Con patrullajes, buscan pacificar el Fonavi Centenario tras los tiroteos
Los sindicatos piden garantías de seguridad para los trabajadores de las instituciones del barrio. Hay temor entre los habitantes de las torres. Las balaceras se repiten y jaquean la tranquilidad del vecindario.
Luis Cetraro Frente a la escuela. En la puerta de la Bolivar hay una patrulla permanente de 6 a 18 horas.
En el Fonavi Centenario nadie habla de la inseguridad. Ni el placero que trabaja allí desde que nació el barrio, hace más de tres décadas. Y quienes se animan a contar lo que les pasa piden reserva de identidad. Es que a los vecinos el miedo los atraviesa tras los tiroteos que se sucedieron en los últimos días en distintos puntos de las torres de viviendas sociales, los que detonaron la tranquilidad de un barrio de trabajadores, ubicado al suroeste de la ciudad.
En la mayoría de los accesos a las 12 manzanas con edificios y la plaza central del Fonavi del barrio San Jerónimo hay pintadas, murales y leyendas sabaleras. El conjunto de edificios está pegado al sur del estadio de Colón, separado apenas por calle Libertad. Las cabecitas y siluetas curiosas por la presencia de la prensa asoman por las ventanas de los cuatro niveles de cada uno de los 11 edificios construidos con placas de hormigón que fueron pintados de verde hace dos años atrás, cuando el barrio cumplió 35 años. Es casi el mediodía de una jornada soleada pero hay poca gente en las veredas. Los comerciantes recién empiezan a abrir sus locales, por seguridad y por el frío.
Mientras tanto, en la puerta de la escuela Simón Bolívar permanece apostada una patrulla 4x4 de la Policía y dos agentes caminan de un lado para el otro sobre la vereda de calle Islas Malvinas. En estos días lo que más se ve por las calles internas del barrio son más patrulleros, más camionetas policiales y del Ministerio de Seguridad. “Estos vinieron ahora por los tiros del lunes, sino ni aparecen”, dice una vecina mientras barre, “pero no me filmen”, pide. Luego cuenta que “los policías de la subcomisaría tienen la orden de no salir, ahora están en la puerta porque hay más patrulleros”, dice la señora.
Luis Cetraro Recorridas. Los móviles policiales patrullaron el Fonavi durante toda la semana, y continuarán en el barrio durante los próximos días.
Recorridas. Los móviles policiales patrullaron el Fonavi durante toda la semana, y continuarán en el barrio durante los próximos días.Foto: Luis Cetraro
Violencia
Esos policías de la Subcomisaría 1° son los mismos que el lunes debieron acudir durante un tiroteo. La dependencia está ubicada en la esquina noroeste de la Manzana 6, muy cerca de donde ocurrieron los sucesos. Tal es el estigma de inseguridad que carga el barrio que por allí no pasó el Google Street View. El lunes a la siesta los tiros comenzaron en la Manzana 2 y provocaron la estampida de vecinos.
Un joven de 25 años que aparentemente se ocupaba de tareas de mantenimiento de la barriada cayó herido con un tiro en el pecho y otro en la panza.
Por el hecho, la policía se llevó a cuatro hombres y dos mujeres, la mayoría de una misma familia. Luego la fiscalía los imputó por “abuso y tenencia de arma de fuego” y solicitó la prisión preventiva. Pero este viernes la Justicia dispuso que cumplan normas de conducta y los liberó. El acusado de disparar tiene 17 años y quedó a disposición de la Justicia de Menores.
Luego de este caso la policía “blindó” el barrio de patrulleros. Pero esto no les importó a los tres sujetos a bordo de motos que este viernes por la tarde le dispararon a otro, de 29 años, cuando sacaba la basura a la calle, en la Manzana 3. El herido fue atendido en el Cullen y estaría fuera de peligro. Nada se sabe de los agresores.
El antecedente de violencia en el barrio más reciente —tras los tiroteos de esta semana— es del martes 28 de mayo. Ese día un enfrentamiento ocurrido en la Manzana 11 terminó con cuatro heridos y acuchillados. Casi la totalidad de los casos son producto de la resolución de conflictos de manera violenta.
