A 50 años de una histórica clasificación

Tomás Rodríguez | [email protected]

Este viernes, 5 de julio, se cumple medio siglo de una magnífica hazaña lograda por el equipo de primera división del Club Unión, al remontar en los 27’ finales un resultado adverso de 0-3 frente a Newell’s de Rosario, igualando 3-3, y en el suplementario logró imponerse 4-3 y clasificar por primera vez al Campeonato Nacional de 1969.

Hasta los 63’ la formación santafesina estaba en desventaja por tres goles, se recuperó anímica y futbolísticamente, a pesar de haberse retirado lesionado Hugo Figueroa (sustituido por Juan Miño), con Eduardo Anzarda mostrando su gran corazón, lesionado y actuando en una sola pierna, aflorando el ímpetu, la garra y el temple de sus futbolistas para concretar una hazaña impensada hasta entonces, con dos anotaciones de Ciro Antonio Ocampo (los únicos que hizo en la Argentina, después se fue a Bolivia), Horacio Morales y el propio Anzarda.

El partido se jugó la noche del sábado 5 de julio de 1969, en el Viejo Gasómetro de la Av. La Plata, en Boedo (declarado neutral), y fue la final del Reclasificación del Torneo Metropolitano, en su tercera edición. Unión obtuvo el derecho de participar en el Nacional de esa temporada.

Torneo de reclasificación

Previamente, Unión había superado a Gimnasia y Esgrima La Plata (séptimo en la Zona A), por 3-0 en el Cilindro de Racing, con conquistas de Ciro Ocampo, Néstor Scotta (goleador del equipo en la temporada con 7 tantos) y Eduardo Anzarda. Garzón había sido figura en la formación que dirigía Abbas, luciéndose además al detener un penal al defensor Ricardo Rezza, cuando el partido favorecía a la formación rojiblanca por la mínima diferencia.

Por otra parte, Newell’s, de acuerdo al sorteo realizado en AFA, en el Parque de la Independencia había vencido a Rosario Central 1 a 0, con tanto de su goleador, Roque Avallay, autor de 11 conquistas en dicha competencia.

Aluvión Leproso

En la media hora inicial, Newell’s desplegó un juego de relieve con algunas figuras de importancia, especialmente el buen trato del balón en la zona de gestación a cargo de Montes y los desbordes por el sector derecho del habilidoso brasileño Heraldo Bezerra, que complicaron a la defensa de Unión.
El panorama se complicó para el equipo santafesino debido al desgarro experimentado por Figueroa apenas comenzado el encuentro, siendo reemplazado por Miño; y Anzarda sufrió una lesión, mostrando su temple, quedando en el campo de juego disminuido en sus condiciones físicas para evitar dejar a su equipo en inferioridad numérica.

Los dirigidos por el ex volante Leproso Raúl Miralles aprovecharon un tiro libre de Avallay que conectó Musante para abrir el marcador, y antes de finalizar el período inicial, de cabeza en otra pelota parada, amplió la ventaja el citado defensor rosarino. Parecía todo definido cuando en el complemento el equipo rosarino aumentó a tres la diferencia, en una jugada individual del brasileño Bezerra, el más destacado jugador rojinegro.

Lapalma, la figura

A partir de ese momento afloró la figura de Juan Carlos Lapalma, quien comenzó a ordenar y alentar a sus compañeros. Lo hizo con coraje y fe, bien secundado en el medio por Cesar Toyé y Morales; además de la capacidad goleadora de Ocampo y Anzarda. De esta forma, en Unión afloró el espíritu deportivo, las ganas y el amor propio para salir adelante de la difícil situación, aprovechando además la inmadurez del arquero Di Lallo, para cambiar la historia del encuentro.

Lapalma era un juvenil futbolista natural del barrio Barranquitas, habiendo mostrado su excelente juego y manejo del balón en los torneos infantiles. En sus comienzos actuaba como puntero derecho, aunque siempre se retrasaba para avanzar con pelota dominada y luego tuvo un paso exitoso por Vélez, Niza (Francia), AEK (Grecia), la Universidad de Nuevo León (México), Audax Italiano (Chile), culminando en Primera B en Colón.

Faltaba menos de media hora cuando comenzó la recuperación futbolística de Unión, en primer término con el descuento de Morales, que le daba un poco de esperanza a la ambición tatengue.

Cuando finalizaba el encuentro sucedió lo inesperado, insólito, debido al descuento de Morales en el minuto 90, y en el tiempo adicional, Ocampo de cabeza estableció el increíble empate 3-3, quedando en silencio y atónitos los 4.000 simpatizantes de Newell’s que, minutos antes festejaban la victoria parcial haciendo flamear los pañuelos en lo que consideraban un seguro triunfo y el pasaje al certamen Nacional.

Golazo de Ocampo

A los 4’ del alargue, cuando la alineación rosarina estaba asombrada, nerviosa, impotente y no podía reaccionar, Pulcini sacó un lateral sobre la izquierda de la ofensiva unionista y Ocampo remató al arco desde 30 metros, venciendo al novel Di Lello, de desafortunada actuación, desatando la alegría indescriptible del público unionista.

Unión 4
Newell’s 3

Unión: Juan Pablo Garzón; Omar Asencio, Hugo Figueroa, Luis Pulcini y Luis Casal; Juan Carlos Lapalma, César Toyé y Horacio Morales; Ciro Ocampo, Néstor Scotta y Eduardo Anzarda. DT: José Guillermo Abbas.

Newell’s: Osvaldo Toriani; Julio Alas, José Romero, Daniel Musante y Mario Zanotti; Juan Carlos Montes, Hernán Ramírez y Miguel Ángel Mori, Heraldo Bezerra, Roque Avallay y Julio César Fernández. DT: Raúl Miralles.

Goles: en el primer tiempo, 15’ y 42’ Zanotti (NOB). En el segundo tiempo, 17’ Bezerra (NOB); 18’ Morales (U), 44’ Ocampo (U), 45’ Anzarda (U). En el primer tiempo suplementario, 4’ Ocampo (U).

Cambios: en el primer tiempo, a los 7’ Juan Miño por Figueroa (U); en el segundo tiempo, al comenzar, Nicolás Di Lallo por Toriani (NOB).

Árbitro: Miguel Ángel Comesaña.

Cancha: San Lorenzo de Almagro.

Recaudación: 1.440.140 pesos.