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Primero se inoculará a los trabajadores de la salud, por estar en contacto con los pacientes. Luego seguirán los grupos de riesgo (embarazadas, niños de entre seis meses y dos años, paciencias cardíacos y personas mayores). Las recomendaciones.
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Comenzará el próximo lunes en toda la provincia la campaña de vacunación antigripal destinada a grupos de riesgo. Los primeros en recibir la inoculación antigripal serán todos los trabajadores de la salud, quienes reciben las consultas de los pacientes, y están en contacto con éstos. Luego se proseguirá con los grupos de riesgo, adelantó la Ministra de Salud, Andrea Uboldi, este miércoles en conferencia de prensa.
Dentro de los grupos de riesgo se encuentran las embarazadas (en cualquier momento de su gestación); los niños de entre seis meses y dos años; las personas que tienen patologías crónicas (pulmonares, cardíacas, renales, trastornos en las defensas), y los mayores de 65 años. “Nuestro objetivo es llegar a estos grupos lo antes posible”, aseguró la titular de la cartera sanitaria.
Para estos grupos, la vacuna está garantizada en todos los efectores públicos de la provincia. Con respecto al PAMI, Uboldi aclaró: “Se van a entregar estas dosis para que el Colegio de Farmacéuticos en Santa Fe y en Rosario las distribuyan en sus instituciones, hasta tanto reciba las dosis correspondientes por parte de la obra social”. A través de un acuerdo provincial único con las farmacias, “hicimos una redistribución de dosis para la cobertura”, señaló la ministra.
La gripe y sus síntomas
Desde la cartera de salud se recordó que la gripe se manifiesta a través de un cuadro de fiebre alta, tos y dolores musculares que pueden ser leves o moderados. En la mayoría de los casos, los pacientes no tienen dificultades graves. Sin embargo, el riesgo de desarrollar complicaciones (la más frecuente es la neumonía) aumenta entre los grupos de riesgo.
Los síntomas de todas las gripes son similares. Todos los tipos de gripe pueden causar fiebre o sensación de fiebre con escalofríos, tos o dolor de garganta, dolores de cabeza y/o de cuerpo y cansancio. Algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, lo cual es más común en los niños que en los adultos.
Para evitar contraer gripe se recomienda: lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón, especialmente al regresar a la casa luego del trabajo, la escuela o alguna salida; si no se cuenta con agua, se puede utilizar alcohol en gel al 70 % y evitar la concurrencia a espacios cerrados con mucha gente; ventilar bien las casas, espacios laborales o escolares. También, se sugiere cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar, preferentemente con el codo, y utilizar pañuelos descartables.
La vacunación
Lo más importante para protegerse contra la gripe y sus posibles complicaciones graves es que todas las personas incluidas en los grupos de riesgo se vacunen todos los años. De igual modo, las personas con riesgo alto de contraer gripe (niños, ancianos y personas con ciertas afecciones) deberían recibir, además, la vacuna neumocócica. La vacuna contra la gripe de temporada protege contra tres virus de influenza: H1N1, H3N2 y B.
Los niños mayores de seis meses y menores de dos años deben vacunarse contra la gripe de temporada, tan pronto como la vacuna esté disponible, ya que este grupo etario no cuenta con las defensas suficientes para protegerse. Si un niño recibe la vacuna contra la gripe por primera vez, necesitará dos dosis, con un intervalo de cuatro semanas. Si no se cuenta con la formulación pediátrica correspondiente, será necesario usar la mitad de dosis de la de adultos.
Por su parte, las mujeres embarazadas presentan mayor riesgo de enfermedad grave y muerte, pudiendo también producirse complicaciones como muerte fetal, neonatal, parto prematuro y bajo peso al nacer, advirtieron desde el ministerio. El riesgo es el mismo durante todo el embarazo. En este caso, la transferencia de defensas al recién nacido por parte de la madre vacunada durante el embarazo, brindarán al niño la protección durante los primeros meses de vida.
Luego de la vacunación, la protección se obtiene en dos o tres semanas. En tanto, la duración de la inmunidad es de seis a 12 meses. Los virus de la influenza que contiene la vacuna están inactivos ya que al fabricarse las vacunas se matan los virus que se utilizan.
El efecto secundario más común de la vacuna es el dolor causado en la zona donde se aplicó la inyección. Otros síntomas como la fiebre, los dolores musculares y la sensación de malestar o debilidad no son muy frecuentes y ceden dentro de los días de aplicación de la vacuna. La vacunación puede resultar beneficiosa mientras sigan circulando los virus de la influenza. Si el paciente no se vacunó antes, puede recibir protección vacunándose ahora o posteriormente.