Gustavo Capeletti / [email protected] / Agencia Reconquista
Tiene 35 años y fue detenido. El miércoles será imputado por homicidio agravado por el vínculo. Se espera la autopsia para determinar cómo último a su progenitora, de 75 años.
Gustavo Capeletti / [email protected] / Agencia Reconquista
Mario Ezequiel Macía, único detenido y principal sospechoso de haber dado muerte a su madre de 75 años para luego incinerar el cadáver junto con la casa donde vivía, resistió el arresto que buscaba imponerle la comisión policial que llegó hasta su morada en el paraje Santa Lucía, situado al oeste de la ciudad de Vera.
Llegó incluso a forcejear con los uniformados, pero una vez reducido clamó que lo maten por lo que había hecho, de acuerdo con fuentes confiables del atroz caso.
El sujeto, de 35 años, fue aprehendido y alojado en la tarde del domingo en la alcaidía de la Unidad Regional XIX, a la espera de la audiencia imputativa que tendrá lugar el próximo miércoles en la Oficina de Gestión Judicial de Vera.
El fiscal Martín Gauna Chapero pedirá imputarlo por homicidio agravado por el vínculo, aunque se espera el resultado de la autopsia.
Se sospecha que pudo haber ultimado a su progenitora con un disparo de arma de fuego. Algún hueso roto de lo poco que pudo rescatarse de la humanidad de la víctima podría alumbrar esa hipótesis, que de confirmarse calificaría el crimen.
El hecho ocurrió en la zona rural, a unos 15 kilómetros de Santa Lucía el viernes. El cadáver de Rosa Gorosito apareció calcinado dentro de la casa donde vivía, junto a su marido.
El hecho
El horrendo crimen salió a la luz cuando Macía concurrió a comer un asado a casa de los Cainelli en el mediodía del domingo. Entre vinos contó que la noche anterior había explotado la garrafa de su casa y como consecuencia de ello su madre perdió la vida. Y que su padre había quedado sentado afuera de la casa porque todas sus cosas se habían quemado.
Azorados por lo que escuchaban, los Cainelli lo llevaron de regreso a su casa y así dieron con el cuadro dantesco, según reconstruyó la investigación en curso.
El cadáver de la mujer estaba hecho cenizas en una de las piezas y gran parte de la vivienda destruida por efecto de las llamas. Los Cainelli encerraron en una pieza a Macía y luego dieron aviso a la policía, que acudió al lugar.
De acuerdo con lo que relató el padre, que fue hallado caminando en forma errante por un camino vecinal y de unos 87 años, el plan macabro del hijo era asesinar a la madre, y luego a él para posteriormente suicidarse.
Don Raymundo Macía dijo a quienes lo encontraron que su hijo tenía un pacto con su madre de morir, ya que se querían mucho, “pero yo no quise y me encerré en una pieza solo. Yo voy a morir cuando me lleve Dios”.
Los restos de la mujer, de 75 años, víctima de su propio hijo, fueron llevados a la morgue judicial de Reconquista para una eventual autopsia, aunque esto no está claro si podría ser posible, dado que sólo son restos óseos y cenizas.