Laura Serniotti
Laura Serniotti
El domingo 4 de agosto de 2019, se realizó el quinto concierto de la vigésima temporada del Ciclo de música de Cámara, en el Teatro Lasserre de Rafaela.
En esta oportunidad se presentó el Trío de la Nueva Andalucía. El grupo estuvo integrado por la violista Huayra Lihué, la clarinetista Constanza Malatesta y el pianista Santiago Rojas Huespe.
Los intérpretes
Lihué estudió violín en la Escuela Shinichi Suzuki de Córdoba y con la profesora armenia Gohar Alaverdyan. Integró la Orquesta Infantil del Teatro Libertador y la Orquesta Académica Juvenil, fue Concertino de la Orquesta Metropolitana de Córdoba, formó parte de la Orquesta de la Universidad Nacional de Córdoba y de la Orquesta Ciudadana del Teatro Libertador. Fue violista del Ensamble de Música Contemporánea Suono Móbile. Ingresó por concurso en la Orquesta Sinfónica de Córdoba, en la Orquesta Municipal de Córdoba y forma parte de la orquesta de música antigua La Barroca del Suquía.
Malatesta, egresó del Conservatorio Superior de música Félix T. Garzón de la ciudad de Córdoba. Estudió con el maestro Carlos Céspedes, en la Academia Latinoamericana de clarinete de Caracas, Venezuela. Integró el Quinteto de Clarinetes del Bicentenario. Es miembro de la Banda Sinfónica de la Universidad Nacional de Córdoba y docente en el Instituto Herbert Diehl.
Huespe se formó en la Argentina, con los maestros Norma Sevlever, Lidia Mazieri y Fontavela. Estudió con Marita Zimmer en México y con Arnon Erez en Israel. Es licenciado en perfeccionamiento instrumental: Piano por la Universidad Nacional de Córdoba. Obtuvo numerosos premios y fue pianista de la Orquesta Infantil de Córdoba y la Orquesta Sinfónica de la UNC. Brindó clases magistrales y recitales en Argentina, México, Perú e Israel. Además de solista, tocó con la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Tucumán, Orquesta Sinfónica de la provincia de Chaco, Orquesta de Cámara de México y Orquesta de Cuajimalpa de México. Conforma el Dúo Rojas Huespe. Se desempeña, además como compositor, director de orquesta y pedagogo.
Los músicos brindaron un concierto compacto, en el que el piano amalgamó con maestría los demás timbres.
Sin estridencias, con seguridad, serenidad y mucha musicalidad, el trío desplegó su talento y su trabajo profesionalmente realizado. También comprobó la satisfacción de los oyentes al solicitarles un bis.
Programa
El Trío comenzó su repertorio con el Concierto para clarinete y Viola de Max Bruch.
Esta obra fue compuesta en 1911 y consta de tres movimientos: Andante con moto; Allegro moderato, Allegro molto.
La versión original está escrita para clarinete, viola y orquesta en la tonalidad de mi menor.
Este concierto contiene un lenguaje romántico, en el que las diferentes tonalidades permiten relacionarlas con colores y en ella los instrumentos exploran nuevas posibilidades tímbricas.
La viola y el clarinete es un dúo muy utilizado en la música de cámara. Sus timbres logran una bella combinación por su opacidad, lo cual permite expresar un tipo de carácter melancólico o reflexivo.
Fue muy acertada la ubicación de los músicos en el escenario, ya que, al ubicarse, la violista y clarinetista frente al piano y enfrentadas entre ellas, prácticamente de perfil, permitió no sólo escuchar sino observar por los gestos de las intérpretes, el diálogo entre estos instrumentos.
En esta obra Max, utilizó procedimientos compositivos codificados en las teorías del siglo XVIII. La sintaxis de las obras, incluyen entre otros aspectos, una armonía tonalmente centrada y el diseño de frases y períodos.
Los períodos musicales están formados por dos frases: un antecedente y un consecuente que evolucionan desde una cadencia menos conclusiva a otra conclusiva.
Estos períodos provienen de la oratoria (períodos retóricos) asociados a la oración y cuyo mensaje finaliza con una conclusión formal o cadencia. Ésta puede asociarse al punto final en la oración. El diseño y extensión varían según el contenido.
Existen períodos simétricos que consisten en un conjunto de frases paralelas, equilibradas estructuralmente en dos frases en cuatro compases. En estos períodos es notorio el sentido de simetría y balance.
En el siglo XIX la simetría está reforzada por el timbre y la instrumentación. Por esto el sonido tiene límites fijados por los períodos simétricos.
El uso del vocablo frase en música establece una referencia a la oratoria. Esto permite hacer una analogía con las oraciones, la estructura de un discurso y simbolizar la sucesión de frases o períodos con un diálogo entre los instrumentos.
En este juego dialógico la textura es otro factor alusivo. El contrapunto y la fuga (imitaciones en las que se expone un tema en varias voces a tiempos diferentes) son procedimientos compositivos que siguen teniendo status en el Romanticismo y Max apeló a ellos en el Concierto para clarinete y viola.
El piano, en esta obra, cumplió el rol orquestal de enmarcar armónicamente este diálogo con forma de concierto.
Como segunda obra, Lihué, Malatesta y Rojas Huespe interpretaron Trío para clarinete, violín y piano de Gian Carlo Menotti.
Esta obra fue compuesta en 1966 y dura aproximadamente 15 minutos.
Su estructura consta de tres movimientos.Capriccio allegro; Romanza, andante expresivo; Envoi Allegro. Estos movimientos son contrastantes principalmente en su carácter, aunque guardan una relación que los unifica.
La práctica habitual es que el público escuche la sucesión de los movimientos, sin aplaudir entre uno y otro, lo cual permite percibir la obra como un todo. En esta ocasión, al no estar escrito los movimientos y muy probablemente, el desconocimiento de la obra, hubo muchas interrupciones con aplausos de algunos de los presentes.
Al concluir las cadencias finales de cada uno de estos movimientos, la violista y la clarinetista, intercambiaron miradas, sonrisas de satisfacción por la interpretación, hubo cambios de partitura en la que sus gestos adoptaron cierta relajación, todo lo cual generó aún más dudas entre los oyentes sobre la continuidad de la obra o su conclusión.
Para finalizar, los músicos interpretaron Cinco Piezas para clarinete, violín y piano de Dimitri Shostakovich. Las piezas son: Preludio, Gavota, Elegía, Vals y Polca.
Público
Hubo presencia de niños y jóvenes entre el numeroso público que cada mes responde a la cita. Una cita que nos llena de orgullo a los rafaelinos, de contar con tan prestigiosos músicos.