soldano que pueda ganar asiduamente por arriba; salvo que entre Mazzola en algún momento del partido.
Dijo Madelón después del empate ante Belgrano -que dejó un sabor algo amargo porque Unión podría haber ganado el partido y no iba a estar mal- que el objetivo era volver a ser implacable de local. Está en el buen camino y sin dudas que ese famoso “cambio de chip” se hizo y a tiempo. El inicio de 2019 no era sencillo y podría haber agravado el panorama oscuro con que se acabó el 2018. Sin embargo, y una vez más, el técnico demostró que tiene una estrella especial con este club.
Tres cambios para el domingo
Como siempre ocurre, Madelón no confirma el equipo pero se sabe de antemano cuáles son los movimientos que realiza. Y para el domingo, contará con el regreso de Fragapane por Ríos, el ingreso de Zurbriggen por Gómez Andrade (llegó a cinco amarillas) y la inclusión de Cuadra por Lotti.
De esta manera, habrá tres cambios para recibir a los rosarinos, de los cuales sólo uno podría denominarse como “táctico”. Fragapane es titular para Madelón y no jugó contra Belgrano por estar suspendido; lo mismo ocurre ahora con Gómez Andrade, cuyo lugar será ocupado por Zurbriggen, quien ha sido utilizado reiteradamente como central por Madelón.
El equipo para el domingo será con Nereo Fernández; Martínez, Zurbriggen, Jonathan Bottinelli y Bruno Pittón; Zabala, Acevedo, Mauro Pittón y Fragapane; Cuadra y Troyanski.
Está en condiciones reglamentarias Javier Méndez, el volante uruguayo, de ser incluido en la planilla (llegó el transfer procedente de Racing de Montevideo), motivo por el cuál hay muchas chances de que vaya al banco.