Luego de 20 años se ofrecerán cargos y horas para una modalidad que se inserta plenamente en el sistema educativo y que tiene presencia en toda la provincia, con una propuesta amplia que ya posibilitó la certificación de mujeres gasistas.
Flavio Raina Viviana Córdoba, coordinadora del Área de Formación Profesional y Capacitación Laboral.
De educación no formal a formación profesional y capacitación laboral; de cursos a “familias profesionales”; de capacitadores a “idóneos”, de aulas a “entornos formativos”. Y de interinos a titulares. Los cambios que se pusieron en marcha en esta área de Educación, que comprende a unas 19 mil personas y se desarrolla en unos 140 establecimientos de toda la provincia, parecen involucrar algo más que palabras y tendrán el próximo 10 de junio un hito con la titularización de cargos y horas, trámite que no se concretaba desde el año ‘99.
Ese día se ofrecerán 302 cargos y 2319 horas, y se revertirá la situación actual por la cual solo un 20% de los capacitadores son titulares, para pasar a tener el 92% del total de 737 agentes que se desempeñan en esos centros, con estabilidad laboral.
Viviana Córdoba es coordinadora del Área de Formación Profesional y Capacitación Laboral que depende del ministerio de Educación, “un área que históricamente se consideraba no formal y que durante muchos años tuvo a sus capacitadores en oficios sin titulo docente y sin la posibilidad de titularizar”, arranca en diálogo con este diario. Y para confirmar que los cambios no sólo son “de palabra” aporta que se hicieron diseños curriculares únicos para toda la provincia, que establecen un mínimo de trayectoria y equipamiento, y que está en trámite una homologación nacional que permitirá a quienes certifiquen los cursos trabajar en otras provincias. Mientras, afirma que los espacios donde se dictan las capacitaciones se encuentran “estallados” por la gran demanda que llevó, en los últimos años, a realizar sorteos entre los aspirantes a ingresar, “pero siempre manteniendo un cupo para mujeres”.
“HISTÓRICO”
“La formación profesional es distintiva porque, además, como trayectoria habilita el ingreso a los niveles educativos. Pareciera que es nada más que un cambio de nombres y en realidad no; tiene que ver con la identidad del espacio y la posibilidad de la continuidad en la trayectoria educativa”, reflexiona la funcionaria -contadora de profesión- sobre la tarea que impulsó el ministerio y que permitió establecer, entre otros datos, que existen 140 establecimientos diseminados a lo largo y ancho de la provincia, de los 30 que se creía.
“Este proceso de titularización es histórico para el área”, insiste. Es que la primera vez que ésto ocurrió fue hace 20 años. Pero entonces se asignaba a los y las docentes los cargos según la actividad que desarrollaban. “Se les consultaba: ‘¿Usted qué da?’ y tal como el docente respondía, figuraba en el cargo”. “Actividades femeninas”, por ejemplo, que es lo que hoy se llama “Producción artesanal” e incluye a un montón de técnicas.
“Estamos ahora ante personas que esperan desde hace 20 años un proceso de titularización, que es distintiva por varias razones: primero, porque hace un par de años que venimos generando diseños curriculares únicos para toda la provincia pero, además, esos diseños están en proceso de homologación nacional”, que garantiza que “quienes egresan puedan trabajar en Santa Fe y en las provincias con las cuales tenemos una migración permanente: Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires”. Pero, además, dentro de un diseño curricular se establecen los mínimos necesarios como trayectoria y equipamiento, y se empieza a hablar de un entorno formativo que tiene que estar preparado para la certificación de determinados diseños”.
- ¿Cuáles son esos mínimos?
- Ese mínimo es un ejercicio profesional real o una actualización permanente del oficio que desarrolla. Nosotros formamos para el trabajo y, muchas veces, en el trabajo. Es decir que no solamente tenemos que cumplir los requisitos del sistema educativo en cuanto a la escolaridad mínima que debería tener un capacitador o un docente, sino que además nuestro grado de actualización es de demanda permanente porque no damos materias: enseñamos perfiles profesionales.
Tenemos a casi el 80 % de los capacitadores en el Instructorado de formación profesional. Todas las herramientas pedagógicas que necesitaban están allí, pero también hay seminarios de actualización profesional específica para garantizar ese mínimo.
Un instructor de formación profesional tiene que tener grados de actualización anuales verificables. Primero, porque de esa formación surgen todas las posibilidades de vinculación de la gente con el mundo del trabajo, pero además modifica la estructura de la oferta del sistema educativo. La base es que ellos trabajan sobre lo que saben; si ese recorte es muy bajo, las posibilidades de ampliar la oferta se limita a ese conocimiento.
- ¿Quiénes reciben esta formación?
- Hoy son el reflejo de la crisis económica. Tenemos los espacios formativos “estallados” de gente. También es importante ver la historia del área: los espacios de producción artesanal, las “actividades femeninas”, estaban llenos de mujeres que a lo mejor querían aprender a tejer en un ámbito donde encontraban espacio para compartir con sus pares y para su familia. Nadie salía a producir para vender. De un tiempo a esta parte, el perfil del estudiante es de gente desempleada, que necesita hacer un emprendimiento propio porque su capacidad de insertarse en el mundo del trabajo no está delineada por su curriculum o por la edad. También hay jóvenes, muchos del programa Nueva Oportunidad. Muchos de esos jóvenes llegan desescolarizados. Hay un quiebre en la educación secundaria, que tiene a muchos estudiantes fuera del sistema.
