A poco menos de un año de la sanción de una ordenanza en el Concejo Municipal que impone la implementación de un cupo laboral trans en el Estado municipal, ya son seis las personas integrantes del colectivo LGBTI santafesino (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales) que ingresaron como practicantes a distintas dependencias.
La norma busca contrarrestar una dura realidad para dicho sector social: la falta de oportunidades de acceso al empleo formal, lo que implica, a su vez, una falta de garantía de derechos y la consecuente discriminación. Con esta modalidad que ya se aplica también en otras ciudades santafesinas se persigue una transformación sociocultural, contra la estigamatización. Mediante ese cambio, la ordenanza busca que haya más oportunidades de empleo formal en el ámbito privado. Y a nivel provincial, el proyecto de ley tiene media sanción, pero todavía se sigue debatiendo.
“Estoy profundamente emocionada por tener esta oportunidad, para la que tuve que formarme a través de talleres de capacitación y, finalmente, ingresé”, dijo Shendell Spingola, que desde hace dos semanas está como practicante al frente de Admisión en el Área de la Mujer municipal. “Entiendo que fue difícil la selección y nos han contenido mucho desde hace tiempo, pero es el fruto de la capacitación y de tener una oportunidad laboral”.
Shendell trabaja junto a profesionales, psicólogas y abogadas y asegura que ellas le “facilitaron las cosas”, lo que hizo “muy fluido” su ingreso. Antes debió soportar que le cierren las puertas en la cara. Pero su lucha, que incluyó su participación en la Mesa Trans Santafesina, le permitió conseguir una oportunidad laboral y continúa su activismo para que otras personas también lo logren.
Otra de las mujeres que tuvo la oportunidad de ingresar a trabajar a la Municipalidad es Luz Vega, quien —invadida por la emoción— admitió que fue “un cambio muy importante” en su vida. Ella se desempeña ahora en el equipo de Diversidad, luego de realizar cursos y talleres. “Me encantaría que otras puedan tener la misma oportunidad”, dijo, al igual que Shendell.
Los integrantes de la Mesa Trans pugnan ahora por la sanción de la ley provincial, mientras participan de charlas para explicarle a la gente qué es la diversidad, entre otras acciones de concientización. “En Santa Fe las opciones laborales son escasas, si no es a través de un cupo o una ONG no hay posibilidades de trabajo formal, la alternativa es ser creativas y tener oficios para sobrevivir”, contó Shendell, y agregó: “Estamos atravesadas por el mandato social al que nos empuja el sistema, que es la prostitución. Hay chicas que lo viven como un trabajo que eligieron, pero la mayoría querría tener otra opción y no la tiene, para poder acceder a una vida social, integrarse, tener acceso la vivienda, la salud o a un crédito”.
Tenés que leerEn la provincia no hay ley de cupo laboral transLa norma habilita un cupo laboral dentro de la administración municipal de al menos cinco personas travestis, transexuales y transgénero mayores de 18 años y con residencia permanente en la ciudad. Esto quiere decir que el Estado municipal en todas sus jurisdicciones (Departamento Ejecutivo, sus organismos descentralizados y Concejo), debe garantizar como mínimo ese número del cupo anual, y designar a las personas beneficiarias como personal de planta permanente, transitoria o contratada.
Para instrumentar la norma se creó un Registro Único de Aspirantes (RUA), donde se relevó a travestis, transexuales y transgénero que aspiren a obtener un empleo en el Estado municipal. También se creó un registro de empresas privadas que ofrezcan trabajo. En el registro figuran datos personales, estudios validados, antecedentes laborales y cursos de capacitación realizados. La norma señala que las personas travestis, transexuales y transgénero que sean beneficiarias de este cupo “gozarán de los mismos derechos y estarán sujetas a las mismas obligaciones de todos los empleados municipales, incluida la licencia municipal por violencia de género, según normativa vigente.
Para llevar adelante la implementación de esta norma, la Municipalidad realizó primero un censo, que arrojó la presencia de 76 personas trans en la ciudad, de las cuales 56 se inscribieron —entre noviembre y febrero— para acceder a un puesto laboral, y este año ya se incorporaron 6, en el marco del Programa de Entrenamiento y capacitación Laboral (Ord. 11452). Dos de ellas atienden al público en el programa Igualdad en al Diversidad, otras son talleristas de las Escuelas de Trabajo y como orientadora social. Para poder acceder a la planta permanente deben concursar. Allí “se tiene en cuenta la Ordenanza”, aclaró Rocío Giménez, subsecretaria municipal de Acción Social.
La funcionaria destacó que ya venían implementando acciones para promover el ingreso laboral trans, en apoyo a la Mesa que las nuclea. “La Ordenanza es una acción reparadora hacia este colectivo de personas”, dijo Giménez, ya que “hay evidencia de que su promedio de vida es de 40 años, debido a sus condiciones, porque son uno de los grupos más discriminados por la sociedad, pero ahora tienen el apoyo del Estado”.
Según las estadísticas de la Mesa Trans de toda Santa Fe, son más de 900 las personas de este colectivo en toda la provincia. Hace un tiempo se realizó un censo en toda la “bota” pero todavía no se dio a conocer su resultado, por lo que no cuentan con la cifra exacta.
“Estoy profundamente emocionada por tener esta oportunidad, para la que tuve que formarme a través de talleres de capacitación y, finalmente, ingresé”