Juan Chiummiento
El sector se despunta del bajón general que afecta a la industria. La apertura de mercados internacionales motorizó inversiones que alcanzan a establecimientos de la más variada especie.
Juan Chiummiento
Para toda regla hay una excepción. Así lo corrobora el sector cárnico, casi el único rubro industrial que aportó en este 2019 los prometidos “brotes verdes” a la economía santafesina. Mientras las principales entidades empresarias preparan su propio Grito de Alcorta en el tradicional almuerzo por el Día de la Industria, los frigoríficos viven un presente que parece de ficción en la Argentina actual.
La apertura de grandes mercados como China y Estados Unidos, el salto en el tipo de cambio y una activa gestión de los organismos estatales vienen movilizando grandes desembolsos que se reflejan en un incremento de la capacidad productiva que incluye a establecimientos de la más variada envergadura.
Para muestra, un botón. El último informe del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) sobre exportaciones con origen en Santa Fe muestra que en los cinco primeros meses del año se incrementaron un 48,8% las toneladas de carne bovina deshuesada y congelada enviadas al exterior. Se trata de un porcentaje que solo es superado por los envíos de porotos de soja, que tuvieron un fuerte salto (250%) debido a la sequía del 2018.
No fue casualidad la última visita del secretario de Agroindustria Luis Miguel Etchevere a la provincia 15 días antes de las PASO. En esa ocasión el funcionario visitó en Villa Gobernador Gálvez la fábrica de la empresa Paladini, que exportará por primera vez carne porcina a China. “Con las aperturas de mercados y el aumento de las exportaciones hay otras perspectivas que permiten que los empresarios inviertan, como la ampliación de esta planta, y generen nuevos puestos de trabajo en el país”, dijo el ex presidente de La Rural en la oportunidad.
Hay para todos
Lo cierto es que el presente del sector es tan auspicioso que alcanza a frigoríficos de la más variada especie. Grandes y chicos, tradicionales y modernos, nacionales y extranjeros. Todos en alguna medida tienen en marcha procesos de expansión que se desmarcan del bajón general que atraviesa a la industria (el IPEC anunció esta semana que el índice de producción fabril acumula una caída del 14,2% en lo que va del año).
A pocos kilómetros de la planta de Paladini, el establecimiento que la familia Ciribé lleva adelante en General Lagos desde hace 80 años también tiene motivos para festejar. Se encuentran prontos a obtener la habilitación para exportar carne a China, que impactará en la creación de unos 30 puestos de trabajo, el doble de su plantilla actual.
Bajo la denominación legal Edgar A. Ciribe SA, el frigorífico forma parte de una veintena de firmas que aguardan por los últimos pasos legales para tener el ok definitivo y sumarse al listado que integran, entre otras, Minerva Foods -la brasileña controlante de Swift que hizo el primer envío de carne vacuna enfriada a China-.
“Esto es un proyecto bastante ambicioso que se suma a nuestra presencia en el mercado externo, que se sostiene de manera ininterrumpida desde 2002”, manifestó a El Litoral el CEO de la firma Hernán Ciribé, quien remarcó que dentro de los destinos se destaca lo que venden a través de la cuota Hillton a Europa (en el último reparto le fueron asignadas 135,679 toneladas). “China es un mercado muy grande, donde se llevan prácticamente todo tipo de productos. Una vez que se consiga la habilitación se buscará determinar cuál es la gama más adecuada para la estructura de la empresa. No tenemos nada pre definido”, explicó.
Con similar expectativa se encuentran las autoridades de Matadero Frigorifico Union SA, una de las firmas más importantes del departamento San Cristóbal. El establecimiento, asentado en la localidad de Villa Trinidad, solicitó recientemente la habilitación para vender productos al gigante asiático.
El aval del gobierno chino sería la frutilla del postre de un proceso iniciado hace dos años, cuando los titulares de la planta recibieron la visita de las autoridades regionales del Senasa, momento en el cual comenzaron con algunas inversiones que prepararon a la planta para la exportación. “Lo último que hemos terminado es una serie de mejoras en plaza de faena, una inversión de 6 millones de pesos en la zona del techo y en las paredes. Pero ya venimos con otros desembolsos en el frigorífico, donde hemos agregado espacio en las cámaras de frío y salas de desposte”, contó Sergio Rodríguez, gerente de Matadero Frigorifico Union SA.
