Por Marcela Brizuela (*)
Por Marcela Brizuela (*)
El sociólogo Paul Lazarsfeld (1901-1976), teorizó sobre el voto como decisión, en su obra Personal Influence (1955), donde se interesó por el comportamiento de la audiencia de los programas de radio y de televisión, donde aparecían candidatos políticos, y por qué elegían a determinado candidato y no a otro. A tal efecto, pondremos el foco sobre los candidatos políticos de esta etapa electoral, para detallar lo más destacado de sus comportamientos, en tanto homus politicus de los tiempos que corren.
EVOLUCIÓN Y DESPUÉS
Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) afirmaba que el hombre es un animal político (1). Metáfora que alude a esa singularidad humana de contar con la capacidad de vincularse por el instinto gregario y la vocación de hacer de los sueños y anhelos colectivos, un destino común. La reflexión aristotélica es el final de un camino evolutivo, desde el homus pitecantropus -de aspecto todavía simiesco- que se irguió sobre sus dos piernas y pasó a ser el homus habilis, apto para fabricar sus herramientas, planificar la cacería, articular sonidos con significados, buscar refugio ante lo desconocido, y sacralizar o espiritualizar la vida, “evolucionando en el abuelo o bisabuelo del homus politicus de Aristóteles, una entidad profundamente involucrada en las relaciones y actividades políticas” (2).
El ser humano, ya sea por su forma erecta de caminar o su capacidad de moldear herramientas; por su lenguaje, pensamiento o religiosidad; o bien por el modo de producir en sociedad; ha logrado que en los albores de la civilización todas esas características se conjugaran, para que la política evolucionara en lo que fue para Aristóteles, la ciencia rectora suprema (3), la misma que -aunque perversa en aspectos morales- clamara Maquiavelo para su Italia fracturada durante la época del Renacimiento.
Desde la antigua Grecia, la política rige los destinos de la humanidad. Máxime en estos días que transitamos tiempos de campaña electoral, momento propicio para que los candidatos honren a la máxima aristotélica. Porque en los centros de poder económico, la política brilla como el sol, mientras en las periferias empobrecidas, brilla por su ausencia.
COMO SE VEN LOS VOTAN
“un candidato... avizora futuro y se relame...” (4).
Por el amplio espacio de difusión en los medios masivos de comunicación social, que tienen diversas expresiones (o facciones) políticas, advertimos que se promueven figuras de diverso talante sociocultural. Algunos son políticos de trayectoria, por no decir las mismas caras; otros son artistas, o deportistas, o periodistas, o referentes sociales; que se proponen como el relevo de la vieja política. Lo habitual en épocas electorales (cada dos o cuatro años), es como los candidatos interpretan un libreto de promesas, que implica un despliegue de comunicación verbal y no verbal. Muchos se muestran con una amplia sonrisa (photoshop mediante) en cuanto afiche, cartel o volante se instala en el espacio público. Hacen gala de una felicidad que pretenden transferir a sus pretendidos votantes, mientras que estos a su vez, se preguntan de qué se ríen los candidatos. Tal vez porque como dice el escritor charrúa, el candidato “avizora futuro y se relame” (5).
Hay partidos políticos, que presentan sus listas de candidatos en locales gastronómicos del centro o en salones de eventos del puerto; otros, en clubes o bailantas de las barriadas suburbanas. Muchos candidatos se muestran caminando los barrios y hasta vestidos “de entre casa”, para no desentonar con las carencias de las periferias excluidas.
Es una época en la que muchos candidatos, además de ponerse en estado físico por tanto caminar -y timbrear- por los barrios, se percatan de la existencia de lugares por los que jamas hubieran pasado. Se ponen al día de las necesidades estructurales como: calles sin pavimento, cuadras sin iluminación y limpieza, falta de espacios verdes, o falta de empleo y vivienda digna; y de las carencias simbólicas como: ausencia de bibliotecas públicas, centros educativos, culturales y deportivos. Corroboran que todas esas carencias, devienen en el atraso y degradación material y moral, de aquellos a los que les estrechan las manos, les dan besos y abrazos, y hasta toman mate.
Es un tiempo en el que reluce el carisma y la locuacidad, porque como dice una popular conductora de televisión, “Como te ven te tratan...” (6), y para el caso que nos convoca, como te ven te votan.
SIN LUGAR PARA LOS DÉBILES
“Para hacer política hay que estar dispuesto / a tirar la honra a los perros” (7).
Los candidatos oficialistas ponderan las obras y acciones ejecutadas de la gestión que representan; y los candidatos opositores, cargan culpas sobre las incorrecciones de la gestión que aspiran relevar. Todos prometen hacer lo que falta y mantener o mejorar lo que esta hecho. Muchos se muestran junto a los artistas o atletas amateur de los barrios donde no llegó el Estado de Bienestar, y les prometen -siempre que ganen- generar políticas que los impulsen.
Todos son artífices de la contaminación visual y auditiva en los medios de comunicación y en el espacio publico, donde últimamente, una casta de militantes dirimen sus diferencias por una porción de pared o poste de alumbrado, con actos violentos que perjudican a propios y a extraños. No falta quien diga que todo es parte una campaña sucia. Nunca más oportuno aquello de que la política es sucia, y el que esté menos sucio, es el que puede ser victorioso.
Así como en el mes de diciembre, Papá Noel -metáfora de consumismo y hedonismo, del tener que gastar sin límites- y el Niño Jesús -metáfora de austeridad y recato, del tener que contener a los más débiles-, se proponen como representantes de la Navidad; en tiempos de campaña electoral, los candidatos muestran su cara más amable y ocultan (siempre que logren hacerlo) su lado más oscuro. Porque es el momento de mostrarse más capaz y más fuerte. Ya que en las lides de la arena política, no hay lugar para los débiles.
(*) Comunicadora Social, UNER.
Referencias:
(1 y 3) Aristóteles. (1998.) Política. Editorial Gredos. Madrid.
(2) La evolución del hombre. Disponible en http://hicido.uv.es/Expo_medicina/Morfologia_XIX/evolucion.html
(4 y 5) Benedetti, Mario. (1989). Los candidatos. Despistes y franquezas. Uruguay.
(6) Mirtha Legrand, actriz y conductora televisiva.
(7) Pan, Luis. (1996). El mundo de Nicolás Repetto. Nuevohacer. Buenos Aires.