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La primera ministra británica insiste en el acuerdo que ya fue rechazado en tres oportunidades por la Cámara de los Comunes.
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El proyecto de ley del Acuerdo de Retirada, que comenzará su tramitación parlamentaria durante la primera semana de junio, incluirá “un paquete de medidas mejorado” informó la jefa de Gobierno británico en un artículo publicado por el diario The Sunday Times.
La propuesta, cuyos detalles aún no fueron difundidos, implementará los términos de salida de la Unión Europea (UE) que el gobierno pactó con Bruselas el pasado noviembre.
“Voy a pedirles (a los diputados) que evalúen un acuerdo nuevo y mejorado, que lo hagan con una mirada renovada y le den su respaldo” indicó May.
“Todavía creo que es posible formar una mayoría en el Parlamento para salir (de la UE) con un pacto”, recalcó May.
Lo cierto es que la hoja de ruta de la salida del bloque regional establecía que el Reino Unido tenía que salir de la UE el 29 de marzo pasado, pero la falta de un acuerdo parlamentario que ratifique lo pactado con las autoridades europeas, provocó que se postergara la fecha de desconexión hasta el próximo 31 de octubre.
A pesar de que las conversaciones con el Partido Laborista para tratar obtener el respaldo de la oposición se suspendieron la pasada semana, la líder conservadora asegura que esos contactos sirvieron para “comprender mucho mejor lo que es necesario para que un acuerdo pueda pasar el corte”, informó la agencia de noticias EFE.
Subrayó que “muchos diputados laboristas quieren realmente materializar el Brexit” y que el gobierno y el principal partido de la oposición han encontrado un terreno común en cuestiones como “los derechos y protecciones para los trabajadores, el medio ambiente y la seguridad”.
En la próxima reunión semanal del gabinete del Ejecutivo, prevista este martes, May analizará con sus ministros los “cambios” relativos al acuerdo del Brexit que está valorando.
Evaluará asimismo la posibilidad de convocar una votación en los Comunes antes de la tramitación de la ley del Acuerdo de Retirada en la que los diputados podrían dar su opinión sobre “posibles soluciones” alternativas para desbloquear el proceso de divorcio con la UE.
Desde la Unión Europea
El 26 de mayo dará comienzo una nueva era en la Unión Europea. Según los sondeos, por primera vez desde las primeras elecciones de 1979 los dos grupos hegemónicos, populares y socialistas, tradicional alianza en la Eurocámara en las decisiones estratégicas, no alcanzarán la mayoría absoluta y necesitarán el apoyo de otras familias políticas, hasta ahora de segundo orden.
En el debate de presidenciables de la Comisión celebrado el pasado miércoles en el Parlamento, el candidato principal de los socialistas, Frans Timmermans, abrió la puerta a una amplia alianza, “desde Macron hasta Tsipras”, y a pactos para la lucha contra el cambio climático con la izquierda unitaria y los verdes. El próximo PE -que entre otras funciones se encarga de aprobar la legislación de la UE junto con el Consejo- va a estar mucho más fragmentado y la concurrencia final de los británicos hará no solo que los socialistas frenen su caída sino que el porcentaje de diputados euroescépticos ronde el tercio de los asientos. En 2014, las formaciones nacional-populistas de Le Pen, Salvini, y compañía, no pasaron del 20% (de 751) y diseminados en grupos con intereses dispares.
Al contrario que hace cinco años, los “euroescépticos” ya no promueven la salida de la Unión tras el cenagal de las negociaciones del Brexit, sino amoldarla a sus intereses de forma más coordinada desde dentro. Fuentes europarlamentarias alertan de las consecuencias de un auge de estas fuerzas por encima de ese 33%, ya que podrían comprometer las decisiones que requieran mayoría cualificada: el nombramiento del presidente del PE, los comisarios y hasta la aplicación del artículo 7, el “botón nuclear” del bloque (iniciado contra Polonia) que prevé a largo plazo la suspensión del derecho a voto de un país cuando se constate una “violación grave y persistente” de los valores europeos recogidos en el Tratado de la UE.