Hace pocos días, el gobierno nacional anunció la reducción de retenciones a una variedad de productos regionales en lo que para diferentes sectores significa un respiro porque era algo que hacía varios años venían reclamando. El aliado es el propio presidente Mauricio Macri. El mismo, horas antes de la firma del decreto 464, había señalado con énfasis que “las retenciones son un mal impuesto. Debimos aplicarlas porque estábamos en una situación de emergencia, pero como nos vamos estabilizando decidimos aplicar una rebaja. Le damos a los productores noventa días para liquidar en vez del plazo de sesenta que debían cumplir hasta ahora”, sostuvo en diálogo con una radio de Río Negro.
El centro de la medida es la baja de 4 a 3 pesos por dólar exportado los derechos de exportación para 207 posiciones arancelarias de las economías regionales.
Las respuestas no se hicieron esperar. El sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), que representa a más de 480 entidades de productores pymes agroindustriales, fue el primero en celebrar la medida. “Si bien seguimos sosteniendo que las retenciones móviles son un impuesto distorsivo, la reducción de la alícuota es una buena señal para la producción primaria, ya que implica la recuperación de más de 2.200 millones de pesos”, sostuvo una declaración. Eduardo Rodríguez, titular del sector referenciado, agregó: “Tengamos en cuenta que los productos alcanzados exportaron en 2018 por un valor de 2.272 millones de dólares, mientras que se calcula que la medida tendrá un costo fiscal de un poco más de 50 millones de dólares”.
Otra asociación que destacó los beneficios, en este caso para los frutos frescos, fue la Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa) aunque no evitó aclarar que no hubo modificaciones en los productos industrializados (jugos, aceite esencial y cáscara), los cuales seguirán tributando 3 pesos por USD.
El impacto llegó a la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera). “Se nos permitió explicarles la problemática que genera en nuestra actividad, más aún por tratarse de una economía regional cuyo producto final es originado en zonas de las más alejadas de los puertos de salida, y con prácticamente todas sus ventas a los altamente competitivos mercados internacionales”, sostuvo la Clera mediante un comunicado.
También los presidentes de las entidades agropecuarias celebraron la baja en las retenciones y apoyaron al sector regional, aunque todos coinciden en lo mismo: en que se hizo justicia y que es muy positivo aunque este no es el objetivo final, simplemente “un camino que se empezó a transitar”.
También durante la última semana trascendió un relevamiento satelital que descubrió 255 mil hectáreas sembradas en Santa Fe, que no figuraban en las estadísticas. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó en el resumen semanal que “en trigo, se revelaron 85 mil hectáreas más en la zona núcleo, totalizando una superficie sembrada de 1,55 millones de hectáreas. La región pasó a producir 4,66 millones de toneladas, casi 250 mil toneladas más de lo estimado hace unas semanas atrás”, informaron desde la Guía Estratégica para el Agro de la BCR. Por otro lado, el ajuste en el área de maíz, tras sumar 170 mil ha sembradas, totalizaron una implantación de 1,3 M ha. En consecuencia, “la región aportó 14 millones de toneladas de maíz, 1,8 millones más a lo esperado”, explicó la bolsa rosarina, que reveló que dicho relevamiento satelital fue realizado utilizando la herramienta Google Earth Engine, una plataforma on line de código abierto para la visualización y procesamiento de imágenes satelitales.
Por último, y porque resultó un dato interesante, debemos mencionar que la Bolsa de Comercio de Santa Fe anunció que se frenó la caída del stock bovino en la provincia y que venía cayendo durante los últimos seis años.