Ignacio Pellizzón
Desde que se aprobó en Argentina la Ley de Fertilidad Asistida en 2013, la cantidad de hechos se multiplicaron. Pero los vaivenes económicos, la falta de información de los pacientes y los puntos opacos de la normativa son algunos obstáculos que la medicina reproductiva debe superar diariamente. Entrevista con una especialista en el tema.
Ignacio Pellizzón
Alguna vez el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, utilizó una metáfora muy singular para dirimir entre telenovelas o culebrones y dijo: “Un martillo puede servir para construir una casa o para romperle la cabeza a alguien”. El problema no es el martillo, sino el uso que se hace del mismo. Con la ciencia y la Tecnología sucede algo similar en estos tiempos. Muchos critican los apresurados avances que se vienen suscitando que no permiten su arraigo social, pero otros hacen un uso tan prolífero de ambas que le cambian la vida no a una, sino a más de dos personas. Eso es la medicina reproductiva: ciencia y tecnología combinadas para cambiarle la vida a las personas.
Desde que la Cámara de Diputados de la Nación aprobó en 2013 la Ley de Fertilidad Asistida -204 votos afirmativos y 10 abstenciones-, las posibilidades de reproducción en el país se ampliaron de manera notable, a tal punto que -a más de cinco años de su aprobación- se duplicaron los casos de tratamiento en el país superando los 21 ciclos al año, de los cuales 1.000 se realizan anualmente en la ciudad de Rosario.
Mirador Provincial dialogó con la Dra. Viviana Ventura, ginecóloga especialista en Medicina Reproductiva, quien dirige el Instituto de Ginecología de Rosario, sobre cuáles son los desafíos que la Fertilidad Asistida debe afrontar a media década de la sanción de la ley que garantiza el acceso a toda persona mayor de edad a las técnicas de reproducción médica de baja y alta complejidad, que están comprendidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO), los servicios básicos que deben cubrir las prestadoras sociales sindicales y la medicina privada.
- ¿Cómo evolucionó la demanda tras la aprobación de la ley?
- Durante 2018 tuvimos un pico de ascenso después de aprobarse la Ley de Fertilidad. Durante 2014 y 2015, hubo una estampida muy importante y, desde el 2018 en adelante, incluido este año, se mantiene estable en unos 800 casos anuales. Nos estamos acercando al techo, es decir, no creo que logremos superar los 1.200 casos por una cuestión geográfica, por la cantidad de centros que hay.
- ¿Cuál es la edad promedio?
- Llamativamente estamos teniendo muchas mujeres que están por encima de los 38 años, que nos ensombrece bastante los resultados, porque convengamos que la mujer después de los 35 empieza a agotar su reserva ovárica rápidamente y esto hace que la reserva de los óvulos y el envejecimiento de los ovocitos genere que las tasas de embarazo no sean las mejores, y porque (esto es un hecho social) la mujer comenzó a postergar cada vez más su maternidad sin pensar que su reloj biológico seguía siendo el mismo de hace 2.000 años. Tratamos, insistimos en hacer mucha docencia tanto a la población como a los ginecólogos generales para que insistan a las mujeres y revisen su reserva ovárica por debajo de los 35 años, porque su momento histórico para vitrificar o preservar su fertilidad es por debajo de los 35 años. Después se ataja el problema, ya no se puede actuar tanto de la mano de la preservación sino de resolver la maternidad lo antes posible. Esta es una enseñanza de que toda mujer que desee postergar su maternidad por una infinidad de causas que sepa que existe la posibilidad de congelar sus óvulos para que, si la postergación supera la edad de los 35 años, mantenga su material genético propio atesorado.
Motivos
- ¿Cuáles son las principales causas por las que llegan a su consultorio?
- Las causas en general son de la edad materna avanzada y el factor masculino, son las primordiales. Dentro de esto hay que darle un espacio importante a la endometriosis, que es una patología que afecta a gran grupo de mujeres que a futuro y por acción de la enfermedad empiezan a tener infertilidad.
- ¿Por qué hay un aumento de mujeres que superan los 40 años que pretenden realizarse el tratamiento?
- Hay un aumento porque hay un cambio de paradigma. Son mujeres que se dedican más a la profesión o que resuelven ser madres más tardíamente por diferentes motivos, pero que no son lo suficientemente bien asesoradas en cuanto a su reloj biológico. En otros países del mundo, por ejemplo, se insiste muchísimo en esto. De hecho, empresas multinacionales ofrecen créditos a sus CEOs para que haya verificación de sus óvulos de modo que no tengan este problema en el futuro, mientras que acá estamos a años luz, sobre todo porque este tema no ingresó en la Ley de Fertilidad, me refiero a la vetrificación de óvulo por causa social. Un ejemplo: una mujer soltera de 35 años, que le va muy bien en el trabajo pero que tiene que vetrificar sus óvulos, lo tiene que abonar ella de forma particular y es costoso, y no tiene cobertura de obra social para ello.
