En el Senado santafesino es el 13 el número de la suerte, a pesar de nuestras más acendradas tradiciones oscurantistas (que no deberían causar tanta gracia, a la luz de los resultados sorpresa en Diputados).
En la Cámara alta que jurará en diciembre no habrá socialistas. Asumirán 11 senadores electos por el PJ y 8 por el Frente Progresista, Cívico y Social. Pero...
En el Senado santafesino es el 13 el número de la suerte, a pesar de nuestras más acendradas tradiciones oscurantistas (que no deberían causar tanta gracia, a la luz de los resultados sorpresa en Diputados).
Es con 13 bancas sobre las 19 representaciones departamentales que se logra un número deseado, clave para definir la aprobación de las leyes: los dos tercios.
En un no tan lejano diciembre, el próximo Senado provincial tendrá -como desde 1987- mayoría justicialista para acompañar al gobernador electo Omar Perotti. Todo parece indicar que no contará con aquella mayoría especial, que podría -en una pulseada con la Cámara de Diputados que será opositora- desempatar en favor del próximo titular del Poder Ejecutivo. Sin embargo, como se verá, no está dicha la última palabra.
Costos
El justicialista Omar Perotti (738.936 votos) logró 418.514 sufragios más que su lista de diputados provinciales, que fue encabezada por el kirchnerista Leandro Busatto (320.422). La Cámara baja seguirá en manos del Frente Progresista, con las (705.338) marcas en favor del gobernador Miguel Lifschitz, que fue el segundo dirigente más votado en la provincia. Obviamente, no fue sorpresa que su gestión fuera aprobada en las urnas -en 2015 superó los 547 mil-, pero el oficialismo lo soñaba en el puesto número uno.
Aunque Perotti es uno de los tres gobernadores electos que superó la barrera de los 700 mil (Reutemann y Binner pasaron los 800 mil), no tendrá una Legislatura sencilla: son los costos de la negociación de cúpulas que selló la unidad del PJ y lo hizo gobernador.
Tal vez el Senado le permita -también mediante acuerdos- hacerse más fuerte en la Cámara alta.
Un equipo
El Senado de mayoría justicialista de 2007-2011, que enfrentó a Hermes Binner y le impidió subir impuestos a las empresas más poderosas agroexportadoras, contaba con el número de la suerte: el 13.
Luego, durante la gestión de Antonio Bonfatti esa mayoría se redujo a 11, y ese número se repite hoy. Quien mire solo resultado electoral verá que también para el próximo Senado el equipo del PJ formará con casi los mismos 11 titulares. Pero lo que hay que observar es la bancada del Frente Progresista y la apertura del libro de pases. Hay dos casos dignos de análisis.
Joaquín Gramajo (9 de Julio) es un peronista electo en la misma lista que llevó como candidato a Bonfatti. Nunca se fue del bloque Juan Domingo Perón. Mantiene la titularidad de la comisión que tiene el filtro final, Asuntos Constitucionales; y forma parte de la Bicameral de Acuerdos que recomienda aprobar o rechazar los pliegos de la Justicia, la preside pese a que pidió (en diciembre de 2018) dejar ese cargo. Sus pares compañeros le pidieron que siguiera en la bicameral hasta el próximo receso legislativo.
Gramajo no dejó de asistir a las reuniones de la bancada justicialista ni aún después de anunciar su apoyo al candidato socialista.
El otro caso a seguir es el de Hugo Rasetto. Es uno de los 7 diputados radicales del Senado y como sus correligionarios también fue reelecto con una alta adhesión en su departamento
El senador por Iriondo ya ha demostrado que sabe cómo seguir sus propio criterio cuando algo del bloque que integra le molesta. Y a diferencia de los demás senadores radicales que son frentistas, Rasetto es macrista. Fue en la boleta única con Cambiemos.
¿Es descabellado pensar que en alguna oportunidad los próximos inquilinos de la Casa Gris puedan pensar en Rasetto y Gramajo para lograr la aprobación de las leyes? Obviamente que el primer interlocutor será la oposición mayoritaria en Diputados liderada por Lifschitz, y que unos y otros apostarán por la gobernabilidad, como manda la alternancia.
De todas formas, bien puede pensarse que el equipo de 11 del PJ en el Senado ya tiene un jugador Nº12 y que el 13 de la suerte, puede aparecer si llega a hacer falta.