Cuatro varones y dos mujeres, la mayoría miembros de una misma familia, permanecen detenidos desde el lunes 24, acusados de haber intervenido en los desmanes ocurridos esa tarde, en la manzana 2 del Fonavi San Jerónimo, del barrio Centenario. El fiscal Carlos Lacuadra, imputó a todos el miércoles, como coautores de los delitos de “abuso” y “tenencia” de arma de fuego y adelantó que solicitará la prisión preventiva, en una audiencia que tendrá lugar el viernes en los tribunales locales. En tanto un joven de 17 años, acusado de efectuar los disparos que hirieron de gravedad a un muchacho de 25 años, quedó a disposición de la Justicia de Menores; y se inició una causa por drogas en la Justicia Federal, ante el secuestro de unos 200 gramos de estupefacientes.
Lacuadra situó los hechos a las 14.20 del lunes 24 de junio, en las inmediaciones de la calle Crucero General M. Belgrano, a la altura de la Manzana 2, cuando desde un departamento de la escalera 11, primer piso, se efectuaron disparos contra personas que estaban frente al monoblock. Como resultado, un joven de 25 años resultó herido y en respuesta a ello una turba comenzó a apedrear y efectuar balazos a la vivienda, tanto desde el corazón de la manzana como desde la calle.
La policía de la Subcomisaría 1ra., que está a escasos metros del lugar, esperó la llegada de los grupos especiales para irrumpir y, una vez adentro, detuvo a los ahora imputados, la mayoría de ellos refugiados dentro del departamento que estaba siendo atacado por vecinos. Si bien el fiscal no atribuyó el delito más grave a los mayores -los testigos señalan al menor como el responsable de herir a Nicolás Alejandro O.-, los acusó por abuso y tenencia de arma, ante el secuestro de un revólver calibre 38 largo de la marca Smith & Weson sin numeración y con 2 proyectiles.
Al menos 61 llamadas al 911 realizadas por los vecinos y filmaciones caseras que trascendieron en los medios, confirmaron la existencia de los desmanes, así como la acusación contra un grupo de familia que en sus declaraciones se mostraron ajenos a todo.
Entre los involucrados cuentan una mujer de 45 años (Marcela G.), sus tres hijos (Matías C., Sergio S. y Vanina G.) de 18, 28 y 24 años; un sobrino de 22 (Jorge S. ) y un amigo de 20 (Federico S.), que ocasionalmente estaba en la casa. Tres de los varones fueron asistidos por la Dra. Andrea Alberto, de la defensa pública, en tanto las mujeres y uno de los muchachos contaron con la defensa de los abogados Germán Corazza y Juan Aguilar. Los seis imputados declararon por recomendación de sus defensas, ante el juez penal Eduardo Pocoví, que difirió para este viernes el tratamiento de la medida cautelar.
El primero en prestar declaración dijo “iba para la manzana 2”, que “ya había pasado todo” cuando “la policía nos detiene a todos”. Reconoció que fue apresado en la casa de “la tía Marcela”, aunque insistió en haber llegado después de “los líos y los tiros”.
El menor de los imputados, Matías C. contó que “estaba en la computadora y se empezaron a escuchar piedras en la ventana de mi pieza y después llegó la policía”. En tanto su hermano mayor Sergio S. relató que “estaba de visita en la casa de mi mamá cuando empezaron los piedrazos. Llegó la policía y nos llevaron a todos presos”. El acusado dijo que oyó a uno de los policías de la “lima 1” (por la subcomisaría 1era.) decir que el arma “la tenía el menor”, en referencia a un amigo de 17 años que también estaba dentro del departamento.
El otro muchacho, el único sin parentesco con el grupo, declaró que “estaba ahí afuera y cuando vienen todos a hacer quilombo nos metimos adentro a esperar que pare todo”. “Después vino la policía y entró sin una ‘orden’, sin una ‘persecución’, nada”. Además, confirmó que “el menor es amigo de nosotros”.
Por último, las dos mujeres sostuvieron que estaban en la casa de un familiar en la manzana 6, que está frente a la 2, y que les avisaron que estaban apedreando su casa. “Había una multitud con palos y armas y mi casa estaba destrozada”, aseguró Marcela G. quien acusó a la policía de haberla golpeado cuando intentaba entrar al departamento. Por su parte, Vanina G. relató que iba detrás de su madre y que al llegar a la puerta “me tiran al piso y me metieron adentro”.