El Litoral / [email protected]
Desde Atea, asociación que reúne a los conductores, exigen que se señalice mejor el estacionamiento. El municipio aseguró que ya comenzaron a repintar los lugares de prioridad y a reponer la señalética vertical de los diferentes transportes de la ciudad.
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Ingresar y egresar del entorno escolar para los vehículos en la ciudad es todo un problema. Autos, camionetas y motos llegan a las inmediaciones de las escuelas y el estacionamiento está colapsado. Pero quienes sufren aún más este congestionamiento son los transportes escolares. “El tránsito en Santa Fe es un caos y las dársenas que tenemos habilitadas para estacionar están ocupadas por autos particulares, y los que estacionamos mal somos nosotros porque paramos en doble fila o en un garaje”, reclamó Daniel Correa, presidente de la Asociación Transportistas Escolares y Afines (Atea), en diálogo con El Litoral.
El centro-sur santafesino, con sus calles angostas, es todo un periplo para padres, docentes y los mismos transportistas. Entre los establecimientos que mayores complicaciones tienen para el ordenamiento vial en este sector de la ciudad, Correa observó: “En el Huerto nos ocupan las dársenas de Lisandro de la Torre, y en el Colegio Inmaculada también; varias veces tengo que discutir con los padres porque estacionan de ambos lados y el mismo caos es la Escuela Normal”, y agregó que a fines del año pasado fueron inspectores a supervisar, pero no duraron mucho tiempo.
“Nosotros somos los más visibles y después tenemos que escuchar que los padres dicen: ‘Mirá cómo paran estos transportes’, y no entienden que no tenemos lugar”, reprochó.
En consecuencia, demorarse en una escuela por los vehículos mal parados, sean motos o autos, implica a los transportistas atrasarse en el recorrido que deben hacer para dejar a los alumnos, y con ello otros actores también se ven perjudicados. “Tiempo es lo más perdemos; nosotros al mediodía organizamos un recorrido para no llegar tarde a buscar a los chicos porque las maestras también tienen que irse y nos tienen que esperar porque venimos retrasados”, explicó el transportista y concluyó: “Pedimos que los padres respeten nuestro lugar porque ellos tienen que buscar a uno o dos chicos y nosotros tenemos que buscar en cinco o seis escuelas”.
Los padres también se preocupan por esta falta de orden en las escuelas y una mamá de Inmaculada contó a este medio: “Protesto cada día por el mal manejo que tenemos todos en la vía publica: papás que estacionan en doble fila obstruyendo totalmente la circulación y niños que cruzan por cualquier lado. Para colmo, desde mi óptica, todo se vió complejizado aún mas con la remodelación del barrio sur.
Se redujeron dársenas de estacionamiento, calles y veredas al mismo nivel que exponen a mayor riesgo a los niños, y en días de lluvia la zona se vuelve intransitable. La señal de tránsito de ‘No estacionar’, existe. El problema es que nadie previó dónde hacerlo”.
Mayor demarcación
Una de las solicitudes de Atea para mejorar el ingreso y egreso a las adyacencias de las instituciones educativas es mejorar la demarcación y señalización del estacionamiento exclusivo para los transportes, ya que observan que la señalética horizontal está despintada y la vertical, es decir los carteles, faltan o también están ilegibles. “A fines del año pasado le pedí a (Ramiro) Dall’Aglio (secretario de Control del municipio) que aprovechen a demarcar las dársenas en febrero cuando no trabajamos, y al menos nos dejen lugar para dos o tres camionetas”, comentó Correa.
Ante la consulta de este medio, Dall’Aglio destacó que ya iniciaron un plan de demarcación: “Terminamos el proceso de compra toda la señalización horizontal con pintura en caliente y vertical con los carteles de los cuatro subsistemas del transporte público. Ya empezamos la semana pasada a demarcar las dársenas para taxis y remises en Festram. Seguiremos con las paradas de transporte urbano de pasajeros y para los transportes escolares tenemos acordados 12 lugares, y por lo que charlamos con ellos (por Atea) la zona en la que más se necesita es el macrocentro”. Además, el funcionario detalló que tienen previsto un mes de ejecución para mejorar estas señalizaciones.
Con inspectores, la situación es otra
En aquellos establecimientos que cuentan con inspectores, la situación y el respeto por las normas de tránsito se cumplen, o bien se agilizan las maniobras de los infractores. “Cuando hablé con la Municipalidad para que nos coloquen más inspectores al mediodía —momento en que más se complica el estacionamiento— me dijeron que no les alcanza el personal”, resaltó Correa, respecto a una problemática que corroboró El Litoral en un informe publicado el año pasado sobre el entorno escolar.
Con relación a esto, Dall’Aglio dijo: “No tenemos capacidad para mandarle inspectores a todas las escuelas de la ciudad. Determinamos 20 escuelas como críticas por seguridad vial, y la más importante históricamente es la escuela Gálvez de calle Blas Parera. Mandarle a todos es materialmente imposible”.
Por otra parte, el funcionario mencionó que la idea es estar un tiempo en cada escuela y que después de ello las propias instituciones tomen el tema y hablen con los padres. “También solicitamos que las escuelas separen el horario de ingreso en las que tienen gran asistencia de alumnos. Donde hay colaboración de las escuelas los problemas se van resolviendo”, remarcó. A su vez, resaltó que la ciudad “no puede necesitar un inspector por escuela en los ingresos y egresos de los chicos, por eso trabajamos con las autoridades escolares, padres, maestros y municipio para generar una buena convivencia y que no sea necesario cortarse el tránsito en la cuadra”, concluyó el secretario de Control.