Flavio Raina Modelo. El barrio de trabajadores fue levantado a principio de los ?80 y es un emblema del sur de la ciudad habitado por unas 8 mil personas.
Modelo. El barrio de trabajadores fue levantado a principio de los ‘80 y es un emblema del sur de la ciudad habitado por unas 8 mil personas.Foto: Flavio Raina
Paralizados
Por todos estos sucesos, el martes pasado no se dictaron clases en la escuela del barrio y el jueves se sucedieron dos reuniones para abordar la problemática de la violencia y la inseguridad. La primera se realizó en la Región IV del Ministerio de Educación provincial, donde la coordinadora pedagógica, Susana Kaczmar, junto a una integrante de su equipo, Claudia Ramírez, recibieron a los delegados sindicales Jorge Olmedo (UPCN) y Marcelo Martini (ATE), que asistieron en representación de los trabajadores de las instituciones educativas del barrio.
“Vinimos a buscar una respuesta, pero la tendremos el lunes, cuando nos reciba el delegado regional”, se quejó Olmedo. “Sólo les pudimos dar el diagnóstico que nos hicieron los trabajadores”, agregó Martini. Ambos asistieron luego a la segunda reunión, que se llevó a cabo en el Centro de Acción Familiar (CAF) 25, ubicado junto a la escuela Bolivar, en el límite oeste del Fonavi.
De esa reunión participaron autoridades de Seguridad, de Educación y de Desarrollo Social, quienes escucharon el reclamo de los miembros de la Red de Convivencia integrada por instituciones, organizaciones y asociaciones de los barrios Centenario y Varadero Sarsotti y del Fonavi San Jerónimo.
Tanto los trabajadores del CAF como los de la escuela Bolivar advierten que el termómetro de la situación social que se vive en el barrio está cerca del “rojo”. Ellos son quienes reciben a los más pequeños. Algunos son miembros o allegados a las familias en conflicto. Si bien las situaciones de violencia no son nuevas en el barrio aseguran que el deterioro de la red de contención social provocado por la crisis agravó el problema.
“El foco del conflicto está en el Fonavi, pero ahora con la gran presencia policial se calmó por unos días”, dijo el vecinalista José Cettour. “La policía aparece cada vez que ‘detona una bomba’ como lo que ocurrió ahora”, agregó.
Piden la Policía Comunitaria
Para tratar de pacificar el barrio y que los vecinos puedan volver a salir a la calle sin temor las autoridades de Seguridad les garantizaron a los representantes de las instituciones que van a incrementar los patrullajes en el interior del Fonavi. Además, un patrullero quedará apostado frente a la escuela Bolivar de 6 a 18 horas. Pero para los vecinos, otra solución sería el retorno de la Policía Comuntaria.
“Cuando caminaban el barrio había buena convivencia, teníamos 44 efectivos por las calles, pero ahora sólo quedaron 8”, advirtió el vecinalista Cettour. “Hasta festejábamos el Día del Niño en las plazas de cada manzana”, agregó.
Por último, cabe señalar que los trabajadores de las instituciones del barrio quedaron conformes con las promesas recibidas en la reunión. Ellos pidieron que se conformen senderos seguros para quienes van a las escuelas, el jardín y el centro de salud, “pero la policía, con buen tino, nos dijo que los senderos seguros tienen que ser en todo el barrio, para que la gente salga a la calle; y estamos de acuerdo”, finalizó.
“Como ocurre en todo barrio, la efervescencia del delito en ciertos grupos no acostumbrados a la convivencia desata conflictos por intereses, pero luego se aplaca y el barrio vuelve a la normalidad”, reflexionó sobre el final el vecinalista. “Esto tuvo trascendencia nacional, entonces la gente comienza a vivir con miedo, no sale a la calle, pone rejas y se acostumbra a vivir en un estado de angustia y temor”, por ello, “cada institución debe poner su grano de arena para recuperar la tranquilidad”.
“Esto tuvo trascendencia nacional, entonces la gente comienza a vivir con miedo, no sale a la calle, pone rejas y se acostumbra a vivir en un estado de angustia y temor”