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El gasoducto que llevó a cabo la Nación podría estar en funcionamiento desde octubre de 2018. La Provincia ha pedido hacerse cargo. No tuvo respuesta.
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“Desde septiembre de 2018 ya todo el Gasoducto del Noreste Argentino (Gnea) en el tramo de Santa Fe y Chaco cuenta con gas natural dentro de las cañerías a 20 kilos de presión. Estamos hablando de 500 kilómetros de gasoducto en 24 pulgadas y 450 kilómetros de gasoducto en ocho, seis y cuatro pulgadas o sea que en estos momentos hay 2.000.000 de metros cúbicos de gas dentro de la cañería listo para ser utilizado por las localidades”, explicó el subsecretario de Gas y Energías Convencionales de la Provincia, José Luis Parrino.
El funcionario explicó que es el gobierno nacional el que debe hacer que esa inversión pueda ser utilizada por santafesinos y chaqueños. Y lamentó que hayan pasado ya 8 meses sin que se haya avanzado sobre el tema.
Mientras, denuncias de vecinos, de funcionarios y en la última semana de legisladores, dan cuenta del deterioro que sufren las instalaciones superficiales del gasoducto. Las estaciones para su operación y mantenimiento han sido invadidas por la maleza. Robos, roturas y daños -al haber sido abandonados a su suerte por el gobierno nacional- se suceden en esos predios.
Competitividad desaprovechada
La Secretaría de Estado de la Energía de Santa Fe censó a las empresas que “estarían en condiciones inmediatas de conectarse al sistema troncal del Gnea lo que representaría un consumo de 250.000 metros cúbicos por día constante a lo largo de todo el año”. En total, son 24 empresas, en su mayoría cerealeras, alimenticias, lácteas, firmas vinculadas al desmonte del algodón, a la industria del aluminio y a los biocombustibles. Muchas de ellas hoy queman leña.
Esto significaría “más competitividad a partir de la sustitución de combustibles. Todo el norte santafesino fue históricamente utilizador de biomasa, cambiar esa matriz a gas natural implica un beneficio económico y un mejoramiento del medio ambiente porque el gas natural es un combustible que genera mucho menos gases de efecto invernadero”, afirmó Parrino.
“Con la demanda de los usuarios, con la operación y mantenimiento y con el esquema de relación Nación y Provincia aún a la fecha, en abril de 2019 estamos ansiosos de tener una respuesta del gobierno nacional y la pregunta que nos hacemos es cómo puede ser que una obra que ya tiene gas desde septiembre de 2018, que hay voluntad del gobierno provincial de llevarla adelante y en la que el Estado nacional -a través del aporte de todos los argentinos- invirtió un monto que supera los 1.800 millones de dólares no pueda ser usufructuada”, cuestionó el subsecretario de Gas y Energías Convencionales.
Sin respuesta
Santa Fe le plateó a la Casa Rosada la posibilidad de efectuar una concesión directa del Estado nacional al Estado provincial- de Ieasa a través de Enerfe- “para que se comience a abrir el grifo a las localidades para que puedan tener gas en sus viviendas y para sus industrias”, indicó Parrino.
A su vez “se presentó un cronograma de lo que sería la operación y mantenimiento donde se establecieron seis puestos de control y mantenimiento. El despacho principal que estaría en la sede de Enerfe en la ciudad de Santa Fe y unidades operativas en las localidades de San Justo, San Cristóbal, Tostado, Reconquista y en el caso de tomar también la parte de Chaco, en Resistencia y en Roque Sáenz Peña”, agregó.
Pedido conjunto
Por último, el funcionario provincial comentó que desde hace semanas se reúnen con municipios, comunas y senadores departamentales con el fin de “apoyar a la Provincia para que solicite en forma conjunta la necesidad imperiosa de que el Estado nacional habilite el Gnea para comenzar rápidamente a usufructuar el servicio de gas natural”.
Toda esta situación fue expuesta esta semana por el funcionario en un encuentro en el que participó el senador del departamento La Capital, Miguel González, y los presidentes comunales de Llambi Campbell, Nelson, Candioti y Emilia.
“La dilación demora también las redes”
La Empresa de Integración Energética Argentina SA (antes Enarsa) terminó la obra del Gnea en septiembre de 2018. Para octubre la tubería estaba lista, con todo lo necesario para proveer de gas a poblaciones que -en algunos casos- ya cuentan con redes domiciliarias.
Sin embargo, a la fecha, todavía no definió quién va a hacer la operación y mantenimiento de ese gasoducto.
Esto genera -en primer término- “una dilación en término de los enganches de las localidades para que comiencen a distribuir gas y para que los usuarios residenciales e industriales puedan usufructuar ese servicio público; en segundo término, hablamos de la peligrosidad de tener un sistema de 900 kilómetros de gasoducto con sus 70 instalaciones de superficie con gas natural a presión sin ningún tipo de mantenimiento ni de control, que es un sistema de alta peligrosidad por el combustible que significa”, explicó el subsecretario de Gas y Energías Convencionales de la Provincia, José Luis Parrino.
En aquel mes del año pasado, cuando las empresas contratistas que llevaron a cabo la obra habían realizado las pruebas y habían cargado el tramo de cañería con gas, Santa Fe pidió operar el Gnea de manera formal.
La Secretaría de Estado de la Energía de la Provincia de Santa Fe presentó a Ieasa un modelo de acta acuerdo mediante la cual ratificaba lo expresado por el gobernador Miguel Lifschitz para hacerse cargo de la operación y mantenimiento del Gnea.
Tras esa solicitud, en contactos directos con funcionarios nacionales, la Provincia repitió su solicitud, pero no tuvo respuestas. A la fecha hay 2.000.000 de metros cúbicos de gas dentro de la cañería listos para ser utilizados por las localidades.
Respecto de fines de 2018 la situación del Gnea ha empeorado: nadie está a cargo de su operación.