El Litoral
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Era el gran ausente de las finales de la NBA 2018/19. Sin embargo, puso todo el empeño para poder estar en el quinto juego entre Toronto Raptors y Golden State. La mega estrella estadounidense, Kevin Durant jugó tan solo 11 minutos (y algunos segundos más) y volvió a lesionarse.
Con un primer cuarto a puro triples, Durant salió para disputar el segundo período y poder sacar una diferencia que le permite respirar al actual campeón. Pero a poco de reiniciado el juego, un mal movimiento encendió todas las alarmas.
Durant en el piso. Todas las cámaras apuntándolo y sus compañeros lo asistieron para retirarse del lugar. Las imágenes mostraban alguna dolencia en su pantorrilla derecha. Con el correr de los minutos se comunicó que el jugador no volvería a la cancha.
Posteriormente, Bob Myers, presidente de operaciones de los Warriors, brindó una conferencia de prensa y al borde de las lágrimas dijo: "La lesión de Kevin es en el tendón de Aquiles. No sabemos el grado. Se hará una resonancia magnética este martes. En la preparación para regresar a la cancha pasó cuatro semanas con el equipo médico. Con los doctores y los expertos vimos bien el proceso de recuperación. Y quedó disponible para jugar este partido".