Juan Chiummiento
Se prevé la construcción de edificios de hasta cinco pisos, lo que rompería con el tradicional modelo de casas bajas que impera en el lugar. El proyecto debe pasar el filtro de la Legislatura provincial y los Concejos de Rosario y Funes, donde ya afloraron algunos reparos.
Juan Chiummiento
Finalmente se conoció la letra chica del proyecto que pretende cambiarle la cara al entorno del aeropuerto internacional de Rosario. A través de un esquema que contempla el intercambio de terrenos con un privado, las parcelas linderas a la estación aérea modificarán su fisonomía y se permitiría la construcción de nuevos accesos viales y edificios de hasta 15 metros de altura, lo que implicaría un impacto urbano en la fisonomía de la zona. Para avanzar, la iniciativa requiere la aprobación de la Legislatura santafesina y de los Concejos de Rosario y Funes.
El eje central de la cuestión pasa por un terreno de 36.043,49 m2 que se ubica al este del aeropuerto y que es propiedad de GM Real State SA. A través de un convenio urbanístico, la empresa aceptó la enajenación del lote a cambio de que se le transfiera a su favor otro de menores dimensiones (19.895,24 m2) pero con indicadores urbanísticos que le permitan un mejor aprovechamiento económico
Según el documento que ingresó en los órganos legislativos -al cual tuvo acceso El Litoral-, gracias a los cambios de índices el privado tendrá permitido ejecutar en su nueva propiedad -ubicada a pocos metros y lindero al shopping Fisherton Open Mall- un total de 19.800 m2 cubiertos. Para los técnicos de la Secretaría de Planeamiento de Rosario, como resultado de esta operación le debe corresponder abonar en concepto de contribución compensatoria $ 35.335.387,75, un monto que equivale a 10.327 m2 de pavimento.
“Esta compensación se conforma de dos partes: el total que represente el valor de 2.673,91 m2 de pavimento tipo, para la realización del ‘Parque del Aire’, sobre Av. J. C. Paz, en jurisdicción de la ciudad de Rosario; y el total correspondiente a 7.654,06 de pavimento tipo en jurisdicción de Funes. La compensación, en las citadas proporciones y montos, será abonada por el Desarrollador mediante la ejecución de los ítems o rubros de obra que determine cada jurisdicción. En el caso de Rosario, será destinado al proyecto Parque del Aire y en el caso de Funes, para la realización de la obra de pavimentación de la calle Tomás de la Torre”, refiere el documento.
Nuevos usos, viejos reclamos
El terreno con el que se compensará a GM Real State SA se compone por tres lotes, dos de los cuales están en Funes y el restante en Rosario. En los proyectos enviados a los órganos legislativos locales se observa una diferencia respecto a la altura máxima permitida: mientras que para las dos primeras franjas se prevén tres niveles (10 metros de alto), para la tercera se habilitarán hasta cinco pisos (15 metros). Esto representará sin dudas un impacto a la fisonomía urbana del “Jardín de la Provincia”, cuyo código no permite más de dos plantas por encima del nivel de calle.
¿Qué se permitiría levantar allí? Entre los usos contemplados están comerciales, gastronómicos, residencial transitorio (hotel), oficinas, consultorios, despachos profesionales, depósitos de pequeño porte, centro de convenciones y estacionamientos.
Las principales voces de oposición al proyecto han venido precisamente de los concejales de Funes, quienes también tienen congelado un emprendimiento de la firma Transatlántica, que pretende levantar en un terreno de 5 hectáreas (también emplazado al este de la ciudad) un mega desarrollo inmobiliario de entre 45.000 y 50.000 m2 cubiertos.
Una de las voces que más se alzaba en contra de estas iniciativas es el actual edil e intendente electo Roly Santacroce (PJ). Desde su entorno aseguraron que tiene más dudas que certezas sobre avanzar con este proyecto, ya que se trata de un tema que empujó fundamentalmente el actual gobernador Miguel Lifschitz y entonces “habrá que ver qué dice Omar (Perotti) al respecto”.
Hay un detalle que no se escapa a propios y extraños y que tal vez Santacroce jugará para apoyar la movida. Los funenses reclaman desde hace tiempo un lugar en el directorio del aeropuerto e incluso años atrás el actual diputado provincial Roberto Mirabella -de muy estrecha relación con Perotti- había presentado un proyecto de ley para que ello suceda. Hay más de uno que afirma que esa carpeta podría ser puesta arriba de la mesa para negociar la continuidad del proyecto integral.
La actual gestión lleva las mejoras en el aeropuerto como una de sus principales banderas y la semana pasada realizó una fuerte defensa de las mismas. El propio Lifschitz encabezó un acto en la terminal aérea donde firmó un acta compromiso con la intendenta de Rosario, Mónica Fein, para asegurar la continuidad de las obras. El encuentro logró una masiva convocatoria, pero a nadie del lugar se le pasó por alto que ninguno de los representantes del justicialismo dio el presente.
Cautela en el Palacio Vasallo
En el órgano legislativo rosarino tampoco está muy allanado el terreno. Al abordarse el mensaje del Departamento Ejecutivo respecto al Plan de Detalle Acceso al Aeropuerto Internacional Rosario, el concejal por Cambiemos Carlos Cardozo planteó que “estamos en tres transiciones” por lo que consideró que debían conocerse las opiniones del gobernador electo Omar Perotti y de los nuevos intendentes Pablo Javkin y el citado Santacroce.
Esto representará sin dudas un impacto a la fisonomía urbana de Funes, el “Jardín de la Provincia”, cuyo código no permite más de dos plantas por encima del nivel de calle.
Los funenses reclaman desde hace tiempo un lugar en el directorio del aeropuerto e incluso años atrás el actual diputado provincial Roberto Mirabella -de muy estrecha relación con Perotti- había presentado un proyecto de ley para que ello suceda.