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Según una consultora, los acuerdos con China, Rusia, Israel, Japón y la Unión Europea fueron elementos dinamizadores clave para el sector.
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La exportación de carne vacuna creció más del 77 % en volumen y por encima del 50 % en valores en 2018 debido a la apertura “de nuevos y viejos mercados”, mientras que la recuperación de la demanda interna de esos productos continuará estancada, según un informe de la consultora Ecolatina.
“Acuerdos y negociaciones con China, Rusia, Israel, Japón y la Unión Europea se constituyen como elementos dinamizadores clave para el sector, que vería en la demanda externa un potencial de crecimiento que le permita resistir los embates de un año en que no habrá recuperación del consumo interno”, indicó el texto publicado ayer.
El crecimiento de las exportaciones de carne permitió a Argentina pasar de ser el 14° exportador mundial en 2017 a ser el séptimo el año pasado.
“La contracción en las compras de carne vacuna es típica de contextos marcados por la reducción del poder adquisitivo”, señaló en referencia a los consumidores viraron a carnes de menor precio (como porcina o aviar) o modifican sus hábitos de consumo.
El trabajo de Ecolatina enumeró otros problemas que debió afrontar el sector productivo cárnico local, como el fuerte incremento del costo de la alimentación del ganado por la sequía y el salto cambiario. El precio del maíz, por ejemplo aumentó casi un 80 % promedio en 2018. También los incrementos tarifarios y la fuerte suba de tasas se constituyeron como obstáculos adicionales que debió enfrentar el sector el año pasado.
En Argentina se consumen en promedio unos 60 kilos de carne vacuna por persona al año, con lo que el país se sitúa como el segundo mayor consumidor mundial, detrás de Uruguay.