Campolitoral | [email protected]
Tras varias reuniones con los propietarios de la industria, un grupo de operarios y productores decidieron iniciar una protesta ante las evidencias de que no hay intención de moler caña este año.
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Obreros del ingenio azucarero y productores de caña decidieron comenzar hoy en Las Toscas una protesta en reclamo de la realización de la zafra en la industria local. Luego de varias reuniones con el propietario Rubén del Fabro, el intendente Leandro Chamorro y representantes del gobierno provincial, los operarios denuncian maniobras de dilación para evitar procesar el cultivo, pese a que desde la provincia han liberado fondos depositados en la Asociación Civil Mesa Azucarera (ACMAS) para la siembra.
Desde las 8 horas, unas 50 personas cortan parcialmente y de manera alternada el tránsito en una de las manos de la Ruta Nacional 11 en turnos de media hora. La protesta está programada hasta las 12 horas para luego retomarla entre las 14 y las 20. Desde el lugar anticiparon que la manifestación es por tiempo indeterminado, hasta obtener una respuesta satisfactoria a su reclamo. “Hasta que la provincia junte a las partes y encuentren una solución”, dijo a Campolitoral Gustavo Chamorro, delgado de los 200 empleados de la fábrica. “Es una torta que se tiene que llevar un pedacito cada uno y uno se quiere llevar todo”, denunció.
Según el trabajador, protestan frente a las evidencias de que “no va a haber zafra” azucarera porque la planta no está en condiciones y el propietario “dijo que no puede hacerla porque no hay caña suficiente y los rindes no dan”. A esa conclusión -dijo- llegaron ayer, tras una tercera reunión con el empresario sin lograr acuerdo alguno.
La crisis se desencadenó a pesar de que en las últimas semanas el gobierno provincial accedió a un pedido de un grupo conformado por el intendente, el ingenio y algunos productores y liberó fondos que estaban en poder de ACMAS para financiar la siembra de caña. Pero Chamorro advirtió que “si no se cosecha no se puede sembrar, porque los cañaverales ya tienen cuatro cortes”. El trabajo de limpiar estas zocas viejas sólo puede hacerlo un frente de cosecha para liberar el espacio donde sembrar.
“Estamos peleando por la cuenca, no sólo por nuestros puestos de trabajo; son 1.500 familias que dependen de la caña”, afirmó el operario, ante la inevitable extinción del cultivo que implicaría la caída definitiva del ingenio. El año pasado la planta decidió demasiado tarde hacer zafra y sólo molió durante 17 días en noviembre, hasta que el inicio de las lluvias obligó a suspender los trabajos. Ahora vuelven a darse las mismas demoras en los aprontes del ingenio. “Tienen 4 personas en la reparación que no saben nada; antes eran 50 y acá es más maña que otra cosa, porque la estructura tiene 100 años”, interpretó Chamorro como una señal de desinterés del propietario por llevar adelante la molienda.