Fernando Jesús De Caillet tiene 34 años y es empleado de la empresa Urbafe, que brinda servicios de limpieza y recolección de residuos en la ciudad de Santa Fe. Este sábado por la mañana fue atacado a tiros cuando hacía sus tareas en la zona norte de la ciudad. Fue la tercera vez en dos meses que atentaron contra su vida, pero afortunadamente no fue la vencida. Los dos proyectiles que lo hirieron no afectaron órganos vitales y sería dado de alta en las próximas horas.
Eran aproximadamente las 7 de la mañana y Fernando recién comenzaba a barrer la avenida Gorriti, cerca del Pasaje García Bañón, a pocos metros de avenida Peñaloza (barrio Liceo Norte). Hasta hace unos días, su función era recolectar residuos y su horario de trabajo era nocturno, pero esto cambió luego de violentos incidentes que sufrió.
De Caillet estaba solo con sus herramientas y el cesto cuando irrumpieron dos sujetos encapuchados en moto. El acompañante abrió fuego sin dar ningún tipo de explicación. Se escucharon varias detonaciones, pero sólo dos balas hicieron blanco en el cuerpo de la víctima. Una le dio en la espalda, en el costado, y se desvió en una costilla; la otra impactó en su pierna derecha.
En segundos, los agresores habían desaparecido. Vecinos llamaron a la Central de Emergencias 911 y Fernando fue trasladado de urgencia al Hospital José María Cullen, donde fue asistido y quedó internado en observación, pero fuera de peligro.
El primer episodio violento que sufrió De Caillet ocurrió dos meses atrás, un domingo, poco antes de la medianoche y en la esquina de su casa, en barrio Acería.
Ese día, salió de su vivienda en moto rumbo a su lugar de trabajo y llegó hasta el cruce de calle, donde frenó para darle paso a un VW Gol de color negro con vidrios polarizados. El ocupante del auto no avanzó. Bajó el vidrio, sacó un arma de fuego y comenzó a gatillar. Con mucha fortuna, los primeros tres intentos fueron fallidos y los proyectiles no salieron. Eso le dio tiempo a Fernando para arrojarse al suelo, justo cuando tres plomos pasaban zumbando sobre su cabeza.
El segundo capítulo se desencadenó el miércoles siguiente, cuando De Caillet salía del predio de Urbafe a bordo de una camioneta de la firma. En la esquina había una pareja “noviando”, pero cuando el rodado pasó junto a ella el hombre disparó una andanada de balas que impactaron en la carrocería.
Allegados a la víctima deslizaron que los atentados podrían tener relación con la actividad gremial que en algún momento realizó De Caillet (los trabajadores están nucleados en el Sindicato de Camioneros) y algunos trascendidos llegaron a mencionar que tendrían algún tipo de vinculación con otro incidente similar sufrido por otro compañero a principios del mes pasado.
Precisamente el sábado 6 de julio, Diego Gudiño, de 33 años, recolectaba bolsas de residuos en las calles de barrio Los Troncos cuando fue acribillado. Los responsables fueron dos desconocidos, también a bordo de una moto. Este hombre todavía permanece internado en el Hospital Cullen.
Además, ambos casos remiten a otro prácticamente calcado pero de consecuencias trágicas sucedido el domingo 9 de marzo de 2015. Ese día fue asesinado Mariano Trejo, de 24 años, cuando cumplía con sus labores de recolección en barrio Villa Hipódromo.