El Litoral / Télam
La ONG Save the Children denunció que, en los últimos dos meses, al menos 61 niños murieron en sirio, producto de la violencia en la zona: "Las familias no pueden ni enterrar a sus hijos por culpa de las bombas".
El Litoral / Télam
La organización no gubernamental Save the Children denunció hoy que al menos 61 niños murieron en medio de la escalada de violencia por la ofensiva del gobierno sirio contra grupos opositores en el norte del país en los dos últimos meses.
De los 61 menores fallecidos, 11 niños murieron mientras estaban en la escuela; 25, en sus casas; 10, en el mercado; 2, en campos de desplazados; uno, en un hospital en el que recibía tratamiento y que fue alcanzado en un bombardeo, y el resto en diferentes lugares, detalló la ONG mediante un comunicado.
Joelle Bassoul, vocero de la organización para Oriente Medio y Europa Oriental, indicó que los muertos se están produciendo en "zonas que han sido duramente golpeadas por el aumento de la violencia militar", la mayoría de ellos en la provincial de Idleb y en el norte de la de Hama.
Según Save the Children, la escalada de violencia está afectando especialmente a las familias desplazadas que no tienen tiempo ni medios para poder hacer funerales para despedir a los muertos, reprodujo la agencia de noticias EFE.
"La gente se está moviendo y algunos se han tenido que desplazar múltiples veces, así que no es que están en su ciudad y pueden enterrar allí a sus seres queridos", explicó Bassoul.
Añadió que la "tendencia" que están encontrando es la de familias que no tienen recursos ni medios para poder hacer un funeral familiar apropiado.
El incremento de la violencia obligó al desplazamiento de más de 300 mil personas desde principios de mayo, señala Save the Children, que reseñó que, según la ONU, se registraron entre 160 y 300 muertes de civiles.
La organización de cuidado de la infancia señaló que más del 65% de las escuelas en Hama se han visto forzadas a cerrar junto a 18 centros de apoyo a niños y mujeres, dejando a unos 70.000 niños sin respaldo escolar.
El gobierno del presidente Bashar al Assad lanzó el pasado 30 de abril una ofensiva militar no declarada formalmente contra la zona desmilitarizada acordada en septiembre del año pasado entre rusos y turcos.
En esa ofensiva, que tiene el apoyo de cientos de ataques de aviones rusos, las fuerzas de Al Asad y sus aliados recuperaron más de dos docenas de localidades que permanecían en poder de los opositores alrededor de la provincia de Idleb.
La oposición también lanzó ataques en localidades en los que murió población civil.
Idleb es el último bastión de la oposición en el país y desde hace meses el objetivo militar de las tropas sirias.