La pronunciada bajante del nivel del río Paraná en nuestra región acarreó un problema que ahora deberá ser solucionado antes de que vuelva a subir. La falta de presión del agua por su escasa altura generó desmoronamientos sobre la defensa del terraplén de arena en Colastiné Norte, junto a la toma de agua sobre el río Colastiné. Dicha toma abastece a la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas en barrio Candioti Sur, la cual distribuye el agua a toda la ciudad de Santa Fe.
Por ese motivo, lo primero que garantizaron tanto el gobierno provincial como Aguas Santafesinas fue el normal funcionamiento de la toma de agua. Y lo segundo, fue que los desmoronamientos no generan hoy ningún riesgo de inundaciones en la zona de la Costa. Sin embargo, los especialistas del gobierno indicaron que se deberá actuar con rapidez para aprovechar a solucionarlo antes de que ascienda el nivel del río Colastiné, que es un afluente del Paraná (mide 2.09 m. en el hidrómetro del Puerto).
Advertido sobre la situación tras el alerta de los vecinos del lugar (que también advirtieron a El Litoral), esta semana el ministro de Infraestructura, José Garibay, junto a sus equipos técnicos y representantes de Protección Civil, recorrieron la zona para comprobar lo sucedido y determinar cuáles serán los pasos a seguir para solucionarlo.
En paralelo, la Municipalidad de Santa Fe reclamó mediante una nota a la Provincia una urgente solución. En el documento elaborado por especialistas de la Municipalidad —que lleva la firma del director de Gestión de Riesgos, Mauro Cosachoy— se advierte que el “importante deterioro” se “agravaría con los futuros eventos de lluvias y posteriores crecidas de los niveles del río, produciendo el derrumbe total del sector de la defensa” y “afectando seriamente a los vecinos que viven en la zona”.
Puntualmente, el desmoronamiento se produjo en el tramo N°16 de la defensa —altura intersección con calle Ibirá Pitá—, más conocido como Sector Garello o Toma de Agua. Lo que ocurrió fue el colapso de la protección por tablaestacas de hormigón. Hay que destacar que en esa zona del anillo de defensa de la costa se reciben importantes caudales erosivos debido a la confluencia de los ríos Ubajay y Colastiné.
Ya en diciembre pasado la Municipalidad de Santa Fe había advertido formalmente a la Provincia sobre el “estado crítico” de la defensa, con fisuras en el hormigón, separación de las tablaestacas entre sí, tensores de acero descubiertos y corroídos, erosión y pérdida en el talud húmedo y el deterioro de gaviones y protección. Por entonces reclamó una solución “urgente”.
Tras la recorrida por la zona, los funcionarios provinciales decidieron realizar batimetrías y estudios del suelo para luego elaborar el proyecto y reparar la defensa. Dichos estudios se realizarán la próxima semana, según anticipó a El Litoral el subsecretario de Estudios y Proyectos —de Recursos Hídricos provincial—, Ricardo Ruiz. Luego elaborarán el proyecto y ejecutarán la solución.
La curva natural del río y la confluencia del Ubajay y el Colastiné generan reiterados inconvenientes en esa zona de la defensa donde con anterioridad la Provincia debió realizar dos reparaciones. “Además, el rebote del río en la costa genera vórtices de retroceso (remansos) en zonas muy profundas”, detalló Ruiz. Dicho fenómeno hace que “el río se coma el suelo donde están clavadas las tablaestacas”, explicó.
En busca de una solución, se habían depositado “geotubos (cargados de arena), para evitar el deslizamiento de las tablaestacas. Dichos geotubos se habrían pinchado con las ramas y escombros que trae la correntada y se perdió su relleno”, detalló el funcionario. “Y con el río bajo no se compensa la presión del suelo y se deslizó la tablaestaca”, dijo. “Lo bueno es que todavía no se cortaron los tensores pero si sigue bajando el río pueden llegar a cortarse”.
El plan es “colocar nuevas tablaestacas a mayor profundidad. Las actuales están a 12 metros y las nuevas deberán medir 18”, informó el subsecretario. Pero todo ello será determinado una vez realizados los estudios previos, “porque tenemos que ver que además no haya ningún socavón”, advirtió Ruiz.
“Hay que actuar rápido, porque si el río crece nos agarra con esa defensa ‘desnuda’ y nos puede generar una complicación”, finalizó el funcionario. En 15 días quieren tener los estudios listos para luego realizar el proyecto de solución. Una vez presupuestado, el gobierno deberá realizar rápido un concurso de precios —mediante un decreto— ya que se trata de una emergencia.
Reparación defensa Colastine Norte