El Litoral / [email protected]
El Municipio pretendía cambiar las luces a led en 6 meses, para ahorrar más de la mitad de lo que le paga a la EPE. El Concejo no le autorizó un endeudamiento para la compra de este tipo de luminarias, y el recambio sólo se ve en avenidas y plazas. Hasta ahora pasó a ser led el 20 % de la iluminación de la ciudad, según datos del gobierno local.
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Cada noche se encienden en la ciudad 35.304 focos de alumbrado público. La mayoría son amarillos (de sodio), mientras que principalmente en avenidas comerciales, plazas y paseos las luces son blancas (de led). El año pasado, la Municipalidad decidió absorber el costo del alumbrado público que pagaban los vecinos en forma directa a la EPE e iniciar —en paralelo— un proceso de recambio del focos a led en toda la ciudad. La idea era concretarlo en seis meses. Ello requería un endeudamiento que el Concejo no aprobó.
Entonces, el proceso se inició más lento y en forma progresiva.
Tras las elevadas tarifas energéticas del año pasado y con la intención de amortiguar el impacto económico en cada hogar de la ciudad, desde abril de 2018 el Municipio decidió eliminar la Cuota de Alumbrado Público (CAP) que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) cobraba a los usuarios de la ciudad, y absorber esos costos. Esta decisión implicó un ahorro de hasta un 15 % a los vecinos en la boleta de la EPE.
Luego, el Municipio tomó la decisión de implementar un programa de recambio de las luces de sodio (amarillas) a led (blancas), en toda la ciudad. Con el ahorro energético —estimado en el 54 %— que la medida conlleva, se busca poder afrontar el costo del servicio que antes pagaban de manera directa los vecinos.
Recambio
Para llevar adelante la totalidad del recambio del alumbrado público, el Ejecutivo le solicitó al Concejo en agosto del año pasado (mensaje N° 38), la autorización para tomar deuda e invertir en focos led mediante un endeudamiento por 14.360.895 millones de dólares. La idea era cambiar todos los focos en seis meses y reducir así a más de la mitad el costo energético. También tuvo en cuenta el Municipio el ahorro en el mantenimiento, ya que las luces led tienen una vida útil superior a las 50 mil horas (más de 10 años), mientras que las luces de sodio duran en promedio 15 mil horas (3 años). Esto implicaba además un sistema de telegestión y telemedición del consumo energético en tiempo real. Con ese ahorro se pensaba pagar el crédito y se amortizaría la inversión en cuatro años, según estimaba el propio Gobierno local.
El Concejo no aprobó el pedido de endeudamiento y entonces, el Ejecutivo decidió avanzar con el recambio en forma progresiva y más lenta. Las primeras luces led fueron colocadas en las grandes avenidas comerciales de la ciudad, plazas y la Peatonal San Martín. Luego continuaron sobre las calles más transitadas, corredores y sobre la Costanera. Hasta el momento sólo se cambió el 20 % de la iluminación de la ciudad —informó el Municipio—, con lo cual se redujo el consumo un 10 %.
El foco roto, principal reclamo de los vecinos
La Municipalidad recibe entre 60 y 70 reclamos diarios por falta de iluminación en las calles; esto es un promedio de 500 reclamos semanales. La falta de iluminación es el principal motivo por el cual los vecinos llaman a la línea de Atención Ciudadana (0800-777-5000). En su mayoría, son pedidos de cambios de focos rotos.
Pero cada vez que una de las 12 cuadrillas municipales sale a la calle a cambiar un foco, lo reemplaza por el mismo modelo. Es decir que en los barrios donde hay focos amarillos rotos, son reemplazados por amarillos, y no por los led. Según se informó desde el Municipio, el mantenimiento del alumbrado púbico implica en la actualidad unos 12 millones de pesos anuales.