Los densos nubarrones que se ciernen sobre esta Lima que se resiste a dejar atrás el verano, forman parte de esa geografía natural, casi esperable durante buena parte del año en esta ciudad. Pero esos mismos nubarrones, aunque con otro sentido y de otra naturaleza, son los que decididamente han tapado el sol del optimismo en Colón. Si algo le faltaba, es sumar otro lesionado. Y en la práctica de este sábado, en Buenos Aires, se fracturó uno de los dedos del pie el colombiano Wilson Morelo, quien iba a ser titular el martes, por lo que, de inmediato, fue convocado Tomás Sandoval en su reemplazo.
Morelo se suma, así, a la lista de jugadores que se quedan afuera de este trascendente encuentro por la Sudamericana por estar lesionados. A la misma, ya la integraban Vigo, Esparza, Fritzler y Heredia. Medio equipo afuera.
Lavallén no debe querer arriesgar más nada y por eso, todo lo que se está haciendo y se hará hasta el momento del partido, será tomado con los recaudos del caso. No sea cuestión que otro más se agregue a una lista que ha disminuido considerablemente el potencial de un equipo que, para colmo de males, viene muy de capa caída en esta temporada y mucho más en este arranque flojísimo del año.
¿Qué pasará por la cabeza de Lavallén?, no hay demasiado para experimentar. Atrás, la vuelta de Toledo por Clemente sería la única modificación. En el medio, seguramente aparecerá Zuculini, quizás Bernardi y habrá que ver de qué manera va evolucionando Celis, ya que el volante colombiano formó parte de la lista de viajeros ya a Mar del Plata pero se quedó afuera de los 18 en el partido del viernes. Y arriba, el Pulga Rodríguez seguro y se verá con cuál acompañante.
La táctica que se empleó en el arranque del encuentro ante Aldosivi (4-4-1-1) es una firme posibilidad para que vuelva a repetirse. En Mar del Plata, más allá de los movimientos temporarios que tuvieron algunos jugadores, la idea fue que Estigarribia sea el volante más adelantado para acompañar a Rodríguez. Lavallén explicó que con Chancalay y Bueno, por los laterales, pretendía que el equipo tuviese explosión y sorpresa, algo que costó mucho conseguir durante los 90 minutos.
“Algunos cambiaré y otros repetirán”, fue la lógica respuesta de Lavallén cuando se lo consultó respecto del equipo. Desde ya que Burián, Olivera, Ortiz, Escobar, Zuqui y el Pulga Rodríguez son grandes candidatos a seguir en el equipo. Y en esta “bolsa” también habría que incluirlo al paraguayo Estigarribia. Pero son especulaciones propias de un momento de incertidumbre, que se acrecienta por la ausencia de resultados positivos y por la inestabilidad propia de los momentos complicados, acrecentada en este proceso que ya ha tenido cinco conductores (Domínguez, Fuertes, Comesaña, Goux y ahora Lavallén). “Este plantel necesita un poco de paz”, dijo el técnico, que evidentemente ha observado de qué manera está repercutiendo el bajón anímico y la falta de reacción ante la adversidad.
A esto se suman la catarata de lesionados, este periplo con tres partidos en 8 días y varios viajes, con poco descanso y casi sin tiempo para trabajar. “Tengo que arreglar de boca lo que debería hacer con trabajo en el campo”, confió Lavallén a este enviado de El Litoral. Ya hizo cinco modificaciones de Racing a Aldovisi, se vendrán tres o cuatro el martes y luego otra vez a cambiar para recibir a San Lorenzo el sábado, salvo que la diosa fortuna –que lo tiene abandonado a Colón- consiga que se encuentre en esta ciudad, ante Deportivo Municipal, un rendimiento que permita confiar momentáneamente en un determinado grupo de jugadores para tratar de conseguir esa calma que no llega.