Este jueves 21 de marzo se estrena en Argentina “Un ladrón con estilo”. En el film, Robert Redford interpreta a un hombre que pasó gran parte de su vida en la cárcel, con la particularidad de que huyó 18 veces y cometió su último robo con casi 80 años. El actor señaló que este es último papel, tras más de 60 años de carrera.
Lionsgate Todo está perdido , le valió a Redford una nominación al Oscar.
Nunca en su extensa carrera hizo de malo y, dado su porte, en ese rol le hubiese costado mucho convencer al público. Lo cierto es que Robert Redford construyó, durante 60 años, una sólida carrera en la cual compuso personaje memorables. Como será en el futuro -indica la crítica especializada- la creación que hizo para la película “Un ladrón con estilo” (The Old Man and the Gun), que se estrena este jueves 21 de marzo en los cines argentinos. Y que es, de acuerdo a los dichos del propio actor, su última actuación.
Dirigida por David Lowery, la película se basa en la historia real de Forrest Tucker, un ladrón de bancos que pasó la mayor parte de su vida en la cárcel o intentando escapar de ella. De hecho, logró fugarse en 18 ocasiones y cometió su último atraco en 2000, cuando tenía 80 años. A Redford lo secundan Sissy Spacek, Casey Affleck, Danny Glover, Tom Waits y Keith Carradine. La proximidad de este estreno, sirve de punto de partida para recorrer un puñado de películas imprescindibles que protagonizó el actor.
“La jauría humana” (1966): Robert Redford era joven y no muy conocido cuando se sumó al elenco de este complejo film dirigido por Arthur Penn, con guión de Lillian Hellman a partir de la novela de Horton Foote. Sin embargo, no se amilanó ante los nombres que iban a estar unidos al suyo (Marlon Brando, Robert Redford, Jane Fonda, Robert Duvall, James Fox) y compuso de un modo excelente a un fugitivo al que la gente de su pueblo quiere linchar y que solo encuentra refugio en la integridad del sheriff. Es la película que mejor logró captar la degradación moral de la sociedad americana de su tiempo, en parte gracias a sus actores.
“Descalzos en el parque” (1967): está aclamada traslación a la pantalla de la obra teatral de Neil Simon, de gran éxito en Broadway, fue la que terminó de gestar la química entre Redford y Jane Fonda, que luego atravesó varias películas hasta la más reciente “Nosotros en la noche” (2017). Esta crónica de la relación entre un abogado joven y conservador de gran sentido común y su alocada esposa (Jane Fonda) en un pequeño departamente ubicado en el quinto piso (sin ascensor) representa una de las comedias románticas más divertidas y encantadoras de los 60’, tan solo superada por “Desayuno con diamantes” (1961).
“Butch Cassidy and the Sundance Kid” (1969): Como expresaron alguna vez los personajes de un film de John Ford, en el Oeste, si la leyenda es mejor que la realidad, se publica la leyenda. Este western crepuscular de George Roy Hill no pretende ser fiel a los hechos reales que rodearon la historia de Butch Cassidy y Sundance Kid, pero si apunta a nutrirse lo más posible de la leyenda que los rodeó. Fue asimismo un vehículo de lucimiento para Paul Newman y Robert Redford, la primera de las dos míticas películas en las que trabajaron juntos con el director George Roy Hill.
“El golpe” (1973): Ganadora de varios Oscar y evidentemente sobrevalorada, este film de George Roy Hill es uno de los más entretenidos y ágiles de los 70’, ícono de las buddy movies (películas de compinches). El elaborado guión de David S. Ward y la banda sonora contribuyen mucho, pero sin dudas el aliciente principal del film tiene que ver con las interpretaciones de Redford y Paul Newman. El primero interpreta a un joven estafador ávido por vengar a su maestro, asesinado por un gángster, mientras que el segundo encarna al veterano experimentado que tiene que enseñarle los trucos.
“Todos los hombres del presidente” (1976): Al menos hasta el Panamá Paper, la gesta periodística que impulsaron en los ‘70 los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward desde el Washington Post seguía siendo punto de referencia para los aspirantes a esta profesión. Y mucho contribuyó para esto la película dirigida por Alan J. Pakula, con Robert Redford y Dustin Hoffman en los roles centrales. La historia real de los dos jóvenes reporteros que desentrañaron la trama de actividades ilegales de la administración del ex presidente norteamericano Richard Nixon es de por sí seductora. Y realzada por las actuaciones de Redford y Hoffman, irresistible.
“El jinete eléctrico” (1979): Este film de Sydney Pollack no suele figurar entre los más recordados de Robert Redford, pero su mensaje crítico hacia los medios de comunicación y la química que desarrolla el actor con Jane Fonda (que se mantuvo cada vez que actuaron juntos) hacen que resista muy bien el paso del tiempo. Se trata de la historia de un ex campeón mundial de rodeos que, en un giro patético, tiene que vender desayunos con un disfraz que lleva luces intermitentes. Inesperadamente, toma un caballo que vale millones de dólares y huye al desierto. Fonda es una presentadora de televisión que descubre allí un buen reportaje.
“Brubaker” (1980): Este sólido drama carcelario está basado en hechos reales y cuenta la historia de un director de prisiones llamado Brubaker (un papel que parece hecho a la medida de Redford) que destapó abusos y asesinatos cometidos en la prisión estatal de Arkansas. Para esto, se hace pasar por un preso lo cual le permite descubrir que la situación en la cárcel es de corrupción endémica. A partir de allí, sus esfuerzos por cambiar el sistema lo colocan en una situación peligrosa. La dirección es de Stuart Rosenberg, la música de Lalo Schifrin y entre los actores figuran Yaphet Kotto, Jane Alexander y Morgan Freeman.
“El mejor” (1984): El beisbol funciona como una metáfora de la sociedad en esta mullida crítica al sueño americano y al culto al éxito inspirada en la novela de Bernard Malamud. Robert Redford, en uno de sus papeles más sutiles y logrados, encarna a Roy Hobbs, un excelente bateador que debe hacer frente a un oscuro pasado y termina jugando para un equipo en crisis. Dirigida por Barry Levinson, cuenta con actuaciones de Kim Basinger, Glenn Close y Robert Duvall. Además de su historia diáfana, con buenos y malos claramente definidos, lo que sobresale es la ambientación en los años 30’.
“África mía” (1985): Inspirada, libremente, en la recordada novela de Isak Dinesen, este film de Sydney Pollack se tradujo en uno de los éxitos del cine americano de los ‘80. La protagonista, interpretada por Meryl Streep, es una mujer que se ve obligada a aceptar un matrimonio de conveniencia que la lleva a vivir a Kenia. Allí, se enamora de un aventurero romántico llamado Denys, magnífica actuación de Redford, que se contrapone a todo lo que implica su marido. Muy lograda en los rubros técnicos, el film cosechó siete Oscars, entre ellos los de Mejor Película, Director y Guión Adaptado.
“Todo está perdido” (2013): Escrita y dirigida por J.C. Chandor, le pertenece completamente a Redford, que interpreta a un marinero expuesto al límite de sus fuerzas. Durante un viaje por el océano el hombre descubre que el casco de su velero se ha agrietado tras un accidente. A pesar de las reparaciones, de su experiencia y de una fuerza física que desafía su edad, apenas logra sobrevivir. Pero el sol, la amenaza de los tiburones y el agotamiento de sus reservas lo obligan a mirar a la muerte a los ojos.