El Litoral | polí[email protected]
Filtrado. Tras el agasajo de un gremio, dos periodistas discutieron fuertemente. La situación se puso pesada y se trasladó a la calle...
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Fue afuera, ya muy tarde, y después de la reunión con la que agasajó a los periodistas de Santa Fe un importante gremio, que cada año ofrece una cena a la gente de la prensa.
Años atrás, ambos periodistas eran más bien robustos y ahora están más delgados. Sobre todo uno de ellos, al que aún se lo llama injustamente “el Gordo Fulano”.
La discusión no fue por cuestiones de peso, pero se puso pesada. Y terminó en la vereda con uno de los periodistas enojados esperando al otro, botella en mano. No pasó a mayores porque sus colegas lo evitaron. Sólo fútbol, política o polleras son capaces de un encono semejante. Ojalá se les pase.