Redacción El Litoral
Se formó un grupo de autoconvocados de Santa Fe. “Queremos poder pagar nuestras casas”, dicen. Piden que la Unidad de Valor Adquisitivo se mida por el índice salarial y no por el inflacionario. Se reunieron con concejales y con representantes de la Defensoría del Pueblo.
Redacción El Litoral
Están angustiados. Desde hace varios meses, vienen haciendo malabares para pagar sus créditos hipotecarios UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), y cada vez les cuesta más: la inflación le está ganado al deseo que tienen de pagar su vivienda. Por eso, comenzaron a movilizarse y a compartir la incertidumbre que sienten a través del grupo “Hipotecados UVA Santa Fe Autoconvocados”, que a nivel nacional suma a 130 mil argentinos con la misma problemática. En búsqueda de ser escuchados, este miércoles fueron recibidos por concejales de la ciudad.
Flavio Marty es uno de los referentes locales. Contó, sumando el reclamo de quienes integran el grupo de damnificados, que los que más problemas tienen son los que tomaron el crédito hace poco más de un año, porque la cuota está atada a la inflación, que se disparó en 2018 .
El UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) comenzó cotizando en enero de 2018 a ,15 y terminó el año en ,06, es decir que sufrió un incremento del 46%, mientras que los salarios no aumentaron en el mismo porcentaje. Por ende, quien obtuvo el préstamo en enero por un monto de un millón de pesos, por ejemplo, culminó el año debiendo 1, 5 millones de pesos. Esto derivó en que la cuota mensual se vaya encareciendo al punto de ser cada vez más complicado estar al día con el pago. “Por un crédito de $ 1.000.000, la cuota arrancó en enero del año pasado en unos $ 5.550 y hoy está en $ 8.500”.
Pero esto no es lo único que les preocupa: “Lo más grave es lo que aumenta el capital porque por ese año devolvés, más o menos, unos 80 mil pesos, pero el capital pasó de 1 millón 1.460.000 porque va atado a la inflación; al ritmo que vamos, y como son créditos a 20 años, dentro de dos o tres años vamos a tener una deuda muy superior a lo que realmente vale la casa, con lo cual ni vendiéndola vamos a poder salir de la deuda”, explicó.
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“Queremos pagar”
El grupo de autoconvocados aclaró que “no estamos pidiendo que se nos regale absolutamente nada, queremos poder pagar nuestras casas y para eso pedimos que la UVA se mida por el índice salarial y no por el inflacionario”. El año pasado el aumento salarial fue de alrededor un 30 %, con mucha suerte, y la inflación trepó al 48%: “Ahí está el gran problema que tenemos”.
La morosidad aún es baja. A nivel nacional, las personas que no están pagando su crédito rondan el 1 %. “Es que estamos haciendo un esfuerzo enorme para pagar, lo último que vamos a hacer es no pagar la casa; yo en mi caso particular me achiqué en un montón de cosas, pasé de una obra social privada a una sindical, por ejemplo, vas achicando todo pero llega un momento en que estás tan ahogado que ya no tenés de dónde sacar”.
“Nos sentimos estafados”
El grupo no tiene ninguna bandería política. “No estamos ni a favor ni en contra del gobierno, pero nos sentimos estafados. Éste crédito lo lanzó el actual gobierno, y si bien nos dio una oportunidad única a la clase trabajadora para acceder a la vivienda, porque con los créditos anteriores era imposible llegar, el problema es que plantearon un aumento inflacionario del 10/15% y terminó siendo un 48%. Al ritmo que vamos a fin de año va a seguir aumentando la cuota y, en mi caso particular, voy a pasar a deber 2 millones de pesos”.
Reunión con Defensoría del Pueblo
La semana pasada, representantes de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe y de la delegación Rosario de la Defensoría del Pueblo de la Nación recibieron a un grupo de tomadores de créditos hipotecarios UVA.
Los afectados explicaron que, ante el aumento de los montos, la solución que otorga la ley consiste en extender el plazo por un 25 por ciento del tiempo originario, pero destacaron que actualmente eso implicaría sólo una disminución del 15 por ciento del valor de las cuotas, debiendo ellos afrontar los costos de la modificación de la hipoteca. Adujeron que ese beneficio se licuaría en el corto plazo y, como son deudas tomadas apenas hace 1 o 2 años y tienen un plazo de 20 o 25 años, no creen que sea ahora una posibilidad a considerar.
Asimismo, expresaron su preocupación por la posibilidad de que los bancos puedan vender las hipotecas, según se había anunciado oficialmente. Actualmente, según la información de que disponen, el 50 por ciento de los créditos hipotecarios que se actualizan a través de la Unidad de Valor Adquisitivo está en manos del Banco Nación.
Entre las medidas a adoptar en el corto plazo, los tomadores de créditos indicaron que en una primera instancia presentarán notas individuales y/o colectivas a los bancos donde tienen sus créditos solicitando la reformulación del cálculo de las cuotas por la imposibilidad de afrontar las mismas en las condiciones actuales y anticiparon que luego presentarán en la Defensoría del Pueblo copia de todos los antecedentes.
Por su parte, el defensor del Pueblo de la provincia de Santa Fe, Raúl Lamberto, se comprometió a trasladar este tema, que afecta a miles de personas en todo el país, a la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (Adpra), para ser tratado en el marco de esa organización, tal como se hizo recientemente con el caso de los contratantes de planes de ahorro para cero kilómetros. Explicó que, de esa manera, podrán llevarse a cabo gestiones conjuntas antes las autoridades competentes y legisladores nacionales a los fines de avanzar en la modificación del mecanismo de actualización de las cuotas.