Miguel Ignacio Torres del Sel, Rubén Enrique “Dady” Brieva y Darío Elder “Chino” Volpato regresarán a su ciudad con “Midachi 35 años”, el espectáculo con el que vienen girando desde hace más de un año (hace un mes cumplieron 36 años de carrera). El tour interminable volverá a traerlos al pago chico: el jueves 1° de agosto estarán en el Centro Cultural Cervantes de El Trébol, el viernes 2 en el Teatro Marconi de Gálvez y el domingo 4 en el Teatro de la Ciudad de San Lorenzo.
Pero la fecha estelar será la del sábado 3, en el Teatro Municipal 1° de Mayo de Santa Fe (San Martín 2020) a partir de las 21, donde volverán a encontrarse con su público original. Las localidades ya se consiguen en la boletería del Teatro, a un valor de: platea baja, 970 pesos; platea alta y palcos bajos, 970 pesos; palcos altos, 920 pesos; tertulia numerada, 870 pesos; tertulia sin numerar, 820 pesos; gradas y paraíso, 750 pesos.
Desde Marcos Juárez (Córdoba), en un alto de sus viajes, Miguel conversó con El Litoral para hablar sobre este clásico que tendrá aquí un sabor más local.
—Pasaron ya dos años del estreno de “Midachi Kindon”. ¿Cómo están viviendo esta nueva etapa?
—Todo bien: estamos muy bien preparados con este festejo de los 35 años. El 16 de junio, hace poquito, cumplimos los 36. Volvemos a hacer un poquito la provincia de Santa Fe: paso obligado en nuestra ciudad, en la cual vivo y sabemos la cantidad de gente que vive. Creemos que da para un Municipal lleno. También vamos a estar en Gálvez, en San Lorenzo, en El Trébol. Este fin de semana estamos en la provincia de Córdoba: Marcos Juárez, Bell Ville, Las Varillas y Cruz Alta. Venimos de estar 12 días en Uruguay, con un éxito impresionante.
Estamos disfrutando, recorriendo la Argentina, Uruguay también: ya estamos programando para octubre dos semanas en el interior de Uruguay. Estamos a full, laburando de jueves a domingo, salvo el finde previo a las Paso que vamos a hacer de jueves al miércoles siguiente, como va a ser un atractivo todo lo de las elecciones vamos a parar ese fin de semana.
Estamos acomodándonos, y recorriendo localidades que no visitábamos hace años.
—Hay lugares como El Trébol o Venado Tuerto por los que muchos espectáculos no pasan.
—Lo que pasa es que el artista tiene que ir a los lugares: no podés depender de que la gente vaya a Buenos Aires, a Mar del Plata, a Carlos Paz o a la capital provincial. Esto de llevar la estructura a localidades de entre 20.000 y 50.000 habitantes es fantástico: la gente te lo agradece, se llena. Es un laburo que es exigente pero es fundamental hacerlo, porque la gente te está esperando. Lo hemos hecho en toda nuestra carrera, y no porque estemos más grandes, ni porque el tiempo esté feo lo vas a evitar. Al contrario, tenés que llevar el espectáculo, hay que hacer el esfuerzo, la gente agradecidísima.
—¿Cómo es la química humorística?
—Nosotros tenemos nuestra fórmula para hacer humor. Siempre planteamos que el humorista no puede estar filtrando todo lo que dice, porque los remates llevan una palabra determinada, siguen siendo fuertes en el momento justo. El humor es un poco la exageración de la vida real, las palabras son las que uno necesita y utiliza: en eso no hemos cambiado nada.
La broma es siempre entre nosotros, no nos metemos con la gente. Disfrutamos con lo que hacemos, y tenemos 62 años ya con Dady: pertenecemos a una camada, una época y una manera de hacer humor; por supuesto uno no se sobrepasa en temas que hoy quizás están muy delicados para tocarlos. Pero seguimos firmes y fieles a nuestro formato: a las imitaciones, los sketches, los personajes que se han hecho querer. No hemos tenido ningún inconveniente en ningún momento.
—¿Qué complicidad especial se dispara con el público santafesino?
—Hay un cariño, un respeto, unas ganas de vernos. Muchas cosas que hacen al condimento de la visita de Midachi a nuestra ciudad: nombrar barrios, a Colón. Es increíble que en estos 36 años fuiste incorporando cosas en una pequeña fórmula que no falla. Eso nunca queda de lado, al contrario, siempre a la gente le agrada que nombres a la línea 16, el 5, la L Bis, la 26 sin nombre, el Barrio Sur donde yo vivía, o Nacional o Gimnasia y Esgrima de Ciudadela.
Hay cosas que nos acompañaron toda la vida y nombrarlas hace que la gente del lugar se sienta cómoda, feliz, identificada. Referenciarnos a nuestra Santa Fe, por más que Dady y el Chino vivan en Buenos Aires hace años yo sigo viviendo allá y la gente lo sabe. Ese secretito no es un secreto, es lo que nos acompaña a cada ciudadano todos los días.
—Ya pasó un año de la fiesta con Mirtha Legrand en Los Maderos.
—Increíble, el 36 nos llevó puesto: estábamos festejando los 35 y de golpe estamos brindando en San José de Mayo (Uruguay) por los 36 años. Cuando menos nos demos cuenta vamos a estar festejando los 37 el año que viene con show nuevo. Vamos a ver qué pasa.
La idea es terminar en Carlos Paz a fines de enero, primeros días de febrero, con este show. Después ya tomarnos tres o cuatro meses para armar un nuevo espectáculo. Nos está yendo realmente muy bien, y ahí te das cuenta de la cantidad de gente que todavía no nos vio y que tiene ganas de vernos. Nosotros felices y metiéndole ante todo ganas, garra, corazón, mucho huevo a lo que hacemos, disfrutándolo. Esto es nuestra pasión, nuestra vida, así que lo hacemos con total cariño.
—¿Se esperaban hace dos años atrás que la juntada tenga esta movida tan larga?
—Qué se yo... Por ahí creés que no, por ahí que sí, que tiene que pasar. Lo que nos pasa a nosotros es formidable, hay un cariño de la gente... Bueno, son muchos años, donde nos han visto abuelos, papás, hijos, pibes jovencitos; abuelos que van con los nietos a verte. Hay toda una carrera, uno no se da cuenta hasta que no ves fotos y videos viejos, ahí te das cuenta de todo lo que hemos hecho: haber recorrido Latinoamérica, haber actuado en Miami, Cuba, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela, Perú. Los videos, las películas, la música, Susana (Giménez), (Marcelo) Tinelli, Mirtha (Legrand), hicimos de todo. Una aplanadora de laburo que hace que ahora estemos cansados pero con mucha energía y muchas ganas de hacer reír, que es lo que nos hace disfrutar a nosotros.
—Decían que las generaciones nuevas los descubrieron por los padres, o por videos.
—Claro: hoy muchos pibes me dicen “Te veo en ‘Rompeportones’”, gente que se engancha con “Agrandadytos” cuando Dady trabajaba con los pibes. Lo hicimos con mucha pasión y gente lo entendió, hay un respeto. Y después saben que van a estar ahí casi dos horas riéndose, con la risa asegurada. Hacemos lo que sea para que suceda, y por suerte pasa.