Viajar de Santa Fe a Paraná, y viceversa, en el colectivo interurbano cada vez es más caro. El último incremento se oficializó el viernes y el servicio por recorrido, de terminal a terminal, que salía $ 31,90 subió a $ 34,80. En lo que va del año la tarifa ya aumentó tres veces y vale $ 5,80 más que en enero (valía $ 29).
Si bien los precios de los servicios en el país están en alza y el golpe al bolsillo es cada vez más frecuente, en todo ámbito económico, a este servicio que brindan las empresas Fluviales y Etacer lo utilizan, en su mayoría, estudiantes terciarios y universitarios, quienes gastan por mes, sólo para cruzar el Túnel Subfluvial cinco días a la semana, $ 1.392, sin contabilizar la movilidad en el transporte urbano de ambas ciudades.
Los pasajeros que no tienen la tarjeta Sube (Sistema Único de Boleto Electrónico) y deben comprar en ventanilla, el pasaje sale $ 65.
Tenés que leerAumentó el colectivo a ParanáOtro costo para los estudiantes es el precio del boleto urbano, ya sea para llegar a las terminales de ómnibus de ambas ciudades o para acercarse a las diferentes facultades. “Viajo de lunes a viernes y estudio en la UTN (Facultad Regional Santa Fe), es decir que me bajo en la Estación Belgrano y tengo que tomarme otro cole, que me sale más de $ 20, no tengo ningún descuento”, indicó a El Litoral, Giuliana, una paranaense estudiante de ingeniería, quien al ser consultada sobre el gasto mensual entre todos los colectivos que debe tomar, aseguró: “Este año le calculo gastar entre $ 2.000 y $ 2.500”.
La disparidad de valores en el boleto urbano de cada ciudad es abismal e influye. En Paraná el valor para estudiantes terciarios y universitarios es de $ 4,45, pero en Santa Fe el precio se triplica y es de $ 14,35.
En 2015 cuando la Sube comenzó a ser el único medio para abonar el pasaje entre las capitales provinciales, el estudiante que iba a buscar su tarjeta al registro Sube debía llevar el Certificado de Alumno Regular, para validar su condición de estudiante y una vez en el sistema iba a ser contemplado con una tarifa diferencial, pero todo quedó en la nada, y hoy, cuatro años después, el boleto estudiantil sigue sin existir.