El Litoral
Jugadas “similares”, ambas dentro del área y con contacto físico entre jugadores adversarios. La que debió ser penal no fue y la que no debió ser penal, fue.
El Litoral
Messi habló de corrupción en la Copa América y los diferentes criterios arbitrales, con tecnología de por medio, avalan la teoría del mejor jugador del mundo.
Misma competencia, solo unos días de diferencia, misma posibilidad de aplicar la tecnología del VAR y diferentes criterios, eso es lo que ocurrió con dos jugadas puntuales que podrían haber cambiado la historia de la Copa América 2019.
Los dos penales
Por un lado, el penal no sancionado a la Argentina, con una clara falta sobre Otamendi, cuando Arthur, sin disputar la pelota, lo golpea intencionalmente en el pecho-cuello con el brazo. Con la posibilidad de revisar el VAR, el árbitro decide no hacerlo y el encuentro sigue como si nada pasara.
Por otra parte, una jugada de “hombro contra hombro”, con la pelota en disputa y un penal polémico sancionado a favor de Brasil. Lo curioso: al árbitro le avisan desde el VAR que debería revisar la jugada y, tras hacerlo, continúa con su equivocada postura de sancionar el tiro desde los doce pasos, que termina de cerrar el encuentro y le da la Copa América a los brasileros.