Para Rodríguez, una gran ventaja que posee el establecimiento es la cercanía con la vacas conserva, muy buscada desde la aprobación de nuevas plantas para el mercado chino. “En la zona hay muchos tambos donde se usa este ejemplar, para nosotros es una ventaja competitiva importante pensar que las tenemos al lado”, dijo.
El frigorífico es toda una referencia para la zona. Con sus más de 100 empleados, es una de las principales empresas del departamento y además provee los servicios de faena y desposte a los dos máximos jugadores del sector en la ciudad de Rafaela, Rafaela Alimentos SA y Sodecar.
Inversiones y más
Lo saben los referentes del sector: como la demanda del mercado chino es prácticamente infinita, cualquier esfuerzo vale para incrementar la capacidad productiva. Por ello, las empresas echan mano a todo tipo de estrategias para aprovechar el viento de cola. Así lo entendieron los referentes de Industrias Frigoríficas Recreo SAIC, donde luego de encarar una serie de inversiones que le permitieron ampliar su capacidad de frío y duplicar la de desposte, al poco tiempo entendieron que ello no bastaba.
Como encarar nuevas obras iba a retrasar los tiempos, desde la empresa decidieron cerrar un acuerdo con el frigorífico Figan (Fideicomiso Ganaderos Argentinos), para trasladar allí lo relacionado con la actividad porcina y concentrar en su propia planta la faena de carne vacuna. De esta manera, elevaron la cuotas de producción para exportación y rescataron una fábrica que venía de capa caída.
“Es una situación muy positiva para ambas partes, sin dudas. Nosotros pudimos subir nuestra capacidad y ellos reactivar una planta a la que no le estaban dando los números”, graficó el gerente administrativo de Industrias Frigoríficas Recreo SAIC Antonio D°Angelo, quien contó que al iniciar este proceso Figan tenía 8 empleados y hoy ya posee 30.
El incremento de la demanda externa es tal que hoy la firma recreína envía entre 15 y 20 contenedores por mes, fundamentalmente a China y Rusia. “Estamos trabajando al 100% de nuestra capacidad. Salvo que se hagan mejoras importantes, la expansión ha tocado su techo”, dijo D°Angelo, quien precisó que las ventas al exterior ya representan el 50% de la facturación.
Otro tanto le sucede al frigorífico Tutto Porky’s de Reconquista, quien este año sumó a su cartera de clientes varios del país presidido por Vladimir Putin. La nueva plaza significará la posibilidad de vender cortes más grandes, con precios más tentadores. Tanto es así que del ínfimo porcentaje que hoy destinan al extranjero tienen proyectado pasar al 30%. Para lograrlo, ya realizaron una inversión por un millón de dólares para duplicar la capacidad de desposte, previendo llegar a las 1.200 unidades por turno (hoy están en 500).
“Desde ahora -amplió el empresario- todo lo que se crezca en faena y desposte va a ser con destino a exportación. De igual modo la idea es ir reemplazando mercado interno con cortes que tengan mejor valor afuera”, contó uno de los titulares de la firma, Guillermo González Davis.
La regla
Si la actualidad de la industria se reflejara en un especial de El Litoral, las buenas noticias que arroja el sector frigorífico ocuparían apenas un par de páginas. El resto de los rubros se encuentran severamente castigadas por una coyuntura compleja, en donde las altas tasas, la pérdida del poder adquisitivo y la inflación actúan como un cóctel que deja a las empresas al borde del KO.
Con la expectativa de lograr un cambio en la política económica, tres entidades fabriles aprovecharon el lanzamiento del tradicional almuerzo por el Día de la Industria para presentarlo como una suerte de Grito de Alcorta, pero del sector fabril. Más de 100 años después de la revuelta que protagonizaron pequeños y medianos agricultores, Santa Fe vuelve a querer erigirse como el sitio desde donde se logren las grandes transformaciones que la sociedad necesita. El tiempo dirá si eso será posible en los próximos meses o habrá que seguir esperando.