Prof. María Teresa Rearte | El Litoral
La nota es reiterativa de otras difundidas por Internet desde espacios católicos adversos a la Beatificación del Obispo Angelelli.
Prof. María Teresa Rearte | El Litoral
Con relación a la nota “Más sobre la Beatificación de Monseñor Angelelli” (El Litoral, 22/5), quiero decir que hubiera preferido no tener que escribir esta carta. No obstante, como su autor que redacta con evidente déficit conceptual tanto como en la construcción de sus expresiones, menciona al Papa Benedicto XVI sin citar el documento del que extrajo las citas, etc., me alude sin nombrarme, y me atribuye “ignorancia supina”, no puedo dejar de responder.
Sólo un necio puede afirmar -como lo hace él- que ignoro el accionar de la agrupación Montoneros en la vida nacional. Lo que dije en mis notas “Obispo Enrique Angelelli y compañeros” (I) y (II), (El Litoral 17/4 y 23/4, respectivamente), estuvo referido al contexto de la fotografía de Monseñor Angelelli celebrando Misa, con el cartel de Montoneros detrás suyo. Y aludí a esa agrupación juvenil en algunas provincias argentinas. E incluso citando el medio periodístico que investigó la verdad sobre esa fotografía, que personas y/o grupos como él, han usado o mencionado -lo reitero- para difamar a Monseñor Angelelli. Sin el mínimo pudor la fotografía fue publicada por el sitio en Internet de los lefebvrianos, de adherentes del P. Javier Olivera Ravasi, dedicado a la apologética de la historia (sugiero informarse de quien es hijo), etc. Para tranquilidad suya debe saber que también me tomé el tiempo necesario para informarme sobre el supuesto “testigo” que menciona, las actuaciones judiciales, etc. También para rechazar la apreciación de un sacerdote que, como el autor de la nota, se opone a la Beatificación de Monseñor Angelelli, porque adhiere a la postura de Olivera Ravasi y me dijo que seguía “lo que pensaba Monseñor Zazpe”. Rechacé que invocara a Monseñor Zazpe porque éste fue el enviado de Pablo VI a la diócesis de La Rioja, para informar posteriormente al Papa sobre la situación de la misma. E informó a éste: “la pastoral de la Iglesia de La Rioja es la pastoral de la Iglesia Universal”. No había nada de marxismo. Hasta eso se ha llegado: a usar el nombre de Monseñor Zazpe para sembrar animosidad contra el Obispo Angelelli.
Como alude a los numerosos opositores que tiene la Beatificación de Monseñor Angelelli, y al final menciona a Josemaría Escrivá de Balaguer, le recuerdo -si como parece pertenece al Opus Dei- que cuando éste fue canonizado también hubo detractores de esa canonización, a la que consideraron relámpago. Y dijeron que el proceso entero estuvo plagado de irregularidades, etc.
Así como afirma que, de las filas católicas hubo jóvenes que se incorporaron a los grupos subversivos, lo que es verdad, también debería haber dicho que, de los ámbitos católicos (por ejemplo, de la acción católica, de la universidad católica y del Opus Dei), hubo quienes se prestaron para colaborar con la dictadura militar en distintos cargos y empleos públicos. No obstante, los respeto. Pienso que todos somos hijos de una misma Patria y de la Iglesia. Pero la verdad hay que decirla toda.
La nota es reiterativa de otras difundidas por Internet desde espacios católicos adversos a la Beatificación del Obispo Angelelli. Por lo que le sugiero a su autor que se informe sobre la multitudinaria adhesión que motivó la ceremonia de Beatificación de los mártires riojanos. Además del Obispo, de los sacerdotes Carlos de Dios Murías, franciscano conventual, y Gabriel Longueville, misionero fidei donum, y el laico, padre de familia y catequista, Wenceslao Pedernera. Así como de otros, entre quienes me cuento, que no obstante la distancia acompañamos desde la fe este acontecimiento eclesial. También le sugiero la lectura de la homilía del enviado papal, Cardenal Angelo Becciu, que dijo: “Los admiramos por su valentía, les agradecemos su fidelidad en circunstancias difíciles, una fidelidad que es más que un ejemplo: es un legado para esta diócesis y para todo el pueblo argentino, y una responsabilidad que debe vivirse en todas las épocas”.