Pablo Rodriguez
Pablo Rodriguez
A los 42 años, el ex arquero de Colón y Central (entre otros), Laureano Tombolini, se pone otra vez los guantes y esta vez para defender los tres palos del club que lo vio nacer. El “Tombo”, firmó contrato y ya está en plena preparación para debutar en marzo en Juventud Unida de Santa Isabel, equipo que hoy milita en la categoría “A” de la Liga Venadense de Fútbol.
El pueblo, ubicado en el departamento General López, a 330 kilómetros de la Capital provincial, recibe al guardametas luego de su paso por Juventud Unida de San Luis, conjunto del Federal A, tercera categoría del fútbol argentino. Dice que esta temporada será la última en su carrera, donde sumará una buena cantidad de kilómetros: viajará todos los fines de semana desde las tierras puntanas -donde reside su familia- a Santa Fe para ponerse la uno.
En diálogo con El Litoral en pleno entrenamiento en Santa Isabel, el “Tombo” reconoció que es una satisfacción “enorme” volver al club de sus amores y que pensó que “este momento” no lo iba a vivir. “A lo largo de mi carrera deportiva, si bien fue hermoso, también fue duro. A veces tuve que luchar frente a muchas adversidades para llegar a donde pude y lograr mi carrera deportiva. Este presente es un mimo al corazón”, dijo.
Para el experimentado deportista, volver a sus raíces le trae muchos recuerdos, hasta el de su abuelo, que fundó la Escuelita de Fútbol de Juventud: “Es una satisfacción enorme. Jugamos amistosos y vimos a la gente lo entusiasmada que está. Es un orgullo representar a esta camiseta y a este club que tanto amo”, remarcó.
Tombolini, no dudo en agradecer a la dirigencia de la “Furia Verde” por haberse fijado en él para esta temporada, donde entiende que por primera vez en mucho tiempo va a hacer algo que le “dicta el corazón”. “La gente del club se lo merece -continuó-. Y quienes confiaron en mí también. Ese granito de arena que tengo que aportar yo va a ser un sacrificio enorme. Mi familia está acostumbrada a mis locuras y sabe que para mi es importante”.
Las últimas pelotas y el recuerdo de Santa Fe
Casi sin dudarlo, Tombolini ensaya una respuesta que viene masticando hace mucho: “Es el final de un ciclo que me dio muchas satisfacciones. La idea es ponerle punto final a la carrera. Ojalá pueda ser con una coronación y tener un gran año”.
En este sentido, valoró que la institución se “desgaste” para que esto funcione y rasguñan las piedras para poner un centavo y que puedan tener un equipo competitivo. “Eso es memorable. Nosotros dentro de la cancha tenemos que brindarles lo mismo. Hacer hasta lo imposible para poder retribuir todo lo que nos dan”, aclaró.
El arquero, recuerda que en la mayoría de los clubes donde estuvo, su nivel fue aceptable. Y que eso tiene doble peso porque a veces la “adaptación” cuesta. “En todos los clubes fui una persona muy querida. Siempre me brindé y tengo algo muy particular, porque escudo que me pongo, escudo que entrego la vida para poder sacar todo adelante, entender las consignas del técnico y que funcione de las mil maravillas”, aseguró.
El arquero, que durante 1997 y 2002 visitó los colores de Rosario Central; y del 2002 al 2008 hizo lo mismo en Colón de Santa Fe, dice que en ambos vivió cosas maravillosas y que no podría elegir entre los dos. “En Central fui realmente feliz. Viví cosas como jugar un clásico con dos hinchadas o llegar a una semifinal de Copa Llibertadores. Éramos una gran familia. Al dia de hoy sigo viajando y encontrándome con amigos vinculados con el club”, detalló.
Mientras que sobre Colón, donde jugó 181 partidos, contó que fueron seis años increíbles, donde el “Cementerio de los Elefantes” fue casi como su tercera casa: “Recibí el cariño de la gente y me siento muy a gusto. Sigo teniendo contacto y es algo que no se olvida. Fueron dos lugares que me marcaron por una cuestión obvia. Fui realmente feliz”, sintetizó.