La estética del material

Redacción de El Litoral

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El Centro Experimental del Color (Bv. Gálvez 1150) presenta “Operación papel”, una muestra que reúne obras de Asael Baudino, Mariana Goñi, Alicia Santa Cruz, Viviana Pautasso, Gildo Radín, María Rosa Reina y Tatiana Robledo. La curaduría está a cargo de Mario Quinteros, quien encuentra en la selección “un catálogo de las distintas maneras de abordar y tratar el material, con operaciones simples y a la vez complejas como cortar, plegar, rasgar, enrollar, calar, ensamblar”. Podrá visitarse a partir de este jueves, mientras que la inauguración será el jueves 25 de abril, a las 20. La propuesta es organizada por el gobierno de la ciudad con el apoyo de Pinturerías Universo; y podrá recorrerse de lunes a viernes de 8 a 12 y de 16 a 20, y los sábados, domingos y feriados de 17 a 20. Siempre con entrada libre y gratuita.

Quinteros destaca que la materialidad y la plasticidad del papel dan los elementos para “desarrollar nuevos discursos estéticos”, tras “los sacudones de las vanguardias de la segunda posguerra y el surgimiento del posmodernismo como cuestionamiento omnipresente a los significados y procesos artísticos”. Las obras reunidas en la muestra, con marcas identitarias propias, son “todas y cada una necesarias, casi imprescindibles, como para otorgarle al material un salto cualitativo: de soporte y opaco, casi invisible, a un lugar de privilegio y con brillo propio”, afirma el curador. La selección surge del trabajo realizado en noviembre de 2018 durante el Seminario Alternativo del Arte en la Escuela Provincial de Artes Visuales Prof. Juan Mantovani, tras el cual quienes participaron “aceptaron este desafío y desplegaron obras de singulares perfiles en un rico proceso de investigación, reflexión y producción”, cuenta Quinteros.

Sobre las obras

Entre las obras, la de Alicia Santa Cruz aparece “como una enorme bufanda que pende en el aire” y abriga “un homenaje a su madre que dejó como legado la tibia coraza de sus tejidos en la primera infancia”. La artista “realiza una simbiosis entre el papel industrial y el hilo para concebir esta pieza de grandes dimensiones y una textura que conmueve”. En tanto, la pieza de la muestra que remite directamente al vestuario es “Desbordada” de Tatiana Robledo, en “donde la ropa se presenta como una coraza para conjurar los males del mundo. Un escudo de papel para canalizar una energía que estalla, explota y se derrama en cascada”.

Una de las propuestas más abstractas es la de María Rosa Reina, que muestra “una secuencia de unidades dispuestas en cuadrícula, con un orden que parece destinado a romperse”. Se trata de módulos de origami plegados en papeles bancos y rojos, ejecutados de manera milimétrica y dispuestos de manera tal en el plano que generan “una sensación de calma amenazada”. Por su parte, Gildo Radín “recurre a los colores fríos para rescatar el dramatismo sufrido en Santa Fe en la inundación de 2003”, en una producción centrada en dos fuerzas que se entrechocan: “Por un lado una serie de conos deformados y amenazantes que penden de una nube de lienzo y, desde el piso, las huellas de las gotas implacables de la lluvia que sepultó en agua la capital provincial”.

Mariana Goñi sublima la poesía del viaje en su trabajo titulado “A donde quieras que vayas”, un site specific integrado por más de 800 mariposas logradas en origami. Su disparador son los mapas, como síntesis, invitación y materia de trabajo en todas sus escalas, y así “empuja la mirada al mundo e impide detenerse, sin más sentido que seguir vivo en cualquier punto de la travesía”. En “Recuerdo de infancia”, Viviana Pautasso “cala el papel como su memoria en una pieza que la retrata, de niña, feliz con su vestido nuevo”. La imagen “se expresa como toda remembranza: flotando en el aire”. Por último, Asael Baudino presenta dos “Mantas” en dos planos de papeles, “en los que la artista replica diseños textiles de comunidades indígenas argentinas, con una secuencia de cortes sobre el papel, que le permiten ‘levantar’ pequeñas piezas conformando una textura de relieve tan sensible como contundente. El sutil juego de sombras potencia el ritmo de los cortes que resuenan a nuestra tierra”.