Muchos se incorporan por el Vuelvo a Estudiar, pero hay una franja que ni siquiera puede tomar ese formato. Eso lo hablamos con la ministra (de Educación Claudia Balagué): ser parte de un curso de formación profesional es ser parte del sistema educativo y en esto de reconocerle la trayectoria es fundamental no solo que estén inscriptos como alumnos sino que la trayectoria tenga validez en el sistema educativo.
Volviendo a quienes reciben la capacitación, hoy hay muchos jóvenes. También muchas mujeres que, en momentos de crisis, son las primeras en ocupar espacios para dar respuesta a su grupo familiar. Pero también muchos adultos desempleados con la necesidad de encontrar una herramienta de ingreso en un mundo de trabajo que ya no los recibe.
En el caso de los trabajadores, la demanda siempre es más cercana en términos de las empresas: son los empresarios quienes hacen el listado a partir de la necesidad de recualificar a sus empleados, pero estos también necesitan hacerlo para mejorar sus ingresos. Hacemos una fuerte apuesta con el proyecto de vida de la gente, más que con la mirada de lo que necesitan los empresarios para rotar a sus empleados.
- ¿Quiénes son los capacitadores?
- Hoy la fortaleza más grande es que se consideran idóneos. La idoneidad fue la característica que está en la letra del que será el primer decreto que normará el funcionamiento de la formación profesional en Santa Fe; y será uno de los primeros que va a normar en el país la actividad. El idóneo es un profesional en ejercicio. No lo pensamos en términos de profesional universitario aunque dimos mucho esa discusión. Ningún título garantiza la expertise en el oficio. Lo que ponemos en juego en el escalafonamiento del área es que no solamente hay que tener los títulos que como ministerio de Educación no podemos desconocer, sino que hay que demostrar ejercicio profesional de por lo menos tres años vigentes en el oficio.
- La oferta de actividades debe ser amplísima.
- Desde gastronomía, metalmecánica, construcción. Son muchísimas.
- ¿Se producen cruces de género?
- Muy pocos porque es una estructura que se constituyó en forma más rígida y los perfiles destinados al varón estuvieron ocupados por varones. Pero ya egresaron mujeres gasistas en el norte de la provincia. Cuando las mujeres encuentran el espacio, lo ocupan. En este mundo lleno de tecnología que posibilita que determinados trabajos se hagan en forma más simple, la mujer deja de ocupar los lugares más tradicionales. Es interesante verlo entre los jóvenes de Nueva Oportunidad que naturalizan ese cruce.
La cantidad de interesados excede la posibilidad real de certificar, pero siempre generamos cupos para las mujeres a fin de garantizar su presencia y que no queden libradas al sorteo. Además, el impacto del ejercicio independiente para la mujer que es, mayoritariamente, sostén familiar es mucho más fuerte que la certificación del varón.
- ¿Cuáles son las capacitaciones que tienen más demanda?
- Todo lo que llega a un territorio que no tiene mucha oferta es exitoso. Hay mucha demanda en construcción, gastronomía, y todo lo que tenga que ver con las posibilidades económicas del lugar. La estética es un espacio importante. También la oferta en electricidad; lo renovable; informática, donde hay distintos niveles. Y hay demandas puntuales: acompañamos las grandes obras de infraestructura de la provincia. Con el gasoducto del norte, no existía el equipamiento para el gas natural y hubo que formar a los gasistas que van a hacer las instalaciones en las viviendas. Ya egresaron más de 200 gasistas certificados.
PERTENENCIA
Claudia Rouzaut desarrolla, desde hace más de 12 años, su tarea en el Centro de Capacitación Laboral (CeCla) 6678 de la ciudad de Santo Tomé, en confección de indumentaria o lo que antes se denominaba corte y confección. Y se entusiasma con el ofrecimiento de cargos y horas previsto para el próximo 10 de junio, mientras participa del curso de Instructorado para Formación Profesional destinado a capacitadoras y capacitadores de la provincia.
A cargo de dos grupos muy heterogéneos en cuanto a edades, trayectorias educativas y realidades sociales, expone que en las familias profesionales donde desarrolla su tarea, la mayoría son mujeres. Así, de ese encuentro “con la vida real”, participan “desde chicas que están terminando el secundario -la edad mínima para el ingreso es de 18 años- hasta mujeres más grandes, como una integrante de 75 años que tenía esa actividad como un tema pendiente”. “En el CeCla, todas encuentran un espacio del que forman parte”.
Lejos de constituir un obstáculo, la heterogeneidad “da lugar a charlas muy interesantes” y permite constituir grupos que perduraron en el tiempo.
Acerca de los cambios que se vienen haciendo notables en los últimos años, destacó que “la visibilización del área fue lo más notable”. “Ahora siento que pertenezco a la estructura de la educación”. Y, por supuesto, la titularización de cargos la entusiasma: “Es un reconocimiento por parte del ministerio de que nuestro trabajo es en serio y no circunstancial”.
TITULARIZACIÓN
Gentileza Resultados. Claudia Rouzaut junto a integrantes del grupo en el CeCla 6678, de Santo Tomé, en plena exposición de los trabajos realizados en 2018.
Resultados. Claudia Rouzaut junto a integrantes del grupo en el CeCla 6678, de Santo Tomé, en plena exposición de los trabajos realizados en 2018.Foto: Gentileza
Para el próximo 10 de junio a las 9 está previsto el acto de ofrecimiento de 302 cargos y 2319 horas. De esta manera, se otorgará estabilidad laboral al 92% del total de 737 agentes que se desempeñan en esos centros.
140 instituciones de Formación Laboral funcionan en la provincia y desarrollan más de 1300 ofertas de capacitación.