El lunes 19, Bestia Bebé retornará a la ciudad para presentarse en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572). La banda de rock oriunda de Boedo compartirá escenario con dos conjuntos locales: Mi Primer Año Sabático y Jedy. A propósito de la fecha y del momento de uno de los estandartes del indie nacional, el cantante Tom Quintans conversó con El Litoral.
Tomás Quintans nació en 1988, bajo la órbita de influencia emocional de dos hitos para la cultura popular argentina: el campeonato mundial de México 1986 y la primera visita de The Ramones al país en 1987. Ese clima, de épica más que de época, vuelve a aflorar en las canciones que él compone en el grupo de amigos con intenciones musicales, que comparte junto a Boui Vilche, Chicho Guisolfi y Polaco Ocorso. Por eso, no resulta extraño que el cantante asuma que los recitales tienen un clima más ramonero que las grabaciones. Las piezas pueden cambiar de lugar, o deben hacerlo para que el aroma pop (en el sentido más literal de la contracción) que destilan las historias emparde con el vértigo punk del sonido. “No es que armamos una lista y la repetimos en todos lados, sino que en cada lugar tratamos de cambiarla. Mantenemos los más clásicos y sumamos temas que no tocamos mucho”.
Como compañeros que cantan el pase para definir la jugada, las preguntas acechan al volante creativo de la banda que, por ejemplo, compuso una canción que en su estribillo nombra al uruguayo Rubén Paz. El primer interrogante, ¿por qué modificar el repertorio? “Porque nos aburrimos rápido”. De la segunda intervención (¿en qué momento detectan el cambio de rumbo?), Tom sale limpio y deja al delantero mano a mano con el arquero rival. “Estamos medio complicados para ensayar. Así que cuando hacemos la lista antes de tocar, elegimos las que tenemos ganas en el momento, dependiendo de la fecha y el lugar”. Gol.
El mismo año que nacía Bestia Bebé, Él mató a un policía motorizado publicaba “La dinastía Scorpio” (2012). Una de sus canciones, “Más o menos bien”, fue tomando forma de hit y en el correr de estos pocos años supo definir a una época (Nicolás Igarzábal tituló de ese modo a su obra que estudia el indie argentino post-Cromañón). “Amigos, formemos una banda de rock and roll”, inmortalizó Santiago Barrionuevo, como si hablara de Las Ligas Menores, Mi Amigo Invencible, 107 Faunos o Bestia Bebé. Como un equipo de fútbol, todos para uno y uno para todos. Así funciona la era independiente, autogestiva y federal que hace sombra al mainstream. Uno de su frutos (y árbol, a la vez) es Laptra, sello o viento de La Plata, que reúne a Tom, a Santiago y a muchos músicos. “Lo mejor que tuvo Laptra fue conocer a un grupo de gente que estaba en la misma que nosotros. Cuando empezamos, no era tan firme la idea de la independencia y de tener un sello; entonces, fue como una forma de ver que existía otra manera de tener una banda y de editar discos”.
El equipo que capitanea Quintans va al frente con cada uno de sus componentes. Boui suma guitarras arpegiadas, Chicho avanza con el bajo y Polaco impulsa la batería con guiños a Neu! y The Strokes. Con una producción discográfica que alterna discos, EP, simples y un split (junto a la agrupación granadina Apartamentos Acapulco), Bestia Bebé despliega un imaginario que reivindica espontáneamente las conquistas colectivas: la amistad, el barrio, el fútbol, el rock. “Me gusta que cada disco tenga una identidad y un sonido característico. Siempre queremos hacer algo diferente, novedoso para nosotros, y no sentir que estamos estancados en lo mismo”.
“La idea es grabar en octubre, si se puede. Uno pone una fecha y después se va diluyendo... porque depende de muchas cosas”. El sucesor de “Las pruebas destructivas”, anticipa el compositor del grupo, va a presentar novedades en cuanto al sonido. “En anteriores discos, ya lo tenía más definido antes de grabar. Ahora vamos a algo nuevo. Además, las canciones son diferentes, más formato canción. Antes, la mayoría surgían de algún riff o arpegio. Éstas nacieron más de la melodía de la voz y la armonía de la base. En cuanto a las letras, por ahí es un poco más oscuro”.
—¿Por qué creés que pasa eso?
—No tengo ni puta idea (risas). Puse todos los temas juntos y dije: “¡Mirá!. Es como el disco negro”.
Un viejo conocido, Felipe Quintans participará del proceso de producción del próximo material de Bestia Bebé. Pipe, además de “productor fantasma de lo que yo hago”, compartió junto a Tom (su hermano dos años menor) otros viajes, como Súper 1 Mundial y Go Neko!, donde el formato canción en clave punk se retrae en pos de un sonido más diferido y etéreo, que deja en un segundo plano a la voz, cuando no prescinde de ella. Pero ese es otro punto. El nuevo álbum de Bestia Bebé, el disco oscuro, tiene algunos nortes y un camino por explorar.
Felipe “lo va a grabar, producir y mezclar. Nosotros aprendimos a tocar juntos y casi siempre tocamos los dos. Desde la primaria, tocábamos en la pieza en la casa de mi vieja. Es una cosa de ‘escuchá esto, escuchá lo otro’. No sé si algo particular, pero siempre compartimos los gustos. Siempre le mostré lo que hice, tengo muy en cuenta la opinión de él. Esta fue una forma de oficializarlo, que forme parte y tome más decisiones. Me parece que está bueno que haya una mirada de afuera, pero a la vez de alguien de confianza. Con él hicimos ‘Las pruebas destructivas’ y nos gustó. Pero, por ahí el material estaba un poco cerrado porque son versiones de temas viejos. El nuevo disco ya lo estamos haciendo con él formando parte de todo el proceso. Es un amigo más que un hermano”.
Las bandas encargadas de recibir a Bestia Bebé, los locales, serán Mi Primer Año Sabático y Bestia Bebé. Los Sabáticos, como se los conoce, transitan el surf punk con guitarras feroces sumergidas en reverb y melodías clase B, detonadas por Pato Fontana (voces, guitarras), Emanuel Sola (guitarras), Juan Saba (bajo) y Gusty Latorre (batería). El 10 de agosto, lanzaron el videoclip de “Tres años”, canción perteneciente al EP “Vacaciones de invierno” (2018), que intercala imágenes del grupo en salas y espacios públicos con jugadas memorables de Oliver Atom y compañía en Súper Campeones.
Tendiendo puentes entre punk, indie y pop, Jedy es el resultado de los aportes de Nahuel Macazaga, en voz y guitarra; Ale Moulins, en guitarra y coros; Lechu Carballo, en bajo y coros; y Tincho Leal, en batería. El 13 de agosto, subieron a su canal de YouTube el videoclip de “No sé qué espero”, producido, filmado y editado por el grupo en la terraza de la sala de ensayo Booster, con la colaboración en cámara de Marcos Torres. En el recital, Jedy adelantará las canciones del nuevo disco que se editará a través del sello local “45 de térmica”.
Las entradas pueden adquirirse a través de sistema Ticketway y sus puntos de venta físicos son: Credife (Santa Fe, Rafaela y Esperanza), Nexon Santa Fe (sucursal Aristóbulo del Valle sucursal Peatonal San Martín), Nexon Paraná (Centro), Nexon Santo Tomé. También se pueden comprar en boletería de Tribus, de miércoles a domingo desde las 18.