La sucesión de tragedias conocida como “la maldición de los Keneddy” tiene un nuevo eslabón. Este jueves, falleció de una sobredosis a los 22 años Saoirse Roisin Kennedy-Hill, nieta de “Bobby” Kennedy y sobrina nieta por tanto del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy.
Tenés que leerPublicarán archivos inéditos sobre el asesinato de Kennedy“Nuestros corazones están destrozados por la pérdida de nuestra querida Saoirse. Su vida estaba llena de esperanza, promesas y amor”, reza el comunicado emitido por la familia Kennedy. “El mundo es un poco menos hermoso hoy”, añade en el mismo texto Ethel Keneddy, abuela de la joven y viuda de “Bobby” Kennedy.
Según informa el diario The New York Times, la joven ha fallecido en el Kennedy Compound, el complejo de viviendas que la familia Kennedy posee en Cape Cod, Massachusetts, y en el que crecieron el presidente Keneddy y sus hermanos. En una de las casas que componen dicho complejo vive la viuda de "Bobby" Kennedy, que al parecer se encontraba en la vivienda cuando a las dos y media de la tarde de ayer llegó un equipo médico alertado de la sobredosis de Saoirse. La joven, a la que encontraron con una parada cardiaca, fue llevada al hospital de Cape Cod, donde los médicos solo pudieron declararla muerta.
En 2016, la joven había confesado en el periódico de su colegio que sufría una depresión. Un amigo había abusado sexualmente de ella y en una ocasión había intentado suicidarse. “Mi depresión echó sus raíces en mis años de colegio y será parte de mi durante el resto de mi vida”, escribió Saoirse Kennedy-Hill.
Cabe recordar que su abuelo, al igual que John F. Kennedy, fue asesinado de un disparo en 1968, durante un acto de la campaña electoral con la que planeaba ser nominado como candidatos para la presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, esa no era la única tragedia de la familia de Saoirse. Su padre, un irlandés llamado Paul Michael Hill que en 1963 se casó con una de las hijas de Bobby Kennedy, Courtney, estuvo preso durante 15 años como integrante del IRA, una pena que luego se probó injusta dada la falta de pruebas tanto de su vínculo con esta banda terrorista como con los atentados por los que fue condenado
.Con información de Vanity Fair