Dieciséis chicos debieron ser internados el miércoles por la tarde, luego de intoxicarse con la comida que les dieron en la escuela a la que asisten, la República Oriental del Uruguay, ubicada en la intersección de calle Fray Cayetano Rodríguez y la avenida López y Planes, cerca del cementerio municipal.
Los menores, de entre 11 y 13 años, fueron trasladados a los hospitales Iturraspe y de niños Orlando Alassia. Allí fueron asistidos por los profesionales correspondientes. Este jueves a la mañana, luego de los estudios de rigor, ya todos habían sido dados de alta, con órdenes estrictas a seguir, durante un tiempo determinado y una dieta acorde.
Juan Cruz Giménez, director de la Región IV de Educación de Santa Fe, explicó que tomaron conocimiento del problema el miércoles, alrededor de las 14. “Vimos el informe médico que determinó una intoxicación leve de ese grupo de chicos de sexto y séptimo grados”.
La escuela tiene jornada ampliada, entran a las 10 y salen a las 17, es decir, que tiene un grupo de comensales de 500 alumnos que atiende todos los días, y que siempre comen todos lo mismo. Esta oportunidad, no fue la excepción. Para algunos chicos es el único alimento que reciben durante la jornada.
“Una vez que nos enteramos, activamos el protocolo correspondiente. La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) nos indicó los pasos a seguir. Decidimos que no habrá ninguna actividad por 72 horas en la cocina comedor, se pasan todos los elementos de comida a evaluación y se esperan los resultados, como así también los informes médicos, que determinaron el alta de los 16 alumnos que ya están en sus domicilios y deben cuidarse”, comentó Giménez.
Para los días que vienen, además de los estudios correspondientes que realiza la Assal ante una situación como ésta, se trabaja en garantizar una dieta que no se procese de ningún modo con los alimentos que están siendo investigados.
“Todavía se desconoce cuál pudo haber sido el factor determinante de la intoxicación. Stock, compra de los alimentos, control, manipulación, red de agua potable. Todos estos son elementos a analizar. Por el momento no se desecha nada”, aseguró el funcionario provincial.
La última comida recibida fueron fideos con salsa y un postre; no obstante, todas las comidas son procesadas y evaluadas. Cada escuela con jornada ampliada tiene una dieta aprobada, que varía todos los días. Tampoco se descarta la posibilidad de que haya sido algo que se ingresó a la escuela.
Sobre lo ocurrido, Sebastián Miranda, padre de dos de los chicos afectados, contó que alrededor de las 14 lo llamaron del establecimiento para que los fuera a buscar,porque estaban descompuestos.
“Fue por el mal estado de la comida que les dieron en el comedor”. Sus hijos le contaron que les dieron fideos con salsa. “Mi nena me dijo que olía mal, y no comió mucho”, y mencionó que hace un tiempo “también les sirvieron comida fea, pero esa vez mis hijos directamente no la comieron”.
Miranda también relató que los síntomas en los menores eran similares y comunes en la mayoría de los afectados: chuchos de frío, fiebre, vómitos y dolor de cabeza.