"Viví y sufrí algo que nunca me había pasado en mi carrera"

El Litoral

“Contra Banfield salí de la cancha sin permiso, entré sin permiso y no me amonestó. Foules no podía hacer, porque estaba en una pierna y no es fácil hacer un foul evidente así. Y el otro día con Racing también, hice cosas para recibir la amarilla y tampoco me amonestaron”, dijo Matías Fritzler, en el inicio de la charla en Radio Sol, hablando de por qué no se hizo amonestar para llegar a cinco amarillas y cumplir en estos partidos en los que no podrá jugar por su fisura.

A propósito del final del encuentro con Racing, cuando se lo vio enardecido contra uno de los asistentes, dijo que “el otro día viví algo que nunca me pasó en mi carrera, porque el asistente me dijo una cosa tan grande y grave que le dije de todo. Era para que me expulsara, pero el árbitro escuchó la barbaridad que me dijo el línea y por eso no me echó. Es una barbaridad que los encargados de impartir justicia hagan y digan algo tan grave”, señaló el volante y capitán rojinegro, quien no viajó para jugar en Mar del Plata y Lima.

“Le protesté a Baliño por los 7 minutos de descuento, que fue una locura y ahí se metió el línea y me dijo lo que me dijo, que fue una barbaridad irreproducible”, se descargó.

Después, en cuanto a la actuación tan polémica y perjudicial de Baliño, dijo que “lo que pasó no tiene discusión, hay cosas que no son grises, es blanco o negro. Es roja una agresión sin pelota como la de Neri Cardzo. Si la cobrás, no hay lugar para decir que no fue para tanto. Y Baliño la vio, por eso lo amonestó y fue una ‘cargada’ esa decisión. Lisandro López nada tenía que hacer peleando por la pelota con Bernardi, porque Christian retiene la pelota porque era tiro libre para nosotros. Entonces, era expulsión para Lisandro López. Todo eso no tiene discusión”.

Sentenció luego que “para mí eran roja las dos y los siete minutos de descuento fueron una barbaridad”.

Después hizo un balance de la era Comesaña y señaló que “nosotros arrancamos el proceso como con todo profesional, no tuvimos suerte con los arbitrajes, ese partido con Lanús fue uno de ellos, debieron expulsar a García Guerreño y no nos dieron un penal. Después de Vélez no terminamos bien, no hubo tiempo de recuperación y no jugamos bien con Banfield; y después, lo que sucedió en los medios, Julio tomó un perfil muy alto de declaraciones y la dirigencia adoptó la postura que adoptó, de cesantearlo”.

Tras aclarar que “estamos haciendo un torneo muy malo”, se refirió al manto de duda que puso Comesaña cuando dijo que “me sorprendió que un jugador como Fritzler se recupere tan rápido de un desgarro”. “Me enteré de eso el día que Julio se va, lo digo con toda sinceridad. Me dolería si fue así, yo no lo escuché. Y lo digo porque lo más valioso que tengo es el profesionalkismo y el amor por este juego, eso me lleva a trabajar hasta triple turno para recuperarme de las lesiones. Lo de 21 días para este tipo de lesiones es muy viejo, con un buen kinesiólogo como el que tiene Colón, me recupero enseguida. No hay milagros, es todo trabajo. Si Julio puso en duda eso, mi obligación es responder. Puede dudar de cualquier otro pero menos de mí”.

Volvió a aquél encuentro con Banfield y señaló que “los 20 minutos que jugué lesionado con Banfield fueron penosos porque no podía y no teníamos cambios. Al día siguiente ya estaba trabajando con el kinesiólogo. Pero cuando me fisuré la costilla, volví a los diez días y jugué. Esa vez, nadie dijo nada. Yo estoy blindado contra este tipo de temas, pero me duele igual que se dude”.