Este viernes 26 de julio desde las 20.30 y con entrada libre, la Fotogalería Roberto Guidotti inaugurará dos muestras simultáneas: en la Sala 1 se presentará “Fotografía al desnudo”, de Beatriz Leguiza, mientras que en la Sala 2 se podrá apreciar “Historias despojadas”, del anfitrión Roberto Guidotti. En la ocasión se compartirá un brindis con los autores. Las muestras se podrán visitar de lunes a viernes, de 18.30 a 21.
“Cuerpos desnudos y despojados. La pureza de crear”
Sobre las exposiciones, escribió Natalí Bedini “Esta increíble muestra fotográfica nos invita a pensar en la esencia misma de los Seres Humanos. Estos artistas a través de los títulos de sus obras: ‘Fotografía al desnudo’ e ‘Historias despojadas’, nos interpelan sobre cuál es el lugar que hemos delegado a nuestros propios cuerpos; ya que son éstos la reserva prístina (pura) de toda la creación y la razón de la existencia misma”.
Y agrega: “Desde los inicios conocidos de la civilización humana, el hombre se ha representado a sí mismo y en relación con su entorno en diferentes superficies. Incluso, la presencia del cuerpo como forma representada es una de las más antiguas dentro de la historia de nuestra especie. En el siglo XXI expresar a nuestros cuerpos, mostrarlos; bellos, atléticos, saludables, erotizantes, prohibidos, nos remiten a aquello que nos ha sido impuesto y nos ubican como las cápsulas que sirven para articular nuestras relaciones sociales, y que dan muestra de que solo de forma subrepticia nos sentimos, nos conectamos, nos entendemos humanos”.
Desesteriotiparnos podría salvarnos, explorar desde el arte, a partir de 31 piezas fotográficas seleccionadas con la ineludible capacidad de Beatriz concluye: “Leguiza y Roberto Guidotti hacen del cuerpo un tropo inagotable.
Es por ello que este ‘despojo’ es en verdad un acto revolucionario, en donde nuestra integralidad deja al expuesto que cuando somos desposeídos de nuestros sentidos y existencia física en todas las comunidades abstractas: económicas, políticas, virtuales que hemos creado, nos sentimos alienados y desorientados; y la única manera de salvarnos es pensar en nuestras trayectorias de vida, en la importancia de las marcas que llevamos en lo más profundo de nuestra singularidad e intimidad. Son estos el único canal de creación y cambio en el que podemos confiar, porque los humanos somos cuerpos y por ellos, por nosotros... somos poder y creación”.