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El Ministerio de la Producción y Trabajo creen que aparecieron los primeros datos positivos porque se estaría frenando la destrucción del empleo en blanco.
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Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa) que dio a conocer el Ministerio de Producción y Trabajo, un total de 203.900 empleos se perdieron en los últimos doce meses de los cuales más de 141.000 correspondieron al sector privado. Además, sólo en abril se perdieron 15 mil puestos laborales registrados.
Mientras el cuarto mes de 2019 resultó en cifras negativas para el trabajo en la Argentina, el Gobierno Nacional destacó la estabilidad en la variación mensual, una tendencia que se repite en los últimos meses.
La medición mes a mes, arrojó, sin embargo, un aumento de 3.300 empleos, dato que desde las autoridades destacaron como una reacción positiva del mercado laboral.
En tanto, considerando cada modalidad de ocupación, los asalariados del sector privado y los autónomos registraron una caída respecto a marzo, mientras se incrementaron los monotributistas, con 1200 más que en marzo, cayendo en 34900 en el registro interanual y los trabajadores de casas particulares.
Tal como consta en las cifras oficiales difundidas por el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, de acuerdo al Sipa, en abril el total de trabajadores en blanco subió a 12.113.900, es decir 203.900 menos que en el mismo periodo de 2018, aunque con respecto a marzo, la variación fue de 0%.
Desde el Gobierno de Mauricio Macri, remarcaron con entusiasmo la estabilización del nivel de trabajadores registrados en la medición mensual de los últimos cuatro meses y los sectores que mostraron crecimiento interanual; además del empleo creciente o estable en 10 provincias y la mejora de las expectativas de empleo para los próximos tres meses, por primera vez en casi un año.
De acuerdo con los números oficiales, en abril los empleos con aportes al sistema de Seguridad Social tuvieron una caída de 15.000 trabajos, es decir el sistema registró un total de 12.113.900 puestos entre asalariados del sector público y privado, monotributistas, autónomos y trabajadores de casas particulares, cuando en marzo ascendían a 12.128.900.
Dentro del sector privado, las mayores caídas se dieron en la industria metalúrgica, el comercio, los hoteles y restaurantes y las actividades inmobiliarias, con un leve incremento en la enseñanza privada. En la medición interanual, la mayor pérdida se registra entre los asalariados del sector privado que redunda en 141.000 ocupados menos.
Entre los monotributistas sociales la contracción es de 58.700, entre los monotributistas la baja es de 34.900 aportantes y entre los autónomos hay 4.900 menos.
Empeoró la distribución del ingreso
El 10% más rico de la población percibía, al cabo del primer trimestre de 2019, un tercio del ingreso total de los argentinos, informó el Indec. Esta relación pone de manifiesto que el decil de mejores ingresos gana 21 veces más que el decil más pobre, al fin del primer trimestre, una vez más que en igual lapso de 2018.
De los 28 millones de habitantes relevados por el Indec que viven en centros urbanos, 61% -unos 17 millones de personas- tiene ingresos, mientras que el 39% restante -unas 11 millones- no los tienen.
Del primer grupo, la relación entre hombres y mujeres con ingresos es equivalente; y, en el segundo grupo, hay casi un millón más de mujeres que hombres.
En el decil más pobre, los ingresos de las mujeres duplica al ingreso que perciben los hombres, mientras que en el decil más rico, la proporción se invierte, los hombres perciben el doble que las mujeres.
De las 8,7 millones de personas con ingresos, solo dos tercios tiene descuentos jubilatorios, el resto está en la informalidad. En el decil más pobre, 9 de cada 10 están en el renglón informal, mientras que en los cuatro deciles de mayores ingresos, sólo 1 de 10 no tiene descuentos jubilatorios.
Del total de hogares del decil más pobre, 40% de los ingresos proviene de actividad laboral, mientras que el resto viene de otras actividades no especificadas. En el decil más rico, el ingreso del 80% de los hogares proviene de su trabajo, mientras que el 20% restante percibe ingresos de otras actividades.