- Es decir que hay varios baches en la ley.
- Los baches que encuentro en la Ley de Fertilidad son en base a la cantidad de la cobertura de casos y, también creo que el tema de la preservación debería volver a leerse como tantos temas en prevención en la Argentina. Es decir, nosotros ofrecemos cobertura para 3 o 4 casos de fertilización in vitro por encima de los 40 años -que no le ofrecimos preservar su fertilidad por debajo de los 35 años-, con lo cual si atajáramos el problema antes -teniendo la mitad del costo- no tendríamos que afrontar la patología después de los 40. En limpio, mi consejo es que hagan una consulta en cualquier centro de reproducción si tienen alguna duda o a su ginecólogo. La consulta implica hacerse un análisis de sangre y armar una buena historia clínica, entonces se puede rastrear si esa persona tiene antecedentes familiares de fallas ováricas precoces o alguna patología que le podría llegar a complicar su salud en un futuro. Es algo sencillo, no es costoso y tiene cobertura en las obras sociales para realizar las consultas.
- En la coyuntura, ¿la escalada abrupta del dólar o, mejor dicho, la mega devaluación, cómo les impactó?
- Yo trabajo, además, en otra institución grande y allí no hemos tenido hasta ahora un impacto, pero creo que sí se verá en el segundo semestre del año. Si bien influye el aumento del dólar en nuestros recursos, es decir, en nuestro equipamiento, medios de cultivo, agujas, etc., porque son importados, personalmente creo que esto va a impactar en el desfasaje entre el costo del tratamiento y los gastos. Las obras sociales están cubriendo el 100% del tratamiento y el 100% de la medicación, por ley. Pero hay que estar atentos porque esta escalada del dólar puede que genere algún reacomodo. Desde mi experiencia los vaivenes económicos influían muchísimo antes de que se sancionara la Ley de Fertilidad, porque el paciente se hacía cargo absolutamente de todo y era muy inaccesible. En este momento se pueden dar dos cosas: caída de la demanda por falta de trabajo, por ende, falta de cobertura social y, por el otro, que las instituciones nos veamos obligadas a restringir la cantidad de casos o el tipo de obra social de acuerdo a los convenios que tengamos, porque si no se pueden cubrir los gastos, nada puede funcionar.
Del mismo sexo
- ¿Son muchas las parejas del mismo sexo que llevan adelante el tratamiento de Fertilización Asistida?
- El 20% de nuestras consultas corresponden a parejas del mismo sexo. Hay que decir que nos es más sencillo cuando se dan los casos del mismo sexo femenino. Esto se da porque tenemos para ofrecer inseminación con semen de donante o Método Ropa, en el cual una se estimula y otra gesta, o infinidad de variables. Mientras que, en el caso del mismo sexo varón, estamos comenzando a trabajar con gestación por sustitución. Esta práctica no entró dentro de la Ley de Fertilidad, como tantas cosas que deberían reglamentarse, para que tanto la institución como el paciente puedan transitar este tratamiento sin la judicialización.
En este momento, el formato que se está utilizando en una de las instituciones donde trabajo es que la pareja que manifiesta su voluntad procreacional debe encontrar su gestante, el cual a su vez debe ser evaluada por el centro de fertilidad, luego deben hacer la presentación judicial y recién cuando el juez da el ok con respecto a realizar el tratamiento, nosotros avanzamos con la fertilidad utilizando óvulos donados, semen de quien la pareja disponga y esos embriones son transferidos al gestante. Pero actuamos bajo orden judicial. Sí o sí los varones tiene que recurrir a la Justicia, es uno de los baches de la ley.
Sin embargo, son muy pocos los casos de este tipo porque se sabe que en Argentina es muy difícil tener un vientre en alquiler. Entonces el que ha tenido los recursos económicos lo ha hecho en el exterior y hubo mucha oscuridad en cuanto a la posibilidad de realizar una gestación por sustitución en el país al estar tan fuera de la ley. Recién ahora estamos nosotros dando nuestros primeros pasos, pero con un resguardo legal.
- ¿Entonces avanzamos o no en materia de medicina reproductiva?
- Más allá de los inconvenientes económicos de este país, donde es muy difícil transitar desde todo punto de vista, yo creo hemos avanzado un montón en fertilidad. La reproducción se ha reconocido en el país como un derecho. Creo que nos queda mucho por crecer y ofrecer al paciente a través de la docencia. Nos resta mejorar la Ley de Fertilidad todavía. Pero sigo destacando el avance que tuvimos del 2013 a la fecha.
“Más allá de los inconvenientes económicos de este país, donde es muy difícil transitar desde todo punto de vista, yo creo hemos avanzado un montón en fertilidad. La reproducción se ha reconocido en el país como un derecho”.