En tiempos de crisis emergen los oportunistas de siempre, quienes con solo un llamado telefónico son capaces de hacerse con miles de pesos en cuestión de minutos. El famoso “cuento del tío” parece no perder vigencia y los más apuntados para el engaño son las personas de edad avanzada, jubilados y personas con problemas económicos o sin acceso a créditos bancarios. Según informaron a El Litoral, la dirección de Atención Ciudadana del municipio desde abril a la actualidad recibe entre cuatro y cinco denuncias por semana.
Las estafas en la mayoría de los casos de hace mediante un llamado telefónico. Pero también se han cometido estos delitos a través de correos electrónicos, vía mensaje de texto; o por las diferentes redes sociales.
En la mayoría de los casos los temas recurrentes para que el damnificado caiga en la trampa son: la obtención de un premio (puede ser hasta un auto 0 km, premios de dinero en efectivo mediante un sorteo, televisores, entre otros); el supuesto acceso a la reparación histórica de Anses; obtención de dinero en efectivo; cambio de dólares viejos por nuevos; el ofrecimiento de un crédito personal para consumo; y el cambio de moneda nacional o extranjera por medidas económicas (corralito).
Desde la Defensoría del Pueblo de Santa Fe detallaron que, según expresan las víctimas, los envían a un cajero automático para ir indicándoles una serie de operaciones que terminan con la transferencia de dinero a las cuentas de los estafadores. Estas transferencias pueden realizarse desde sus cuentas bancarias o bien a través de la toma de un crédito personal y su posterior transferencia a los estafadores.
Otra de las modalidades de estafa es la que se concreta con las supuestas empresas de tarjetas de crédito que bajo el argumento de reemplazar los plásticos le piden a la víctima que les pase los números de la tarjeta. Citan algunos números primeros y después le piden a los damnificados el resto de los 16 dígitos, con eso tienen los datos para realizar operaciones de comercio electrónico.
Ahora a través de un acuerdo con el Ministerio Público de la Acusación se toma la denuncia, se llena un formulario y posteriormente se lo deriva directamente a la fiscalía de Delitos Económicos.
En muchas ocasiones, para efectivizar la estafa, los delincuentes se hacen pasar por un familiar, obtienen datos claves, hablan con autoridad, tratan de agradar y una vez que lo logran: cometen la estafa. Para obtener información de la víctima o su familia, además de utilizar la base de datos de acceso público, acceden a las redes sociales, donde miles de personas exponen su vida con fotos, con datos e información que es aprovechada por los oportunistas.
La primera recomendación ante el llamado de algún desconocido que ofrezca alguna oferta “tentadora”, es no suministrar datos personales vía telefónica. Si se trata de una persona que se hace pasar por un empleado bancario o una empresa prestamista, se debe consultar a los organismos que supuestamente requieren esa información. Por ello, algunas recomendaciones útiles son:
—Nunca brindar datos ni claves bancarias.
—No acceder a ser guiado por teléfono para el uso de cajeros automáticos.
—No entregar dinero.
—No ir a cajeros automáticos o cajas de seguridad, luego de recibir este tipo de llamadas.
—No hacer transferencias luego de recibir este tipo de llamadas
—Ningún Banco, empresa y organismo oficial puede retirar dinero de su casa o le entregará premios mediante esta modalidad.
—Alertar siempre a familiares y amigos.
—Cortar la comunicación y llamar al 911.
Las estafas no tienen límites y se suceden a lo largo y a lo ancho del país, donde ya miles de clientes del sistema financiero fueron víctimas del delito a través de correos electrónicos. Se trata del phishing, un método que usan los delincuentes cibernéticos para obtener información confidencial como contraseñas y datos bancarios.
Desde las entidades bancarias aconsejan: —Si hay dudas acerca de un correo recibido, no hay que abrirlo, ni responderlo. Hay que verificar que el mail corresponda a un remitente desconocido.
—No hay que hacer click en un link que venga incluido en un mail de desconocidos, ni abrir archivos adjuntos dentro del correo, en particular planillas, documentos o PDFs.
—Hay que comprobar que la página web en la que se ingresó, sea una dirección segura. En este sentido, debe empezar de la siguiente manera: “https://” y mostrar un ícono de un candado cerrado en la barra de estado del navegador.
—De sospechar que se es víctima de phishing, hay que cambiar de forma inmediata todas las contraseñas y ponerse en contacto con el banco.
—Mantener el sistema operativo y el antivirus actualizado.
—Los bancos nunca enviarán un correo electrónico informando sobre la acreditación o no de una transferencia. Tampoco enviará emails o realizará llamadas telefónicas solicitando comprobación o actualización de la clave o usuario de homebanking.
Homebanking: a tener en cuenta
Para proteger los datos del público en general cuando se utiliza el homebanking. Las recomendaciones que emiten desde los bancos es: evitar el uso de su cuenta en lugares públicos cybercafés, locutorios. En caso de tener que hacerlo, es recomendable utilizar el teclado virtual. Con él se puede ingresar el número de documento, la clave y el usuario. De esta manera se evita que alguien pueda copiar la información desde ese equipo.
También aconsejan: cambiar la clave de acceso con frecuencia; comprobar el acceso a sitios seguros; deshabilitar la función de autocompletar; y no introducir información personal ni financiera en ventanas emergentes.