El Litoral
Se dice que está arreglada la incorporación de Aliendro; Estigarribia se quiere quedar y hay gestiones para que continúen Fritzler y Olivera.
El Litoral
Las vacaciones son sólo para los jugadores, no para los dirigentes, ni para Lavallén y mucho menos para Pancho Ferraro, que iniciará con todo su labor en la secretaría técnica.
Como primera medida, si bien no hay una información oficial del club, lo que El Litoral viene manejando desde hace varios días es que está cerrada la incorporación de Rodrigo Aliendro, el volante de Atlético Tucumán. A propósito de Ferraro, lo conoce muy bien: tuvo a Aliendro cuando estuvo en Chacarita, club en el que se inició la carrera de este buen jugador, de 28 años, que ha disfrutado de un exitoso paso por el club tucumano, donde fue dirigido por Pablo Lavallén.
El pase se hará, de acuerdo a lo que El Litoral pudo averiguar, en la suma de 900.000 dólares y el pase de Gustavo Toledo. A propósito, Colón es propietario de la mitad del pase del defensor.
Hay un aspecto que no se puede soslayar en estas negociaciones: la mitad del pase de Aliendro es de Chacarita; y casualmente, la mitad del pase de Cristian Guanca también pertenece a la entidad funebrera. Como Colón es propietario del otro 50 por ciento del jugador que está militando en un club de Arabia Saudita, son “socios” y ese club estaría dispuesto a pagar la opción que se le colocó al pase, que superaría el 1.500.000 dólares.
También hay otras cuestiones que se deberán resolver, como la renovación del préstamo de algunos jugadores que interesan. Por ejemplo, los más renombrados en este rubro son Matías Fritzler y Emanuel Olivera, quienes son jugadores que Lavallén quiere mantener en el plantel. También se dice que sería de su agrado la continuidad de Damián Schmidt, pero surgen dudas respecto de Guillermo Ortiz, aunque Colón es propietario del jugador y para irse habrá que resarcir económicamente a la institución.
¿Y Estigarribia?, su contrato también vence el 30 de junio. El mismo jugador declaró que Vignatti lo llamó para ofrecerle la continuidad por un año más. Su rendimiento ha sido aceptable, pero había dudas en cuanto a que si iba a seguir o no. En verdad, no se trata de un jugador que se lo indicaba como prioridad para renovar, al menos en esa usina de rumores que comenzó a circular desde el momento en que se empezó a pensar en el Colón que viene. Pero tampoco ha desentonado, más allá de que la imagen final no haya sido la mejor.
De todos modos, la idea es renovarle la cara al plantel. ¿Será factible con el número que dieron Vignatti y Lavallén? Coincidieron en que deben llegar entre 4 y 7 jugadores. Si los que llegan son, a priori, “titulares”, se estaría renovando medio equipo. Y habrá que esperar el desenlace en la situación de algunos jugadores que tienen vínculo con el club, caso Burián por ejemplo.
Vignatti habló con todos y lo primero que les preguntó es si querían continuar en el club. Nadie levantó la mano para decirle que no. Pero se sabe que el fútbol es dinámico y que pueden surgir posibilidades que hagan cambiar de opinión.
La idea es que lleguen refuerzos en todas las posiciones. Hay que reforzar los puestos centrales de la defensa, lavarle la cara al mediocampo (más allá de que Fritzler, Esparza y la voluntad de Bernardi hicieron que ganaran espacio) y ver qué se va a hacer en el ataque.
En este último aspecto, la llegada del Pulga Rodríguez fue, por lejos, lo mejor que hizo Colón en el mercado de pases anterior (jugador que no fue pedido por Comesaña). Pero además, Morelo es un delantero que ha mostrado buenas condiciones y se apoyó con algunos goles que alientan expectativas favorables para el futuro. Es un buen punto de partida, pero hay algo que entre los dirigentes y el técnico, ahora con la opinión de Ferraro también, deben resolver: ¿qué hacer con Sandoval y Leguizamón?
La imagen que dejan ambos jugadores es buena, pero jamás han gozado de continuidad —sobre todo Sandoval— y hasta se perdieron convocatorias a partidos de manera inexplicable. Un ejemplo claro se dio con la no inclusión de Leguizamón en la lista original de 30 jugadores. Es cierto que estaba cerca de ser vendido, pero en esa lista que podía ser de 30, Colón anotó a 28. Sólo pensar en que su venta era prácticamente un hecho, permite pensar que hubo un motivo suficiente para no incluirlo, ya que la reglamentación de la Conmebol sólo permite que se sustituyan dos jugadores para estas instancias (la que pasó y la que vendrá).
Este es otro aspecto a tener en cuenta en la conformación del plantel, pues sólo dos de los que se sumen como refuerzos estarán en condiciones de jugar la serie con Argentinos. El rival no le va en zaga, porque perderá un valor importante: Alexis MacAllister fue transferido y se irá a Europa.
En este cúmulo de situaciones, seguramente Colón se liberará de varios jugadores (hasta ahora, los confirmados son Zuculini y Bastía, pero hay varios más que seguirán esos pasos, como Clemente Rodríguez, por mencionar sólo uno) y habrá que tener un “ojo clínico” para no equivocarse esta vez en las incorporaciones, como ha ocurrido en estos últimos tiempos, situación que derivó en una campaña mala en la Superliga y un promedio que merece especial atención.
Copa Argentina
Es casi un hecho que el partido ante Sol de Mayo de Viedma, por Copa Argentina, recién se juegue en el mes de agosto. ¿El motivo?, todavía debe terminarse con esta ronda en la que falta que Racing juegue con Boca Unidos. Y este encuentro se disputaría recién a fines de julio. También hay que esperar la fecha de realización del partido por Copa Santa Fe ante Argentino de San Carlos. Dependerá de la confirmación del torneo (triangular o cuadrangular) que se está organizando para fines de junio con la participación de Colón, dos grandes de Buenos Aires y posiblemente un equipo paraguayo, televisado por la cadena Fox.